Curro Romero y Carlos Herrera: seducen y llenan

Los ‘Mano a Mano’ de la Fundación Cajasol llegaron a su edición número 50 uniendo al veterano diestro de Camas y al conocido locutor y comunicador

20 nov 2018 / 11:01 h - Actualizado: 20 nov 2018 / 11:08 h.
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No cabía un alfiler. El aura poderosa del Faraón de Camas y Carlos Herrera lograron poner el ‘no hay billetes’ en el auditorio de la antigua Audiencia, la actual sede de la Fundación Cajasol. Era una cita especial y una cifra redonda. Hasta 50 ‘Mano a Mano’ desde el inicio de estos peculiares encuentros que suman cultura, sociedad y toreo en los últimos coletazos del invierno de 2007. El banderín de enganche lo enarboló el propio Curro Romero junto al cantaor José Mercé. Desde entonces ha habido dos sedes, decenas de toreros y personalidades y un nexo común: la desacomplejada defensa de una fiesta que está metida en el ADN de la ciudad de Sevilla.

“¿Cómo estás Curro?” Preguntó José Enrique Moreno, director de Toromedia, creador, presentador y moderador de estas citas culturales desde su nacimiento. “Regular, pero me alegro de haberles dado vida a estos encuentros y me alegro más de estar aquí otra vez”, espetó el maestro. Carlos Herrera no le fue a ala zaga. “Es que la radio siempre ha sido muy taurina”, señaló el conocido comunicador aludiendo al pretendido hilo conductor del encuentro -los toros y la radio- que fue desbordado con creces.

Curro Romero y Carlos Herrera: seducen y llenan

“En mi casa no había radio ni nada; mucho trabajo y mucha alegría; no había penas” señaló el camero recordando sus tiempos, siendo casi un niño, de cobrador de la peña Carlos Arruza. “En la peña había una radio e íbamos allí a escuchar a Matías Prats retransmitir las corridas” evocó el torero que aún no había podido ver los toros en la plaza de la Maestranza. “Yo decidí ser torero para que mi familia no pasara las fatigas que yo pasaba trabajando en el cortijo de Queipo de Llano; me gustaba el campo y el ganado pero los cochinos me daban mucha lata y mi abuela me buscó un trabajo en una farmacia. Me dejaron una bicicleta y decidí ser torero como el que coge un puesto de camarero. La suerte que he tenido ha sido impresionante. Sevilla me ha dado el pasaporte para el mundo entero...”

Curro Romero y Carlos Herrera: seducen y llenan

“Pero usted ha sido torero de Madrid también, le han sacado siete veces a hombros en Las Ventas”, le replicó Herrera. “Y una vez más que salí corriendo para que no me cogieran”, respondió Curro. “¿Y cómo eran las tardes más aciegas?”, insistió el locutor. “Me tiraban de todo, venían los guardias con los parapetos para sacarme y yo me preguntaba qué había hecho...” Curro arrancó las primeras carcajadas respondiendo sus propias preguntas: “agradecérmelo, que me lo he quitado de en medio”.

Herrera recordó aquellos tiempos en los que Curro Romero viajaba entre el éxito y el fracaso. “No eran petardos, era quitarme de en medio un animal que no me valía”, precisó Curro. “Cogí una racha terrible, estaban deseando que aquello no saliera nunca y me tiraban rollos de papel, escupideras...”. El público ya había entrado de lleno en el meollo de una charla trufada de anécdotas. Romero llegó a confesar un momento en el que pensó dejar la profesión. “Te están riñendo por lo que dejan de ver”, le argumentó un amigo, devolviéndole la confianza.

Curro Romero y Carlos Herrera: seducen y llenan

“¿Y cual es la mejor tarde de su vida?” le volvió a inquirir Herrera. “Han sido muchos toros, entonces embestían; hoy no habría sido torero; son elefantes y entonces eran bajitos y con los pitones por delante”, contestó el camero con cierto desencanto. “Eso ha desaparecido y ahora hay que hacer un toreo que a mi no me va, hay que estar muy cerquita de ellos y el torero es distancia...”

“Te pones delante del toro, con el viento, con la gente diciéndote lo que tienes que hacer...un día me preguntaron qué público me gustaba más si el de Sevilla o el de Madrid y yo respondí que el del tenis”. “Es que yo necesito ese silencio; de pensar en ir a Pamplona me entra dolor de cabeza”, espetó el torero.

Curro Romero y Carlos Herrera: seducen y llenan

Pero había que abordar otros aspectos, como el ataque de los antitaurinos. “La violencia que utiliza el animalismo es inaudita”, señaló Carlos Herrera. “Me llama mucho la atención que en la puerta de las plazas se ponga gente a llamar asesino al que va a los toros”, insistió el locutor recordando que él había estado a punto de ser asesinado dos veces. “Cuando hemos ido a manifestarnos contra los asesinos de verdad nunca hemos visto a esa gente”, sentenció el periodista. “Esos sonidos se están incorporando como parte de una tarde de toros”, ironizó el comunicador que confesó su ausencia en la tarde de las dos últimas orejas que cortó Romero en la plaza de la Maestranza. “Tuve que ir a la boda de mi compadre en Madrid pero Curro me regaló el capote de aquella tarde”.

La actuación inesperada de Dorantes y Marina Heredia puso el mejor colofón a la sesión después de que el moderador, evocando el primero de estos ‘Mano a Mano’ sentenciara que “el toreo y el cante son esencia”. El encuentro entre Curro Romero y Carlos Herrera se acabó convirtiendo en un congreso de las fuerzas vivas de la ciudad. Entre los presentes se encontraban personalidades como Juan Carlos Cabrera, delegado de Fiestas Mayores de Ayuntamiento de Sevilla; Antonio Ramírez de Arellano, consejero de la Junta de Andalucía y toreros como Morante de la Puebla, Pablo Aguado o Rafa Serna. El acto convocó a otros personajes como el escritor y articulista Antonio Burgos, el hermano mayor de la Macarena José Antonio Fernández Cabrero, el empresario Ramón Valencia o el rejoneador Rafael Peralta.

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