Toros

Chapu Apaolaza: «La de la tauromaquia es una batalla por la libertad»

La primera sesión del X seminario de la Cátedra Ignacio Sánchez Mejías de la Hispalense pivotó en torno a la comunicación, el espíritu de superación y la juventud en el mundo del toro

22 nov 2018 / 12:07 h - Actualizado: 22 nov 2018 / 12:18 h.
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  • Así se encontraba el Salón de Carteles de la Real Maestranza de Caballería, donde tienen lugar las sesiones. / Jesús Barrera
    Así se encontraba el Salón de Carteles de la Real Maestranza de Caballería, donde tienen lugar las sesiones. / Jesús Barrera

No corren buenos tiempos para la lírica. Pero la cátedra Sánchez Mejías de Comunicación y Tauromaquia de la Universidad de Sevilla ha conseguido consolidar sus jornadas –que alcanzan su X edición- en el programa de formación complementaria de la propia Hispalense. El empeño no es fácil pero el director de la cátedra, el profesor Juan Carlos Gil, ha vuelto a dar en la diana buscando el mejor hilo conductor para este ciclo organizado y dirigido al alimón con Alberto Horcada, de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronónica de la US, y apoyadas de forma decidida por la Real Maestranza de Caballería, que cede su Salón de Carteles para las sesiones.

Tras la inauguración formal, comenzó la primera sesión. Estudiantes y no estudiantes rebasaron el aforo previsto por los organizadores. El periodista Chapu Apaolaza, responsable de Comunicación de la Fundación del Toro de Lidia, iba a abordar las nuevas formas de comunicar el fenómeno taurino. En la misma mesa, bajo la moderación de Elena Salamanca, se sentaba la matadora de toros Cristina Sánchez con otro hilo conductor para su ponencia: la superación como objetivo. Esa primera jornada se iba a completar con la mesa titulada ‘La juventud y la constancia como valores del toreo’ en torno a los testimonios de los diestros Manuel Escribano, Tomás Campos y Pablo Aguado bajo la batuta del informador taurino Emilio Trigo.

Pero el máximo interés de la jornada giraba en torno a la ponencia de Chapu Apaolaza desde su condición de portavoz de esa flamante Fundación del Toro de Lidia que se ha convertido –o pretende convertirse- en el intento federativo más solvente del sector en toda su historia. “En el último año se han producido avances tremendos. Se han creado zonas de duda que han sido muy beneficiosas” explicó el periodista vasco afirmando que se trata de “zonas de duda que antes no existían: entre los intelectuales, los propios periodistas... gente que está empezado a dudar de la prohibición”.

Chapu Apaolaza: «La de la tauromaquia es una batalla por la libertad»
La matadora de toros Cristina Sánchez, la moderadora Elena Salamanca y el periodista y ponente Chapu Apaolaza. / Jesús Barrera

A partir de ahí tocaba formular algunas preguntas. “¿Los aficionados a los toros son gente sádica y asesina que va allí a matar a un toro y disfrutar?” Desde esa duda inquietante, el periodista vasco empezó a desbrozar los nuevos caminos que propone la propia Fundación. “Se trata de salir a donde los aficionados se hayan sentido abandonados, insultados o menospreciados para contar su verdad, la verdad de la gente”, precisó Apaolaza antes de proponer un cambio en el sentido del debate: “¿Hay que prohibirlos los toros porque no nos gusten? Ésa era la pregunta definitiva.

“Aquí no estamos hablando de si nos gusta algo o no”, continuó el prestigioso columnista. “Estamos hablando de si una parte de la sociedad tiene el derecho y la libertad para llevarlo a cabo. Ése es el debate. Los toros no tienen por qué gustarle a todo el mundo. Y la gente no es peor porque no le gusten los toros”. A partir de ahí empezaba a estar clara la dirección de ese nuevo debate que el ponente definió como “una batalla por la libertad”.

Pero había que seguir formulando preguntas para delimitar definitivamente el terreno de batalla. “¿Tenemos derecho a sacrificar gratuitamente un animal para nuestra diversión, sí o no?” se interrogó Apaolaza antes de ponerse en el plano de los propios animalistas. “Hay gente que opina que no tenemos derecho a sacrificar un animal para un disfrute cultural. Podemos tener una visión u otra pero nosotros pensamos que sí” señaló Chapu antes de empezó a alumbrar respuestas. “Si alguien piensa que no podemos matar toros tampoco podemos comerlos. Decir que no se pueden matar toros es lo mismo que decir que no se pueden comer chuletas o pescar atunes. Todo eso corresponde al gusto y al disfrute de una persona” completó el ponente añadiendo que “es muy difícil considerar un asesino al 98% de la población que come carne”. La primera conclusión era clara: “coincidiremos que en esta sociedad se pueden sacrificar animales”. El primer debate estaba cerrado.

Pero Apaolaza iba a abrir un frente nuevo con otras preguntas. ¿Qué es lo que se puede ver y lo que no? ¿Qué es moralmente aceptable...? “Para nosotros es edificante ver a un hombre delante de un toro por lo que supone de superación, por los mil valores que emanan del rito ancestral de la Tauromaquia” contestó el propio periodista antes de sembrar nuevas dudas, de esbozar otros interrogantes. “¿Deberíamos estudiar moralmente todos los productos de la cultura de nuestra sociedad? ¿Estamos dispuestos a admitir como sociedad que se censure todo lo que otra persona u otro colectivo más o menos minoritario consideren ofensivo o indecente? ¿Estamos dispuestos a que gente como Pablo Iglesias entre en el debate de los toros y venga a marcar las líneas entre lo decente y lo culturalmente aceptable?”. La respuesta del ponente fue contundente: “Esa censura ya lo hemos vivido en este país. El que nos diga lo que se puede y no se puede ver tendrá que admitir que es un censor”.

Pero las preguntas continuaban. “¿Se puede ver todo o no? ¿Es edificante ver un animal morir y un hombre jugarse la vida? ¿Es edificante ver ‘El Silencio de los corderos’? ¿Acaso ‘Lunas de Hiel’ es una película edificante?”. Había que seguir lanzando respuestas: “No es ni edificante, ni es decente ni indecente... es cultura”, respondió de nuevo Apaolaza denunciando “a toda esa gente que viene moralmente con su rotulador y sus líneas rojas a decirnos lo que podemos ver, lo que no podemos ver, lo que es una indecencia o lo que es una porquería”.

Chapu Apaolaza concluyó su primera intervención, antes de que la sesión derivara en coloquio con una valiente afirmación que volvió a estar precedida de un interrogante: ¿Este va a ser un mundo mejor con toros o sin toros? Para el ponente estaba claro: “Si se pierde el toro se perderán otras libertades como en un efecto dominó; si cayeran dejaríamos de ser lo que somos como pueblo”, concluyó.

Las jornadas continuarán este jueves con la proyección del corto ‘Amanecer’ que contará con la intervención de su protagonista y director, el matador sevillano Francisco Lama de Góngora y el cineasta Samuel Mac Fadden. Serán moderados por José Enrique Moreno. Posteriormente será el turno del diestro riojano Diego Urdiales y el periodista madrileño Francisco Aguado. Juntos pondrán encima de la mesa el tema de ‘La maestría como modelo de virtud taurina’. Finalmente las jornadas serán clausuradas por Santiago de León y Domecq, Teniente de la Real Maestranza, acompañado de Antonio Ramírez de Arellano, consejero de Economía, Hacienda y Administración Pública de la Junta de Andalucía; María del Mar Ramírez Alvarado, decana de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Sevilla y Juan Carlos Gil, director de la Cátedra Ignacio Sánchez Mejías.