Rafa Serna: caer y volver a levantarse

El joven diestro sevillano reaparece hoy en el bicentenario coso limeño de Acho. Vestirá el mismo terno que llevó en su alternativa y confirmará el doctorado de manos del mismo padrino –José María Manzanares– que no pudo comparecer en aquella fecha

03 dic 2017 / 08:45 h - Actualizado: 03 dic 2017 / 08:45 h.
  • Rafa Serna recibe el cariño de su padre, inminente rey Baltasar de la cabalgata, antes de convertirse en matador de toros. / Antonio Delgado-Roig
    Rafa Serna recibe el cariño de su padre, inminente rey Baltasar de la cabalgata, antes de convertirse en matador de toros. / Antonio Delgado-Roig

sevilla{Rafa Serna recibirá esta madrugada –hora española– los trastos del oficio de torear de manos de José María Manzanares en el bicentenario coso de Acho. Tendrá delante un joven león como Roca Rey. La maquinaria se pone de nuevo en marcha después de recuperarse de la grave cornada del día de su alternativa sevillana. La función continúa.

La primera pregunta es más que obligada: ¿Cómo se encuentra?

–Estoy muy bien. He tenido una recuperación muy buena del brazo, sin demasiados problemas aunque con las lógicas molestias. Desde que empecé a recuperar la musculatura me he sentido muy a gusto, sin problemas para entrenar, coger los chismes o tentar en el campo.

¿Le ha dado tiempo a pensar en lo que lleva hecho y lo que aún le queda por hacer?

–Ha sido un tiempo de descanso, de coger fuerzas para la temporada americana. En realidad no me ha dado tiempo; aún está todo muy reciente pero lo que más me ha preocupado es la corrida de Lima y la recuperación se me ha pasado volando. Cuando uno se pone una meta y trabaja para ella los días pasan de otra manera.

El cartel de Lima es idéntico al que se organizó para su alternativa.

–Fíjate, las cosas que pasan en la vida... Estoy super feliz de estar en esa corrida de toros acompañando a dos figurones del toreo. Me hace mucha ilusión por ambas partes. Manzanares iba a ser el padrino de mi alternativa y por su percance no pudo ser. Andrés es el torero de la tierra y ha sido un ejemplo para todos los novilleros. Es una satisfacción verte andando en medio de ese paseíllo.

Y además habrá cesión de trastos. Se trata de una confirmación de alternativa.

–Es verdad. Cuando me confirmaron que Manzanares no podría ser mi padrino me dio mucha lástima. Es un torero que significa mucho para Sevilla y aunque tuve otro padrino de gran categoría me habría hecho mucha ilusión que hubiera sido Josemari. Ahora podrá serlo en mi confirmación limeña.

Dicen que Lima es la Sevilla de América.

Lo pude comprobar el año pasado de novillero. Tienen una sensibilidad especial con los toreros y aunque Sevilla es inigualable se le puede parecer un poco.

Hay que volver a San Miguel: le quedó la satisfacción de no dejar ese toro vivo a ningún compañero.

–Es que era un día para echar toda la carne en el asador. Todo el mundo me decía que era una fecha para disfrutar y así lo hice pero también sabía que era un día importante para jugármela. Y así fue. Quería demostrar la ambición y las ganas de ser torero; de llegar a figura. Quería que la gente me viera al mismo nivel que las figuras; que supiera que puedo encajar en ese tipo de carteles. La verdad es que no me amedrenté y aproveché hasta la última posibilidad que me dio aquel toro: desde que rompió el paseíllo hasta que me fui para dentro.

No fue un toro fácil...

–El animal echó siempre la cara arriba. Protestó en todo momento: en los pases de pecho, cuando le querías obligar más de la cuenta... Sabía que no era el material más idóneo pero cuando estás tan metido en el día no puedes hacer las cosas mal. Quise matarlo con todas las de la ley y lo pagué. Fue muy certero, me pegó un derrote muy seco y no me perdonó.

El caso es que este año llegan los Reyes Magos de una forma especial a su casa.

–Por lo menos llega uno, jajajajaja. Lo voy a acompañar ese día. Es una tradición muy importante en esta ciudad y en mi casa se nos ha inculcado esas costumbres. Para nosotros será un día especial: por la ilusión que le hace a mi padre y a todos nosotros. Es un momento para estar con él y recordar siempre. Hay cosas en Sevilla que son un privilegio como que te nombren pregonero o rey mago y disfrutarlas al lado de mi padre es un gustazo.

Ricardo Suárez le diseñó un vestido singular para su alternativa. Después de la cornada toma valor añadido.

–Era un traje muy especial, preparado para el día que sueñan todos los toreros. Por suerte o por desgracia se tiñó de sangre. También podría haberse impregnado de triunfo. Son cosas que van dictando las circunstancias: en Sevilla fue la cornada y en Lima puede ser un triunfo. Es un vestido importante: por la forma en que se gestó y se diseñó; por todo lo que representa; porque fue mi primera vez. Y en Lima me lo voy a volver a poner. ~