Aburrimiento crónico y nocturno

Las novilladas de abono se reanudaron estrenando jornada y horario después del parón rociero aunque la llegada de las carretas de Sevilla, Triana y Macarena fue una dura competencia

10 jun 2017 / 08:35 h - Actualizado: 10 jun 2017 / 08:35 h.
"Toros"
  • La actuación más entregada de la tarde corrió a cargo del novillero sevillano Ferrater Beca, que posa en el patio de cuadrillas con Muñoz y Gallo. / Reportaje gráfico: Toromedia
    La actuación más entregada de la tarde corrió a cargo del novillero sevillano Ferrater Beca, que posa en el patio de cuadrillas con Muñoz y Gallo. / Reportaje gráfico: Toromedia
  • Aburrimiento crónico y nocturno

La ficha superior resume la estadística del festejo pero nos olvidaremos de las servidumbres de una crónica secuencial al uso –que ya se publicó ayer en la web de El Correo– para analizar los pormenores de la cuarta novillada de abono, que mantuvo el tono gris que ya había prevalecido en los tres festejos anteriores. Hay muchas puntadas que hilar en una novillada que implicaba algunos estrenos que están por calibrar aún. El primero de ellos era el traslado de los festejos a la jornada del jueves y en horario nocturno. La coincidencia con la llegada de las carretas de Triana, Macarena y Sevilla –que se debió valorar previamente– pudo restar parte de ese público que disfruta por igual del albero, el capirote y las arenas. Ya lo comprobaremos el próximo jueves en el único cartel –el mano a mano de Aguado y Serna– que ofrece verdaderos alicientes al gran público.

Pero el asunto tiene otro fondo. Las combinaciones de novilleros escogidas este año por la empresa para rellenar los preceptivos festejos de abono tienen demasiadas goteras. Hay nombres que se han quedado por el camino y otros a los que le viene o les ha venido grande el duro fielato maestrante. Aunque siempre puede haber sorpresas. Es el caso del sevillano Ferrater Beca, seguramente el nombre del que menos se esperaba en la noche del jueves. El chaval, que ya no lo es tanto, desciende de una familia de ilustre reata social y taurina y se le había dado por retirado de la profesión. La sorpresa fue verle anunciado en el abono para debutar con caballos y en honor a la verdad, aunque se quedó bien lejos de poder redondear, fue el único de los actuantes que salió resuelto a entregarse a pesar de sus carencias. Delante tuvo dos novillos con teclas que tocar pero con un importante pitón izquierdo. Le costó dos duras volteretas descubrir ese lado bueno con su primer enemigo pero entonces surgieron un puñado de naturales de excelente y templado trazo que le colocaron cerca de cortar la oreja del animal. Faltó redondeo, madurez, estrategia y, sobre todo, falló la espada. Pero Ferrater hizo un sincero esfuerzo que no logró reeditar con el quinto, otro toro con cositas y un lado izquierdo para echar la moneda que le vino muy largo esta vez. Le salvamos de la quema a pesar de sus carencias.

Muy distinta fue la impresión que dio el veterano novillero conquense Aitor Darío Gallo, al que le llegaron a tocar el famoso pasodoble –Gallito– después de matar a su primer enemigo que, ésa es la verdad, no le dio apenas opciones. Con el beneficio de esa duda comprobamos que el traje también le vino grande. Pasó un indisimulado mal rato con el sobrero de Guadaíra que sustituyó al titular de La Quinta, que se había partido un pitón. No supo o nunca vio al animal metido en la muleta. Poco se puede decir de Jesús Muñoz. Acudió a la cita absolutamente desnudo de la más mínima preparación. Y sus novillos sirvieron.

Plaza de la Real Maestranza

Ganado: Se lidiaron cinco utreros de La Quinta, correctamente presentados y remendados con un sobrero de Guadaíra que hizo cuarto. El primero resultó orientado, distraído y peligroso; sirvió mucho el segundo por el izquierdo; noble y potable el tercero; el cuarto bis, resultó complicado; el quinto tuvo un importante pitón izquierdo . El sexto se dejó.

Novilleros: Aitor Darío El Gallo, de azul pavo y oro, silencio y silencio

Ferrater Beca, de azul noche y oro, ovación tras aviso y silencio

Jesús Muñoz, de tabaco rubio y oro, silencio y silencio tras aviso

Incidencias: La plaza registró menos de un tercio de entrada en noche agradable. Ferrater y Muñoz hacían su debut con picadores y El Gallo se presentaba en Sevilla. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del atentado de Londres, en especial por el español Ignacio Echeverría.