Pablo Aguado: «Quiero llegar a Sevilla con los deberes hechos»

El diestro sevillano, emblema de la nueva hornada de matadores, sale de Valencia con un valioso trofeo y el crédito de los profesionales. En el horizonte le espera un Domingo de Resurrección en clave madrileña y su presencia en uno de los carteles más atractivos del ciclo sevillano.

19 mar 2019 / 12:31 h - Actualizado: 19 mar 2019 / 12:34 h.
"Toros"
  • Pablo Aguado: «Quiero llegar a Sevilla con los deberes hechos»

Aguado puede estar satisfecho. Pero prefiere digerir con tranquilidad este nuevo triunfo que le acerca, con pasos medidos y contados, a sus definitivos objetivos. El flamante diestro sevillano, que inicia su segunda temporada completa como matador, ha saldado su paso por la feria de Fallas dejando aura de torero clásico y natural y, ojo, reivindicando el perdido sentido de la medida.

Tiene motivos para estar contento...

Sí pero todo eso ya forma parte del pasado. Ahora la preocupación es la siguiente tarde.

Pero esa oreja ha tenido una repercusión especial; un run-run entre los profesionales. Se sigue hablando de ello...

Ya me había pasado en Sevilla. Había salido enfadado después de pinchar al toro pero después te das cuenta de que tiene mucha más repercusión de la que pensabas. Sevilla me dio la posibilidad de ir a Madrid y Madrid, de venir a Valencia. Siempre he tenido la suerte de poder puntuar. Han sido tres plazas de primera, y las tres consecutivas. Hay que tocar madera para que la racha siga así. Así no, mejor.

Y hablando de Madrid, ahí está esa tarde del próximo Domingo de Resurrección.

Antes iré a un pueblo de Francia pero después, Madrid otra vez. Vamos de puerto de primera a puerto de primera. Es un cartel –con David Galván y Juan Ortega para estoquear un encierro de El Torero- que ha tenido buena acogida desde que salió. Ojalá se traduzca esa ilusión en la plaza. Es reconfortante que una terna de tres toreros jóvenes tenga esa aceptación. También es muy halagüeño para el futuro inmediato despertar ese interés en el aficionado.

Pablo Aguado: «Quiero llegar a Sevilla con los deberes hechos»

Hay que volver a Valencia: se ha hablado de tu naturalidad, del concepto clásico del toreo pero también de ese sentido de la medida que estaba tan perdido.

Una de las cosas que intento siempre cuando voy al campo es estar lo más medido posible. Yo mismo, cuando veo las faenas de otros e incluso las mías, se me hacen largas. Al final todo el mundo agradece que le ofrezcas poco y concentrado. Hay que evitar que la gente se aburra, que se aburra hasta el toro y el torero. Lo que pasa es que el toro también tiene que poner de su parte. Hay animales a los que hay que hacer o sobar un poco al principio pero siempre que se pueda hay que intentar concentrarlo todo sin que esa brevedad te impida dejar nada en el tintero.

El nombre de Pablo Aguado ya está colgado de uno de los carteles más atractivos de la Feria de Sevilla.

Estoy ilusionado pero también arrastras una responsabilidad grande. Mis preocupaciones ahora están en las dos corridas que tengo antes y no quiero obsesionarme con la tarde de Sevilla. Prefiero ir partido a partido. A Sevilla hay que ir con los deberes hechos, especialmente después de Madrid. Siempre he sentido el apoyo de la plaza; desde los tiempos de novillero. Y ahora, después de lo que pasó el año pasado, he notado aún más ese calor. Estaba deseando verme en un cartel rematado y ahora que veo ese cartel en la calle contemplo a mucha gente ilusionada con ese día. Es una responsabilidad añadida porque no puedo defraudarles.

¿Esa responsabilidad supera al miedo al toro?

