Los toros vuelven a Alcalá de Guadaíra después de una década

La Hermandad del Soberano Poder ha organizado un festival benéfico el próximo 18 de febrero

12 ene 2017 / 11:07 h - Actualizado: 12 ene 2017 / 11:29 h.
  • Cartel del festival. / El Correo
    Cartel del festival. / El Correo

Un cartel compuesto por el rejoneador Manuel Manzanares, los matadores Juan Serrano Finito de Córdoba, Manuel Jesús El Cid, Salvador Cortés, el diestro local Marco Antonio Gómez y el novillero Emilio Silvera servirá para devolver el pulso taurino a la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra. La cita es el próximo 18 de febrero –el festejo comenzará a las 16.30- en la plaza portátil montada para la ocasión en el recinto ferial. Las reses a lidiar pertenecen a la divisa de Lagunajanda.

La hermandad del Soberano Poder ha sido la encargada de poner en pie este evento benéfico que supone la recuperación de la fiesta después de casi quince años de la desaparición de su plaza de obra, demolida en 2002 para dar paso a un centro comercial que terminó de un plumazo con la rica tradición taurina de la localidad y levantó la habitual polvareda política y ciudadana.

Antes de la destrucción de ese coso se anunció la construcción de un nuevo recinto taurino que nunca se llegó a hacer realidad. Se llegó a asegurar que se trataría de una plaza multiusos, levantada en terrenos del Zacatín, aunque el proyecto se diluyó en medio de acusaciones entre los grupos políticos que formaban el ayuntamiento alcalareño.

La antigua plaza de Alcalá de Guadaira, de 7.500 localidades y propiedad de la familia Peña, se inauguró el 20 de agosto de 1961 con toros de la ganadería del Marqués de Albaserrada, que lidiaron el rejoneador Baldomero Gabiño y los matadores de toros Joaquín Bernadó, Miguel Mateo Miguelín y Rafael de Paula. En los cuarenta y un años que permaneció en activo contó con la presencia de la mayoría de figuras del momento. Se puede nombrar a Curro Romero, Diego Puerta, Jaime Ostos, Paco Camino, El Viti o El Cordobés. En sus últimos tiempos acogió la alternativa del diestro local Adolfo de los Reyes de manos de Palomo Linares en un festejo estrafalario, condicionado por una huelga de las cuadrillas, que llegó a ser televisado por una televisión nacional.