La LXI Corrida Goyesca de Ronda, eje de las fiestas de Pedro Romero de la ciudad del Tajo, ya tiene fecha y cartel. Será el próximo 2 de septiembre. El rejoneador Diego Ventura y los matadores de toros David Fandila ‘El Fandi’, José María Manzanares, Miguel Ángel Perera y Cayetano ampararán la despedida de los ruedos de Francisco Rivera Ordóñez en el mismo escenario que escogió para presentarse en público en el lejano día de San Cayetano de 1992.
El último Paquirri pondrá cerrará toda una carrera que ya había dejado entornada en su primera despedida, El 13 de octubre de 2012, después de actuar en Zaragoza junto a El Cid y Sebastián Castella. Se marchó sin anuncio previo y sólo una semana después de que su hermano Cayetano también hiciera un paréntesis en su propia carrera. Pero en el otoño de 2014 se escucharon trompetas de reaparición. Francisco Rivera quería volver a la palestra al año siguiente para conmemorar el vigésimo aniversario de su alternativa pero una gravísima e inoportuna cornada en Huesca –que llegó a poner en riesgo su vida- le obligó a cancelar la campaña y, de paso, a ampliar esa vuelta puntual en las temporadas de 2016 y 2017.
Pero todo tiene un final y el hijo de Francisco Rivera Paquirri bajará la persiana de su carrera en una plaza y unas fechas estrechamente ligada a sus reatas familiares. Hay que recordar que todo empezó en esa Maestranza de piedra el 8 de agosto de 1991, vestido de lila y plata, y alternando con Javier Conde y Chicuelo en una novillada sin picar. La alternativa llegaría cuatro años después en Sevilla. Espartaco, que cayó gravemente herido en aquel festejo, le convirtió en matador de toros en presencia de Jesulín de Ubrique la tarde del 23 de abril de 1995. Pero fue en el segundo compromiso que había adquirido en esa feria cuando Francisco dio el salto definitivo. Rivera Ordóñez se convirtió en figura indiscutible después de desorejar un fiero ejemplar de Sánchez Ibargüen. Aquel toro le cambió la vida y muy pronto integró el famoso cartel de ‘Los Tres Tenores que encabezaban Joselito y Ponce con el que dio la vuelta a España en la primera fase de su carrera.
Después llegarían algunos baches personales y profesionales que Francisco supo salvar con responsabilidad y amor propio. El concurso de algunos apoderados y consejeros providenciales fue fundamental para mantener a flote el torero, que cubrió su última etapa profesional instalado a sus anchas en el rentable y taquillero cartel de los llamados toreros mediáticos como Manuel Diaz ‘El Cordobés’ y David Fandila ‘El Fandi’, sus compañeros de tantas tardes. Las últimas campañas, además, recuperó el nombre de Paquirri que sólo había usado su padre y refrescó algunas vetas de su sangre Rivera, como la costumbre de banderillear a casi todos los toros. Mientras tanto, mantenía intacta su condición de personaje famoso fuera de las plazas de toros. Sus vericuetos personales, el matrimonio malogrado con Eugenia Martínez de Irujo y su último enlace con la sevillana Lourdes Montes le han hecho permanecer en primera línea de actualidad.