En plazas de la importancia de Sevilla es tanto el miedo a la responsabilidad, al escenario y a todo lo que conlleva que el miedo al toro. Pasa a un segundo plano. El miedo al toro siempre está ahí, hasta con una becerra en un tentadero pero en ese tipo de plazas la responsabilidad lo supera todo y se convierte en tu obsesión. No piensas más que en ese miedo escénico.

Eso implica un trabajo mental que va más allá del entrenamiento o la preparación en el campo.

Intento apartar esos miedos pasando el tiempo con la mayor naturalidad posible los días que toreo. Al fin y al cabo son dos toros y tienes que eliminar de tu mente lo que hay detrás de la barrera centrándote únicamente en el toro y en ti mismo, dándoles la lidia que piden. Es fácil decirlo en frío pero es inevitable mirar para arriba y ver esos arcos llenos...

Pablo Aguado: «Quiero llegar a Sevilla con los deberes hechos»

En cualquier caso comienza el año de una forma distinta; su nombre ya cuenta en la confección de las ferias. Así se encara el año sin ese pellizco del saber qué va a pasar...

Hemos cambiado el pellizco de no tener nada por el pellizco de tener que responder a las expectativas. Pero bendito pellizco. Ha cambiado mucho el panorama desde el año pasado y por eso siempre digo que en esos momentos en los que parece que el toreo es injusto no hay que perder la calma ni venirte abajo. El tiempo pone a todos en su sitio y si el año pasado, gracias a Sevilla y Madrid, merecí estar en las ferias, el toreo así lo ha propiciado. No vale de nada invocar a la injusticia. Pueden ser a corto plazo pero cuando uno es capaz de hacer las cosas como debe hacerlas y cuenta con ese punto de suerte necesaria al final, pegando un porracito y otro, el toreo te acaba dando la oportunidad.

Si se da una vuelta por las redes sociales comprobará que el personal estaba pidiendo que le dieran la sustitución de Emilio de Justo este martes en Valencia.

Intento no estar demasiado pendiente de esos halagos pero se agradecen. Ya habrá tiempo de volver a Valencia. En cualquier caso es muy bonito que la gente tenga ganas de volver a verte. No hay prisa.

¿Puede contarme algo del bombo?

Tuvo mucho éxito en la Feria de Otoño y ahora ha cambiado el formato y ha seguido teniendo repercusión. No sé si es adecuado para una feria tan larga y tan importante. Eso depende de los gustos y la situación profesional de cada uno. Es novedoso y si sirve para que la gente vaya a la plaza , bienvenido sea.

La temporada ha comenzado con dureza. Hay que estar preparado para coger sustituciones.

Siempre se ha dicho que hay corridas que las firman unos y las torean otros. Ojalá no tenga que llegar el caso pero el puntuar en las primeras ferias siempre juega a favor de que cuenten con uno.

¿Cómo ha sido el invierno? Las seis tardes del año pasado tuvieron un poso, un significado, una repercusión...

Cuando acabé la temporada tenía esa satisfacción: la del deber cumplido; la de haber resuelto tardes complicadas y afrontar con la poca experiencia que tenía todo lo que vino. Eso me dio tranquilidad pero una vez olvidado, había que volver a entrenar de cara a este año. Lógicamente lo hago con ilusión después de ver como se presentaba la temporada. Eso sí, sin obsesionarme, sin querer entrenar más que nunca... siguiendo la misma rutina, el mismo entrenamiento, la misma mentalización que el año pasado. La responsabilidad es mayor pero no tiene que cambiar mi preparación. Tengo que afrontar las cosas con naturalidad. Si me sirvió el año pasado hay que seguir así, eliminando lo que no me pudiera venir bien. No debo obsesionarme ni dejar que la responsabilidad de estar en las primeras ferias me afecte.

Va a ser una Semana Santa un poco diferente, pendiente de hacer el paseíllo en Madrid.

Esta Semana Santa, hasta que llegue el Domingo de Resurrección, voy a portar una cruz que pesa mucho. Va a ser una penitencia importante. Bendita sea.