Hay que entretener el invierno...

Mientras se especula con la nómina de matadores que abrirá la temporada sevillana, el adviento taurino brinda otros lances de copa y chimenea. Pero la maquinaria del toreo no se ha detenido y ya se cocinan los primeros carteles de la próxima campaña

29 nov 2016 / 11:20 h - Actualizado: 29 nov 2016 / 11:23 h.
"Observatorio taurino","Morante de la Puebla"
  • Morante, Mora y Casas departen en la madrileña Puerta del Sol. / El Correo
    Morante, Mora y Casas departen en la madrileña Puerta del Sol. / El Correo
  • Morante dona un vestido de torear muy especial a la cofradía del Baratillo. / Morante Comunicación
    Morante dona un vestido de torear muy especial a la cofradía del Baratillo. / Morante Comunicación

2017: Vamos a montar carteles, tralalá...

En la calle ya se habla del hipotético cartel que podría abrir la temporada sevillana en la siempre lujosa tarde del Domingo de Resurrección. Morante, Manzanares y el joven Roca Rey con los toros de Cuvillo son el póquer de ases que ya corre de boca en boca entre los aficionados y que podría estar madurando en el magín de la empresa. Pero se trata de una noticia que aún no lo es. La verdad es que la combinación se baraja en los cenáculos taurinos y no pocos medios sin que Ramón Valencia, ojo, se haya sentado a hablar aún con los interesados. Pero no falta mucho para que lo haga. Los Reyes Magos han dejado de ser los encargados de despejar la plaza de la empresa Pagés para abrir el tiempo de negociaciones. Son modos más adecuados para los nuevos tiempos. La que sí parece más que segura es la reincidencia del diestro de La Puebla, que volverá a trazar cuatro o cinco paseíllos en la cima del monte Baratillo en la temporada 2017. El hacha de guerra, ahora sí, está a buen recaudo.

Una fotografía, dos toreros y un empresario

Y hablando del diestro cigarrero no podemos dejar de comentar la fotografía publicada por Juan Mora en su propia cuenta de Twitter. En la imagen se le ve en amor y compaña junto al propio Morante y a Simón Casas -hechos un brazo de mar- en algún lugar de la Puerta del Sol de Madrid. El productor debe haber puesto su chistera al fuego para cocinar algunos conejos. Es lo que más le divierte aunque no siempre es lo que mejor se le da. Eso sí, ya le ha cortado dos orejas y un rabo al Soviet Supremo del torismo y parece decidido a contentar a ese sector duro -ha reseñado dos corridas de Miura para la próxima campaña en Las Ventas- pero también estará diseñando alguno de esos sonetos de arte y ensayo en los que realmente se siente a sus anchas. Mora, activo usuario de la conocida red social, ilustraba la fotografía con un comentario enigmático que invita a pensar en algún acontecimiento. “Quién sabe, igual unas estaciones más adelante se da en Las Ventas...” No sabemos si dichas estaciones son meteorológicas o de metro. Lo que sí sabemos es que a los tres de la foto les va la marcha. Ya lo dijimos la semana pasada: Nos vamos a divertir...

Un poco de parafernalia taurina

El caso es que Morante nos sigue prestando el hilo argumental del Observatorio de esta semana. Lo tienen a todo color ahí al lado: el matador cigarrero ha regalado a la cofradía del Baratillo el hermoso y original vestido verde lago con el que desorejó a Dudosito, ese boyante toro colorao de Álvaro Núñez Benjumea con el que selló el desagravio definitivo con la afición baratillera. El traje, de inusuales delanteras bordadas, nos lleva a la Edad de Plata, una apasionante época del toreo sin la que no se puede entender el particular imaginario taurino del diestro de La Puebla. Después de la muerte de Joselito se impuso esa moda indumentaria que no llegó a prevalecer. En los años 30 volvieron -notablemente estilizados- los clásicos alamares. Pero ya que la cosa va de historia no está de más recordar el 175 aniversario de Lagartijo El Grande, primer Califa del toreo y uno de uno de los pilares fundamentales de este arte. La referencia nos sirve para trazar algunas analogías con Enrique Ponce, que ha ganado la prestigiosa Oreja de Oro de Radio Nacional con 27 temporadas de matador de toros cumplidas y más de tres décadas de profesión. La longevidad profesional del maestro valenciano es comparable a la del califa cordobés. Esta misma temporada se produjo un hecho histórico que hizo frotarse las manos a los ratones de biblioteca. Cuentan que Ponce superó la marca de Rafael Molina en Santander. El coloso cordobés contaba en su haber con 4867 toros estoqueados. Ponce rebasará más pronto que tarde los 5000. Y los que le quedan.