El solsticio de verano, el día del año con más horas de sol, fue el elegido por la firma Carl Zeiss Vision para desplegar en la sevillana Puerta de Jerez una campaña de prevención en materia de salud visual, por la que expertos en óptica y optometría informaron a la población sobre cómo el exceso de radiación ultravioleta puede afectar negativamente al sistema visual e incluso a la piel que rodea nuestros ojos.
No en vano, esta sobreexposición al sol puede provocar patologías degenerativas en el ojo e incluso cáncer, pues entre el ocho y el diez por ciento de los casos de cáncer de piel se originan en los párpados. «Es importante protegerlos porque la radiación entra hasta la retina. Y ya no sólo es el cáncer, se trata de evitar o retrasar la catarata, la fotoqueratitis, montones de enfermedades que podríamos evitar», explica José Luis Plaza, jefe de ventas de Zeiss en Andalucía.
Esta firma alemana desplegó en Sevilla una unidad de atención visual cuyo elemento estrella era una cámara fotográfica especial capaz de aislar en una imagen sólo esta radiación, mostrando el efecto que los rayos UV provocan en la piel. Así, todo el que se acercó pudo hacerse una fotografía en la que salieron a la luz sus manchas, lunares o arrugas provocados por la sobreexposición al sol. «Es una cámara que no simula nada, te enseña lo que ha ocurrido en tu piel a lo largo de los años de radiación UV. Todos tenemos manchas que están ahí debajo de la piel. La idea es concienciarnos todos de que debemos protegernos los ojos, igual que nos echamos crema cuando vamos a ponernos al sol», resumió Plaza.
Los técnicos mostraron a los usuarios de gafas graduadas cuál es el grado real de protección UV de sus lentes, y dieron consejos sobre cómo proteger los ojos del exceso de radiación ultravioleta. Además, presentaron al público la tecnología Zeiss UVProtect, con la que se ha elevado el estándar de protección en todas las lentes transparentes a los 400 nanómetros, considerada como protección total por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por la Comisión Internacional de Protección contra la Radiación no Ionizante (Icnirp).
José Antonio Fuentes Najas, profesor de optometría en la Universidad de Sevilla y embajador de Zeiss en la capital hispalense, señaló que es importante «concienciar a la gente de que tiene que protegerse los ojos de la radiación. Si no quieren usar cristales oscuros ya se pueden utilizar gafas con cristales blancos y con una protección de hasta 400 nanómetros, que es la franja hacia la cual más daño nos puede hacer», dijo antes de explicar que «la piel es importante protegerla, pero los ojos son más vulnerables. La piel ocular, que es la retina, es el único trozo del cerebro fuera del cráneo, está directamente expuesto al exterior. Es más, está enfocado por una lupa, que es el cristalino, y ya sabemos lo que hace una lupa cuando enfoca un papel, que lo quema. Y si no lo quema, es porque tenemos un pigmento que absorbe la mayor parte de la radiación sobrante. Ese tejido puede realizar una determinada cantidad de trabajo y como son células que envejecen, se fatigan, con la edad trabajan a un ritmo más lento».
De ahí que este optometrista recomiende «utilizar gafas de sol y por supuesto que sean unas gafas con reconocimiento de filtro ultravioleta. El top manta puede tener gafas muy bonitas, pero de dudosa calidad. Entonces, no sabemos qué cantidad nos filtra o si no nos filtra nada. El daño que se puede producir es mayor que si vamos sin gafas», recalca Fuentes Najas.
EL 20% DE LOS CASOS DE CATARATA SON DEBIDOS A LOS EFECTOS NOCIVOS DEL SOL
El Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas de Andalucía (Coooa) ha puesto en marcha una campaña informativa de prevención con el fin de advertir a la población andaluza de todas las edades de los riesgos del sol en los ojos. En este sentido, la institución advierte que la exposición solar prolongada, sin el uso de unas gafas de sol homologadas y de calidad, puede provocar daños oculares irreversibles a corto y largo plazo. Entre los diferentes tipos de lesiones posibles se encuentran las que pueden afectar a la piel de los párpados, como quemaduras; las que se producen en la conjuntiva, como la fotoconjuntivitis; las que dañan la córnea, como la fotoqueratitis; las que atañen cristalino, como las cataratas; y las que perjudican a la retina, como la degeneración macular.
Blanca Fernández, presidenta del Coooa, explica que «mientras la radiación infrarroja puede ocasionar lesiones instantáneas, la radiación ultravioleta provoca daños oculares de forma lenta que aparecen con el paso del tiempo». Según advierte la Organización Mundial de la Salud, el 20 por ciento de los casos de catarata están vinculados a exposiciones solares, mientras que cada año más de tres millones de personas se quedan ciegas debido a los daños causados por un exceso de radiación solar.