Una protección apta también para adultos

Evitar complicaciones. La vacunación en mayores se centra en la tercera edad, crónicos y embarazadas

09 may 2017 / 21:51 h - Actualizado: 09 may 2017 / 21:54 h.
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  • En los centros de salud se realizan campañas de vacunación contra la gripe en el último trimestre. / Paco Cazalla
    En los centros de salud se realizan campañas de vacunación contra la gripe en el último trimestre. / Paco Cazalla

Aunque la vacunación se suele identificar con la inmunización contra enfermedades en la infancia –si bien sus efectos se prolongan en el tiempo–, en los últimos años las autoridades sanitarias y sociedades científicas han emprendido políticas de salud pública que incluyen campañas de vacunación en adultos, normalmente a los mayores de 65 años o poblaciones de riesgo como enfermos crónicos, embarazadas y profesionales sanitarios. «En los adultos, la vacunación lo que previene son muertes por complicaciones», explica el doctor Fernando Álvarez, del Comité Asesor de Vacunas. De ahí que las poblaciones a las que se dirige la vacunación estén formadas por personas que presentan riesgos de desarrollar esas complicaciones a partir de enfermedades como la gripe o la neumonía bien por su edad o por sus patologías previas.

En el caso de la vacunación de adultos no existen recomendaciones oficiales del Consejo Interterritorial de Salud, sólo un manual orientativo aunque no se actualiza desde 2009. Sin embargo, ya hay comunidades como Madrid, Asturias, La Rioja, Cataluña o Castilla y León que han implantado en sus sistemas sanitarios un calendario de vacunación de adultos. En Andalucía no existe un calendario como tal pero la cartera de servicios del SAS sí incluye campañas sistemáticas de inmunización de la población adulta como la de la gripe.

Cada año, entre octubre y diciembre, los centros de salud vacunan contra la gripe a los mayores de 65 años que lo deseen y personas con patologías crónicas en las que la gripe puede producir un agravamiento de su enfermedad o complicaciones, como es el caso de pacientes con problemas respiratorios severos, cardiopatías, cáncer, obesidad mórbida o alteraciones del sistema inmunológico y metabólico.

Además, desde hace seis años, también está indicada la vacunación frente al neumococo para los mayores de 65 años, especialmente para aquellos que conviven en residencias y en centros de día. En el caso del neumococo, sólo es necesario vacunarse una vez mientras que la de la gripe requiere inmunizarse cada año.

Desde la Consejería de Salud explican que a los mayores de 65 años también es frecuente que se les administre una dosis de recuerdo de la vacuna contra la difteria y el tétanos y «si es población de riesgo, se mira si hace falta alguna vacunación adicional. Por ejemplo, en pacientes que siguen un tratamiento de hemodiálisis habría que vacunar de hepatitis B».

El otro grupo de adultos al que también se vacuna de manera sistemática lo constituyen las embarazadas, a las que se inmuniza contra la gripe (en cualquier momento de la gestación) y desde noviembre de 2015, también contra la tosferina (entre la semana 27 y la 36). Los pediatras ya venían recomendando inmunizar a las embarazadas contra la tosferina como forma de proteger a los recién nacidos, ya que hasta los dos meses no se les administra la primera dosis y en bebés muy pequeños esta enfermedad entraña riesgo de asfixia. Sin embargo, fue a raíz de la muerte de un recién nacido en Málaga cuya madre había intentado sin éxito vacunarse por recomendación médica cuando la presión social llevó al SAS a comenzar a inmunizar de manera sistemática a las gestantes. Debido a un problema de desabastecimiento de esta vacuna, por parte de los dos laboratorios que la fabrican a nivel mundial, tanto el Gobierno central como la Junta de Andalucía optaron por usar la dosis de recuerdo que se ponía a los niños de 6 años en las embarazadas, siguiendo las directrices del Comité Asesor de Vacunas que instaba a priorizar a éstas ya que la tosferina es menos agresiva en niños más mayores y además éstos ya habían recibido dosis anteriores. Hasta hace un mes no se han solucionado los problemas de desabastecimiento de esta vacuna y ahora se está recuperando la dosis refuerzo para los niños que no la han recibido, al tiempo que se mantiene la vacunación de las embarazadas. Tanto a unos como a otras la vacuna que se les pone es la DTPa, que protege también contra la difteria y el tétanos. Desde la Consejería de Salud especifican que a las embarazadas se les revisa su historia de vacunación y si se considera necesaria, también se les administra la vacuna dual sólo contra la difteria y el tétanos «para que al menos tengan dos dosis» contra estas infecciones.

Por último, el SAS recomienda y cubre también la vacunación contra la gripe de los profesionales del sistema sanitario, de los servicios sociales comunitarios, de los cuerpos y fuerzas de seguridad, de los bomberos y funcionarios de prisiones o personal de centros de internamiento, es decir, trabajadores que están en contacto frecuente con personas en situación de riesgo. El objetivo es tanto protegerlos a ellos como evitar contagiar a las personas vulnerables a las que atienden.