Farolillos con sabor ecuestre

Sergio Galán y Diego Ventura, que cuajó el rejoneo de mayor altura, empataron a una oreja en el plato único de rejones programado en la Feria. Lea no redondeó

30 abr 2017 / 22:59 h - Actualizado: 30 abr 2017 / 23:29 h.
"Real Maestranza","Feria de Abril 2017"
  • Ventura cita de largo a uno de sus toros de Fermín Bohórquez en el tercio de banderillas. / Reportaje gráfico: Manuel Gómez
    Ventura cita de largo a uno de sus toros de Fermín Bohórquez en el tercio de banderillas. / Reportaje gráfico: Manuel Gómez
  • Ventura brinda a El Juli, que está anunciado este lunes en Sevilla.
    Ventura brinda a El Juli, que está anunciado este lunes en Sevilla.
  • Arriesgada pasada de Sergio Galán, que cortó una oreja.
    Arriesgada pasada de Sergio Galán, que cortó una oreja.
  • A pesar de su inquebrantable voluntad, Lea Vicens no tuvo su tarde.
    A pesar de su inquebrantable voluntad, Lea Vicens no tuvo su tarde.

Los compañeros de los medios digitales mostraban la evidencia: el actual modelo estereotipado del festejo de rejones. Sea cual sea la feria en la que se anuncia, está agotado. Diego Ventura, contrariado por el resultado del evento, lo decía alto y claro: «Si quieren que vuelva que cambien la ganadería». El jinete de La Puebla del Río ya ha hecho el experimento con resultados dispares en otras plazas de distinta resonancia. Pero el caso es que tiene más razón que un santo. La corrida ecuestre ha tocado techo, lo que no sabemos si también ha rozado fondo.

Vamos a ir más allá: la resaca del nuevo sábado de alumbrado agradeció la carga de caballería. La hipoterapia dominical sirvió de sorbete desengrasante para la clásica semana de farolillos que debe terminar de dirimir el podio de un serial en el que aún no se ha dibujado un claro triunfador. La empresa, los elementos o el propio Ventura habían escogido un cartel escasamente inquietante. Si escamoteamos la competencia –que ha rehuido siempre Hermoso de Mendoza– nos quedábamos en una exhibición brillante con uno por delante y otra por detrás. Es lo que ocurrió este domingo en el único plato ecuestre del serial abrileño.

Dejemos a un lado los trofeos. El jinete de La Puebla del Río apabulló y borró a sus teloneros. Ventura realizó una lidia muy completa a su primero, desde que lo paró toreándolo con la bandera del rejón hasta que lo mató de un rejonazo fulminante. Entre medias, clavó banderillas con limpieza y rectitud en los embroques, desde distintas distancias y terrenos, y llevó al toro de tercio a tercio con temple, intentando siempre poner la fibra que faltó a un animal noble pero soso y a menos. Cortó así Ventura la primera oreja de la tarde, premio que pudo doblar con el quinto de no haber marrado con el rejón de muerte. Esta faena le resultó mucho más trabajosa, en tanto que el de Bohórquez se reservó ya desde la salida, cuando pasó distraído del intento de Ventura de clavarle el rejón de castigo nada más aparecer por la puerta de chiqueros. Luego el toro esperó mucho a sus caballos, por lo que tuvo que poner Ventura mucho de su parte, y a veces con errores de precisión al clavar, para levantar una faena de altibajos que tuvo un remate por todo lo alto. Este llegaría cuando el jinete de La Puebla le quitó el cabezal a su caballo Dólar para clavar así, tras un primer intento fallido, un buen par de banderillas a dos manos, tal y como hizo hace ya más de cincuenta años en esta misma plaza el creador de la suerte: el segoviano Josechu Pérez de Mendoza.

El otro trofeo, cortado al cuarto toro, fue a manos de Sergio Galán, que pudo haber paseado otra oreja más del que abrió plaza de no ser porque no lo mató bien sino que lo descordó con un desafortunado pinchazo en el espinazo. El rejoneador conquense lidió y clavó con limpieza, reposo y criterio a sendos cuatreños tan nobles como sosos, y en especial el cuarto que, sin apenas brío, impidió que la faena tuviera ligazón, aunque, de ahí el premio, esta vez Galán sí que lo mató ortodoxamente.

La actuación de la francesa Lea Vicens estuvo plagada de imprecisiones, dudas estratégicas, pasadas en falso y fallos al clavar tanto rejones como banderillas en embroques casi siempre despegados. Así le pasó lo mismo con su primero, con la excusa de que se le rajó desde el tercio de banderillas, que con el sexto, con el agravente de que este fue el de más bravura, brío y duración de todo el espectáculo ecuestre.

FICHA

Plaza de la Real Maestranza. Ganado: Se lidiaron seis toros de Fermín Bohórquez, manejables en su conjunto, aunque medidos de raza y de fuerzas y de escasa duración, a excepción del sexto, bravo y a más.

Matadores: Sergio Galán, ovación y oreja Diego Ventura, oreja y ovación tras petición. Lea Vicens, palmas y ovación

Incidencias: La plaza registró más de tres cuartos de entrada en tarde fresca.