La Tauromaquia hay que enseñarla

La Asociación de Guías Turísticos en Andalucía apuesta por la formación taurina de sus socios. La empresa Aprende de Toros ha sido la encargada de sumergirles en los secretos del toro y el toreo

04 feb 2018 / 08:57 h - Actualizado: 04 feb 2018 / 08:58 h.
"Toros"
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sevilla{ «La Tauromaquia, más que defenderla, hay que enseñarla». Las palabras, del infortunado diestro Víctor Barrio, se han convertido en una máxima para un sector que debe salir de su catacumba. Se trata de mostrar el retablo de valores éticos, estéticos, culturales, ecológicos e históricos que atesora este mundillo. El universo del toro forma parte indisoluble de nuestra cultura y así lo ha sabido ver y comprender la Asociación de Guías Turísticos en Andalucía (Aguinaldo), buscando ampliar la formación de sus socios. Lo ha hecho en simbiosis con la empresa Aprende de Toros, comandada por José María Ramos, veterano corredor de San Fermín y un experto en los entresijos del complejo planeta del toro.

Y la mejor manera de conocer el toro es ir a buscarlo a su propio hábitat. Las fincas en las que pastan las reses de la ganadería de Soto de la Fuente son las más cercanas a Sevilla. Desde los cerrados se divisa perfectamente –emergiendo entre la bruma– la silueta de la torre Pelli. El caserío de Las Pajanosas está a dos pasos pero el viento inclemente que anuncia nuevos fríos es la frontera más rotunda con el ladrillo y el asfalto. Javier Soto, el ganadero, y su mayoral, José María, franquean las cancelas a la expectante tropa de guías turísticos. Las reses se dividen entre las fincas El Roque y Cantalobos, a un lado y otro de la vieja nacional, en las orillas de la mismísima Ruta de la Plata.

Los guías proceden de Sevilla, Ronda, Extremadura... pero también de Italia o Grecia. Ramos combina el conocimiento con la experiencia. Toca formar y desbrozar tópicos. Se aprende a la vez que el remolque, guiado por el banderillero y vaquero Juan Antonio Cobos, conduce a los guías turísticos –que cambian de papel– al corazón de la dehesa: del cerrado de los añojos al de los toros de saca, pasando por los utreros. La amena charla, convertida en lección, se detiene en la placita de tientas antes de concluir –el frío y el aire aprietan– al calor de la reconfortante lumbre campera.

Miguel Ángel Rivera Romero preside esta asociación que no ha tenido dudas. Tampoco complejos. «El toro forma parte de nuestra identidad cultural y tenemos que conocerlo, saber de dónde viene», señala Rivera precisando que «se trata de dar un servicio a personas que pueden venir interesadas en esa parte de nuestra cultura; ése es nuestro compromiso», añade el guía aportando un dato revelador: «La plaza de la Real Maestranza es uno de los sitios que más desean conocer los visitantes; no deja de constituir un signo identitario». «El turista quiere ver que hay detrás de los tópicos y qué importancia tienen en nuestro día a día», añade.

Ahí entra la labor de José María Ramos. «Se trata de formar a unas personas que reciben a muchos visitantes; de que puedan hablarles con propiedad y conocimiento de causa más allá de los dos o tres tópicos equivocados que encuentran en internet. Si conocen cómo se cría el toro y las personas que habitan este mundo cambiarán la percepción completamente», concluye el director de Aprende de Toros. ~