{El empeño, que se había dado por imposible, había venido retrasando la entrega del controvertido premio y hasta la concesión de la siguiente edición que sólo tendrá que esperar la inminente Feria de Abril para ver materializados los nuevos galardones y sus dueños. Pero la figura totémica de Curro Romero obró de bálsamo para sustituir al ilocalizable Miquel Barceló, el prestigioso pintor mallorquín que se había hecho acreedor del galardón municipal en 2016.
Se trataba de entregar el premio taurino Ciudad de Sevilla que encara –definitivamente– su nueva etapa con otras bases, renovada filosofía, patrocinio externo y hasta distinto gobierno municipal al que lo creó. Curro, que llegó acompañado de Carmen Tello, no se dio demasiada coba. Recogió con evidente esfuerzo la rotunda estatuilla de May Perea y empleó pocas, poquísimas, palabras, para dejar a todos contentos. «Miquel es un artista genial y singular además de un defensor del toreo tremendo que quisiera hacer una exposición monográfica sobre la Tauromaquia» señaló el camero. Pero la definitiva ovación iba a ser para el recuerdo cariñoso que el torero tenía guardado para Fernando Carrasco.
El recordado y querido periodista sevillano ha prestado su nombre al premio de comunicación taurina que completa este galardón que patrocina la Fundación Europea del Toro y su Cultura, que preside Miguel Ángel Martín. Pero en su primera edición los miembros del jurado quisieron que fuera el propio Fernando, a título póstumo, el que recibiera este trofeo que recogió su hermano Juan de Dios en nombre de toda la familia. «Divulgar la cultura taurina, los valores de la Fiesta y su esencia fueron para él una auténtica obsesión, sobre todo en sus últimos años», señaló el hermano del siempre querido Fernando que tuvo muy presentes a los padres, el resto de hermanos, la esposa y los hijos del periodista fallecido que sigue tan presente en el recuerdo de todos lo que le conocieron.
Antes de la entrega de los premios, que presidió el alcalde Juan Espadas acompañado del consejero Emilio de Llera, se había reunido el jurado en el Cuarto del Maestre del propio Alcázar de Sevilla para fallar los galardones correspondientes a la edición de 2017. Este jurado, que integra a personalidades del mundo de la política, la cultura y el periodismo, acordó conceder el premio Ciudad de Sevilla a la Fundación de Estudios Taurinos, una entidad estrechamente ligada a la Real Maestranza de Caballería que se ha distinguido en el campo de la investigación y el análisis histórico de la Tauromaquia. El trofeo Fernando Carrasco a la Comunicación Taurina, por su parte, ha sido concedido al documental Toro, dirigido por Alberto Esteban y coproducido por TVE. Así lo desveló Ricardo Ríos, presidente de dicho jurado, en el colofón del acto de entrega celebrado en el Salón del Almirante del Alcázar.
El acto también dio de sí para incluir los habituales mensajes de adhesión institucional a la Fiesta de los toros. Emilio de Llera recordó la vinculación del mundo de las sedas y los oros con todas las facetas de las artes pero también recalcó que se trata de un sector que «impulsa la economía, el empleo y el turismo, guarda nuestras dehesas y protege el medio ambiente especialmente en Andalucia». Espadas, por su parte, recordó que estos premios pretenden «reconocer y homenajear a personas e instituciones ligadas al mundo de los toros y las raíces que la cultura taurina tiene en esta ciudad». Del pintor Barceló, la verdad sea dicha, se habló poco y se recordó mucho menos. Otra vez será. ~