Una inversión de oro

Negocio emergente. La compraventa de oro deja paso a la inversión en lingotes y monedas, un negocio en auge ante la inestabilidad de los mercados internacionales

13 abr 2017 / 23:37 h - Actualizado: 16 abr 2017 / 19:35 h.
"Mercados","Inversión","La joyería se recompone"
  • En la actualidad, la inversión en lingotes y monedas de oro está en auge. / El Correo
    En la actualidad, la inversión en lingotes y monedas de oro está en auge. / El Correo
  • Una tienda de compraventa de oro. / Javier Díaz
    Una tienda de compraventa de oro. / Javier Díaz

Desde tiempos inmemoriales el oro ha sido sinónimo de dinero. Pero, la aparición de la moneda y el billete lo relegaron a un segundo plano. Sin embargo, «el clima de inestabilidad de los mercados internacionales, a causa de la salida del Reino Unido de la Unión Europea y las políticas proteccionistas de la actual administración de la Casa Blanca, ha provocado un repunte de la compra de lingotes y monedas de oro de inversión», apunta el presidente de la Sociedad Española de Metales Preciosos de Inversión (Sempi), Gabriel Ruiz.

El mercado está en plena expansión y seguirá por un tiempo dada la seguridad que da al inversor.

Pero, ¿por qué es tan rentable el oro? Por su estabilidad. En el mercado del oro hay que diferenciar entre el valor y el precio, explica el presidente de Sempi. «Los precios pueden fluctuar pero el valor no se pierde». Por eso, es importante tener una mirada a largo plazo cuando uno compra lingotes de oro.

Si metiéramos en una caja 10.000 euros y en otra un lingote de oro, al cabo de una década el dinero podría haber perdido todo su valor, ya que divisas como el euro o el dólar «cada día valen menos»; pero el oro no se devalúa, aunque sí podría variar su precio. Es decir, «la rentabilidad del oro es proporcionalmente inversa a la devaluación de la divisa en que se cotiza». De ahí que sea importante saber cuándo se vende (tal y como ocurre cuando se invierte en un inmueble o se compran acciones de una empresa).

No obstante, existen fórmulas para evitar perder toda la inversión. Es el caso del seguro cambiario. Este contrato protege al cliente de perder su inversión en el caso de que caiga el precio del oro. Es un sistema similar al que utilizan las empresas cuando hacen compras en divisas, comenta Ruiz. «Si una empresa hiciera una compra de un millón de doláres a un año vista, acudiría a un banco para asegurar que en caso de que se revalorizase esa divisa –póngase un 5 por ciento–, no tuviera que pagar la diferencia, sino que el mercado que apostase en contra asumiera esa diferencia».

Alemania y Reino Unido están entre los países que más invierten en este metal precioso. En España, el mercado es cada vez mayor. La inversión media en la compra de lingotes oro está en torno a los 20.000 euros –el kilo está valorado en unos 45.000 euros–, «lo que equivaldría a un lingote de 250 gramos, otro de 100 y uno de 50». No obstante, se pueden hacer inversiones desde 100 euros, ya que en la actualidad se producen lingotes de hasta dos gramos.

El hecho de que se puedan hacer pequeñas inversiones en oro democratiza este tipo de negocio. De hecho, a los inversores habituales, principalmente grandes fortunas, ahora se suman «familias que tienen excedente por el fruto de su trabajo», explica Ruiz.

Pero, ¿cómo ha calado el negocio en Andalucía? Según el presidente de Sempi, en el mercado andaluz hay que diferenciar entre las capitales y los pueblos. «Curiosamente la gente de las pequeñas localidades tiene mayor tradición de adquirir metales preciosos», matiza. Eso sí, en joyas. No era raro eso de «tú compra joyas que eso siempre es dinero», y, de hecho, con la crisis se ha demostrado, pues cuando la necesidad apretó las vendieron. No obstante, Ruiz asegura que ahora la opción es más la de comprar lingotes y monedas, pues al fin y al cabo, vender las joyas «no deja de ser como ir a una chatarrería».