Araceli Guillaume pregona la fiesta de los toros en el Lope

La profesora emérita de la Sorbona parisina recurrió a la historia para vertebrar el hilo de su texto, que dedicó a los más jóvenes

16 abr 2017 / 14:38 h - Actualizado: 16 abr 2017 / 16:43 h.
"Toros"
  • Araceli Guillaume-Alonso se pondrá hoy detrás del atril del teatro Lope de Vega. / Manuel Gómez
    Araceli Guillaume-Alonso se pondrá hoy detrás del atril del teatro Lope de Vega. / Manuel Gómez

Un recorrido por la historia de la Tauromaquia en la ciudad de Sevilla ha servido a la historiadora bilbaína Araceli Guillaume-Alonso, profesora emérita de la Universidad parisina de la Sorbona, para pregonar la fiesta de los toros en el teatro Lope de Vega de Sevilla.

El tradicional acto, organizado por la Real Maestranza de Caballería en colaboración con el Ayuntamiento de la Ciudad, ha vuelto a ser el definitivo pistoletazo de salida a la temporada taurina hispalense que se inaugura esta tarde en el coso hispalense con un cartel integrado por Morante de la Puebla, José María Manzanares y Andrés Roca Rey, que estoquearán un encierro de Núñez del Cuvillo.

La prestigiosa historiadora hispano-francesa ha sido presentada por Fátima Halcón Álvarez-Ossorio, profesora titular del departamento de Historia del Arte de la Universidad de Sevilla y presidenta de la Fundación de Estudios Taurinos, que –con la pregonera- ha formado el primer tándem femenino en la historia de este acto.

Fátima Halcón ha resaltado el prestigio taurino de Guillaume-Alonso recordando que “no hay reunión, congreso, jornada universitaria o similar en la que, actuando como conferenciante de cualquier tema, no incluya un exhorto en la defensa de la Fiesta”.

Los pasodobles ‘El Gato Montés’ y ‘Suspiros de España’, interpretados por la Banda Sinfónica Municipal de Sevilla dieron paso a la pregonera, que brindó de una manera especial su intervención, “a los más jóvenes, a los niños, a los adolescentes”, encarnados en sus propios nietos que ocupaban la primera fila del teatro.

En esa línea, recalcó Guillaume-Alonso, “es nuestra obligación transmitir la afición a los toros a nuestros menores como transmitimos creencias, usos y costumbres, tradiciones familiares, lecturas que amamos, músicas, recuerdos entrañables...”. “Transmitir es enseñar y enseñar a amar”, remachó la pregonera.

Araceli Guillaume reflexionó sobre el “profundo discurrir cíclico de la vida” que se hace patente en el Domingo de Resurrección Sevilla pero su texto se vertebró en torno a un preferente hilo histórico. La pregonera partió de las fiestas de toros organizadas en torno a la boda del emperador Carlos V y trazó los caminos paralelos del toreo caballeresco y la lidia popular ligada al viejo matadero sevillano.

La profesora bilbaína se detuvo en la estancia de la corte de Felipe V en Sevilla que favoreció el florecimiento de la Real Maestranza de Caballería, auténtico motor taurino de una ciudad que no se puede entender sin su histórica plaza de toros.

En el siglo XVIII, recordó la pregonera, coinciden los primeros conatos de antitaurinismo con la definitiva reglamentación de la lidia. “La corrida moderna nace en ese momento, a partir de un legado multisecular y multirregional aunque indiscutiblemente el aporte definitivo proviene del triángulo Ronda-Sevilla-Chiclana”, precisó Guillaume que destacó el papel hispalense en la génesis del toreo.

Guillaume-Alonso alcanzó la mitad del siglo XIX recordando la creación de la Feria de Abril . “Hacía 1860, el señor Ibarra –uno de los creadores del evento- tuvo que aceptar la idea de que el ocio de la Feria superara el aspecto comercial y ganadero”.

En ese sentido añadió que sin toros, “con la Maestranza vacía el Real sería muy insuficiente para expresar las inquietudes, los sentimientos encontrados del alma sevillana y esa explosión del sentir y el vivir que es la primavera en Sevilla”.

La pregonera finalizó su texto evocando a Ortega o Miguel Hernández pero, sobre todo, animando a resistir “el ambiente moroso”. “No nos dejemos llevar por el desaliento; proclamemos la feria de Sevilla y nuestra afición a los toros”, pidió la historiadora antes de concluir con los versos de una canción de José Manuel Soto: “y cuando vuelva a Sevilla en Primavera...”

El acto, que abrió el edil Juan Carlos Cabrera, fue presidido por el alcalde Juan Espadas acompañado del teniente de Hermano Mayor de la Real Maestranza de Sevilla, Javier Benjumea, además de las primeras autoridades civiles y militares de la ciudad y numerosos representantes de la sociedad y la cultura sevillanas.