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Los números siguen sin salir

Juanma Lamet ha publicado un estudio estadístico que vuelve a delatar el descenso de los espectáculos taurinos celebrados entre las dos últimas temporadas. Mientras tanto, Casas comienza a sacar los primeros conejos de su imprevisible chistera

22 nov 2016 / 10:25 h - Actualizado: 22 nov 2016 / 10:28 h.
"Toros"

La industria del toreo vuelve a la recesión

El estudio publicado por Juanma Lamet en el diario Expansión merece una mención detenida. Este especialista en información económica destaca un dato fulminante que debe llamar a la reflexión: los festejos celebrados en plazas de toros han caído más de un 8%. Conviene desglosar esos datos atendiendo al mismo estudio. En 2016 se celebraron 1.050 espectáculos, 95 menos que el año anterior. Paralelamente, los llamados festejos populares -encierros, capeas, recortes, sueltas de vacas- vuelven a exhibir músculo y viabilidad económica al incrementarse más de un 16% en los últimos años. No se vayan todavía, que aún hay más: Lamet alude a otras tendencias contemporáneas, como la paulatina sustitución de los tradicionales festivales benéficos -que caen un 15,5%- por exhibiciones de toreo y tentaderos públicos que acarrean costes muy asumibles. El problema es la pela, oiga...

Una vuelta a las cifras de los felices 80

Nos interesan especialmente las cifras de festejos mayores. En 2016 se han celebrado siete corridas menos -443- que el año anterior aunque el autor recuerda que esos números son muy similares a los registrados en los años 80, cuando el cómputo de corridas rondaba una media de 476 festejos al año. Eso sí, el desplome de las novilladas picadas -de costes casi inasumibles en la actualidad- vuelve a ser una losa que planea sobre el futuro del sector. En 2016 se dejaron de celebrar 42 novilladas. Tan sólo se verificaron 216, certificando la lenta defunción de un circuito que demanda un nuevo marco legal y económico para evitar su extinción definitiva. Los rejones tampoco se han librado de esa recesión. Se han contabilizado 195 espectáculos de argumento ecuestre, casi un 5% menos que el año anterior. Está visto que hay que moderar el entusiasmo aunque conviene recordar algunos datos de los que algunos no quieren oír ni hablar: por ejemplo, que los espectáculos taurinos aportan a las arcas del estado -a cambio de nada- tres veces más que el cine; o que en su conjunto la Tauromaquia es la actividad cultural que realiza mayor aportación a las arcas públicas en ingresos fiscales, tal y como reveló el profesor Juan Medina en un difundido estudio que -ateniéndose a las cifras recogidas en 2013- cifraba el impacto económico global del sector taurino en 1.600 millones de euros. Pues eso.

Los fantasmas ‘toristas’ de Simón Casas

Simón se enfrentó a las fauves en un coloquio organizado por la Asociación El Toro en la madrileña Casa Patas. Se trata de entretener el invierno taurino. Algunos ayatolás del traído y llevado torismo le esperaban con la escopeta cargada y la hoguera encendida. Pero el productor, que llegó acompañado de Curro Vázquez, salió más que airoso del trance empleando sus mejores armas: la florida verborrea. ¿No queréis caldo? Os voy a preparar siete tazas, amiguetes. Casas animó el cotarro anunciando una corrida del indiscutido y laureado Victorino Martín para estrenarse al frente del Foro en una fecha declinante: el Domingo de Ramos. El ruido de sables cesó; los revólveres volvieron a sus fundas, se apagaron los fuegos... El empresario francés sabe darle la vuelta a cualquier tortilla, decir lo que se quiere escuchar y, perro viejo, ha asumido perfectamente que el discurso torista tiene que formar parte de sus propuestas. “Quisiera acabar mi carrera aportando algo al torismo”, espetó a un auditorio que llegó a acusarle de querer echarles de la plaza. ¡Qué fenómeno! Simón Casas debe estar cocinando algo en el magín para dejar a todos contentos. El sambenito torerista le obligará a mostrarse como paladín de cierto tipo de animal que no siempre embiste pero que sí alegra las pajarillas a un sector tan minoritario como ruidoso. Simón sabe con quién se juega los cuartos. Nos vamos a divertir...