La personalidad de Pablo Páez apuntaló el festejo

El aspirante rondeño, formado en la Escuela de Sevilla, cortó la única oreja de la segunda novillada de promoción

13 jul 2018 / 10:57 h - Actualizado: 13 jul 2018 / 11:30 h.
"Toros"
  • Pablo Páez, este jueves en la Maestranza. / Jesús Barrera
    Pablo Páez, este jueves en la Maestranza. / Jesús Barrera
  • Segunda novillada de promoción en la Maestranza. / Jesús Barrera
    Segunda novillada de promoción en la Maestranza. / Jesús Barrera

Resulta complicado juzgar la aptitud y la actitud de los aspirantes cuando se encuentran con una novillada sin posibilidades. El envío de Carlos Núñez –feo, mal presentado y ayuno de contenido- fue una dura prueba para el sexteto de novilleros que se anunciaron en el segundo festejo clasificatorio del ciclo de promoción sin el ambiente, el calor ni el jolgorio de otros años. ¿Qué está pasando? Habrá que pararse a analizarlo.

El caso es que el único que se llevó el gato al agua fue el rondeño Pablo Páez, que volvió a dejar de manifiesto el dulce momento que atraviesa la escuela de Sevilla. El centro que depende de Aula Taurina parece haber dejado atrás ese rol de convidada de piedra de no hace tantos años. Páez tiene personalidad y gusto en el trazo pero, sobre todo, salió sincera y resueltamente a aprovechar como fuera las muchas o pocas posibilidades que le ofreció un novillo, el quinto, que no tenía ni media arrancada. Por eso hay que dar doble mérito a una faena que enseñó un toreo de calidad, sentido del temple y también alguna lagunita lógica del que empieza. Páez tiene su fuerte en la mano izquierda y logró llamar la atención. Debe tener sitio en una final en la que ya se abrió hueco su rival más directo: El Primi.

También se quedó cerca de ese trofeo el aspirante madrileño Jesús García. Ya había animado el cotarro en su quite por lopecinas en el novillo de Páez cuando el larguísimo festejo caminaba hacia el despeñadero. García esta puesto y se sabe bien el oficio. Maneja bien el capote, banderillea con vistosidad y soltura y resuelve con la muleta. Merece ser visto con otro material. El eral de ayer sólo acertó a defenderse y a tirar puñetazos. El chaval estuvo mejor de lo que merecía el animal.

Y a partir de ahí poco más que contar en una novillada interminable que dejó pocas ganas de volver al público mayoritariamente juvenil que se desperdigó por los tendidos. El nazareno Curro Jurado había llegado de Ceuta –sirve en la Legión- sin pelo suficiente para sujetarse la castañeta. El chico, fornido, tiene oficio y no está exento de firmeza aunque debe administrar mejor el tiempo y la estructura de las faenas. Esbozó muletazos de buen corte con el primero y llegó a templarse con el que mató por Parrita, al que instrumentó buenos naturales finales.

Mucho más verde se mostró Carlos Enrique Carmona, hijo del matador de toros Lázaro Carmona. Aún está lejos de alcanzar la firmeza y capacidad de resolución para resolver los problemas que le planteó el segundo novillo de la noche, que le propinó una fortísima voltereta. Antes había metido para dentro a Parrita con una fea cornada en el bajo vientre que, afortunadamente, no revistió graves consecuencias. Nos queda el novillero charro Manuel Martín, que todavía debe tener los oídos atronados por el berreo del cuarto, un becerrón feote y acobardado al que le anduvo con desahogo. No se podía hacer más.


Ficha del festejo

Ganado: Se lidiaron seis erales de Carlos Núñez, mal y desigualmente presentados además de con un común fondo de mansedumbre. Se movieron sin clase ni entrega primero y segundo. El acobardado tercero humilló algo más. El berreón cuarto fue casi ilidiable. Vacío de todo el quinto y a la defensiva el sexto.

Aspirantes: Curro Jurado, de Dos Hermanas, silencio tras aviso y vuelta por su cuenta en el que mató por Parrita.

Carlos Enrique Carmona, de Madrid, vuelta al ruedo por su cuenta tras aviso.

Cristóbal Ramos ‘Parrita’, de Murcia, resultó herido al salir a quitar al segundo

Manuel Martín, de la Escuela Taurina de Salamanca, silencio tras aviso.

Pablo Páez, de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, oreja

Jesús García, de la Fundación El Juli, vuelta al ruedo tras petición.

Incidencias: La plaza registró un tercio de entrada en noche fresca y agradable. Parrita fue atendido en la enfermería durante la lidia del segundo sufriendo una “herida inciso-contusa en tercio medio región pretibial, miembro inferior izquierdo, que interesa tejidos blandos superficiales”. El parte, firmado por el doctor Mulet, calificó el percance de “menos grave”. El novillero fue trasladado a un centro hospitalario.