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El matador Pepe Moral tras la operación. / El Correo
La corrida, y la propia temporada, no comenzó con buen pie para el matador de toros Pepe Moral, que resultó alcanzado por su primer enemigo en los primeros lances de capote sufriendo un fuerte golpe en la rodilla. Moral, visiblemente, mermado de facultades, llegó a estoquear ese toro y volvió a la cara de su segundo enemigo, infiltrado y la vía puesta, después de pasar por la enfermería. Pero era imposible seguir. Después de pasar un calvario para echar abajo a ese toro volvió a ponerse en manos de los médicos. Ya no podría salir más.
La corrida se había organizado como un mano a mano entre Manuel Escribano y Pepe Moral que reeditaba, de alguna manera, el que ya habían dirimido en la pasada Feria de Abril. Delante, como entonces, tenían seis toros de Miura, una ganadería debutante en la feria invernal de Valdemorillo que lidió un interesante encierro que propició el triunfo de Escribano. El torero de Gerena mató cuatro toros por el percance de su compañero y se desquitó de su discreto balance en el vis a vis anterior, que se resolvió a favor del marcador de Pepe Moral.
Después se supo que Moral había sido intervenido de una cornada interna de 10 centímetros de extensión por encima de la rodilla izquierda. La operación, resuelta en la enfermería de la propia plaza de toros de Valdemorillo, duró más de 40 minutos. El torero sevillano fue trasladado en UVI móvil a la clínica Puerta de Hierro de Madrid, y allí fue sometido a una resonancia para conocer el alcance de la posible lesión de ligamentos en el codo derecho, que también fue afectado por el percance. El diestro de Los Palacios se encuentra estable dentro de la gravedad propia de las lesiones.
Pepe Moral aún tiene tiempo para recuperarse de esas lesiones con la vista puesta en el ilusionante comienzo de temporada. El matador palaciego tiene en el horizonte, entre otros compromisos, la corrida de Victorino Martín que estoqueará el Domingo de Ramos en la plaza de Las Ventas.