Rafa Serna se convertirá en matador un día después de su rival en un cartel que no será como se había pensado. La ilusión sigue intacta.

—Hay que recordar aquel verano prodigioso de 2014, la Puerta del Príncipe, la rivalidad con Aguado?

—El debut en Valverde del Camino también fue un día especial. Fue el primer novillo que le brindé a mi madre, la primera vez que me vestí de torero... Lo de Sevilla fue otro sueño, comparable con la final con Pablo y Carballo. Disfruté mucho en la plaza? —Eráis más jóvenes y se os notaba la ilusión. ¿Permanece aún intacta?

—La ilusión sigue; las ganas de torear; de estar en la plaza? pero ahora te invade la responsabilidad. Antes sólo quería torear y divertirme pero ahora recapacitas las cosas; te las tomas de una manera más fría. El tiempo te hace madurar. Yo empecé con 16 y ahora tengo 21 y la mentalidad no es la misma. —Encarnasteis la generación del festival de Triana. Se creó un espíritu de grupo.

—Los amigos se identificaban con unos y otros. Se vivió un ambiente muy bonito y salimos muchos. Pablo y yo hemos llegado a las puertas de la alternativa pero es que fue un tiempo especial de mucha convivencia. Ahora evoco los tiempos de la escuela, la ilusión, las ganas de aprender, la inocencia? cuando se anunció mi alternativa me di cuenta de lo rápido que había pasado todo.—Ese pique sostenido con Aguado ya forma parte de vuestras trayectorias.

—A los dos nos ha pasado aunque fuera de aquí no hemos notado esa responsabilidad. Nos la transmitían nuestros amigos, los familiares, el ámbito cercano? Eso nos ha dado bola y creo que los dos hemos respondido.—Y alternativa en Sevilla...

—Es el sitio que me dio a conocer y que me ha dado todo. Es mi tierra, mi casa, la plaza que siempre he soñado. Ahí se han forjado mis ilusiones. Es donde vi mi primera corrida de toros. —¿Qué tal ha vivido las vísperas del doctorado?

—Disfrutando, apurando esta época de novillero en la que he conocido gente tan buena. He vivido momentos muy bonitos desde becerrista, novillero sin picadores, el tiempo de América?—Ahí empieza su historia.

—Le debo mucho a América en lo personal. Me fui solo, con 19 años y para una única novillada. Toreé seis y me acabó apoderando Casa Toreros. Lo viví como un cuento pero fue una experiencia que me hizo madurar. Luego las cosas salieron bien en donde tenían que salir: la Monumental de México.—Su padre también está luchando en otro ruedo.

—Es muy importante que él esté a mi lado ese día. Y creo que también lo es para él. Llegar a ser matador es tan difícil? de mi quinta sólo han llegado dos. Quizá no le he dado importancia a la suerte que he tenido. Sólo llegar tiene mérito y si ese día está mi familia conmigo será el más feliz de mi vida. —Un día que afrontará con un vestido muy especial.

—Ricardo Suárez le prometió a mi padre que me diseñaría el vestido de mi alternativa. Un día entramos en el Salvador y me explicó lo que quería. Es muy original, refleja el barrio en el que vivo y le hemos puesto mucho cariño. Significa mucho para todos.—¿Y el traje de beduino?

—Jajajaja, ése es otro día bonito que viviremos en mi casa. Después de algunos sinsabores están llegando noticias buenas, pero sobre todo esperanza e ilusión para tirar del carro. Ahora estoy más pendiente del traje de la alternativa pero el otro viene después.—Y se pone el cuentakilómetros a cero.

—Es que empieza todo. Estamos en la puerta del camino. Lo anterior es un periodo de aprendizaje, de madurez? llegar a la alternativa es un nuevo comienzo. Lo anterior no importa. Ahora tiene que salir el toro.