En los corrales de la plaza de la Real Maestranza les espera un encierro de El Parralejo, los ‘domecqs’ serranos del industrial sevillano José Moya Sanabria que servirán para dirimir sus diferencias taurinas y calibrar su auténtico fondo antes de una alternativa que cada vez es más cercana. Será la última actuación de ambos en Sevilla, plaza que volverán a pisar a finales de septiembre para convertirse en matadores de toros dentro de dos carteles consecutivos y de campanillas. Pero antes de ese acontecimiento afrontarán el verano taurino actuando en el escalafón menor para completar su rodaje. En cualquier caso, la cita de este jueves –con horario nocturno y en reñido mano a mano- se ha convertido en un reto fundamental adobado por la rivalidad que les separa y espoleado por la trascendencia que puede cobrar de cara a ese inminente doctorado.
Pablo Aguado y Rafa Serna han compartido inicios muy parecidos y pertenecen a esa generación de toreros que, de alguna manera, se dio a conocer a raíz de los festivales organizados por la Hermandad del Rocío de Triana en la plaza de Espartinas. “Nuestras carreras han ido de la mano” reconoció Aguado en la rueda de prensa convocada el pasado jueves en el Gran Meliá Colón evocando el ciclo de promoción de nuevos valores que se celebró en el verano de 2014. Serna logró abrir la Puerta del Príncipe pero fue Aguado el que se alzó como ganador definitivo del certamen. “En las novilladas nocturnas atrajimos mucho público joven, partidarios y amigos de unos y otros, y eso creó un ambiente especial que se ha mantenido y se puede reflejar el jueves”, recordó el novillero rememorando el clima especial en el que se desarrolló aquella incipiente competencia.
En esa línea, Serna reconoció sentirse “afortunado”. “Es difícil que salga una collera tan bonita en una misma ciudad”, afirmó el futuro matador abundando en esa rivalidad que les ha llevado a enfrentarse en todas las plazas del circuito taurino. “Es que es el torero con el que más he alternado”, recalcó el joven novillero asegurando que “al ambiente que hemos creado y a los triunfos que hemos compartido les faltaba esta guinda”. Pablo Aguado mantuvo esa misma línea argumental recordando su vinculación personal y familiar con la ciudad de Sevilla. “Se suma que somos de aquí, la competencia que mantenemos y que tenemos que seguir dándoles motivos a la afición a que sigan viniendo a vernos... no es una novillada más; tiene un plus añadido” precisó.
“Pablo es uno de los toreros que ya te está exigiendo en el patio de caballos y nunca quieres que le embista un toro porque sabes que le va a cortar las orejas” aseguró Serna reconociendo que “es de los toreros con los que te gusta torear porque sabes que es tanta la rivalidad y la presión a los que nos sometemos para estar uno por encima del otro que te hace sacar lo mejor de ti mismo”. Aguado coincidió con su compañero al reconocer que alternar con Rafa Serna le otorga “un plus de motivación”. Les esperan seis novillos para saber quién es el mejor.