Torismo, San Miguel y solidaridad taurina

Las primeras figuras afrontan la recta final de la campaña con la vela a todo trapo. Los triunfos se suceden mientras el aficionado sevillano ya barrunta el fin de la temporada en la plaza de la Real Maestranza

20 sep 2016 / 10:37 h - Actualizado: 20 sep 2016 / 10:41 h.

Algún apunte de demagogia taurina

La semana taurina que se fue confirmó el impresionante momento de Talavante pero también las idas y venidas de su lesión; la incombustibilidad de Ponce, la calidad dosificada de Manzanares, el faenón de El Juli y hasta la resurrección puntual de El Cid, de nuevo en simbiosis con la ganadería de Victorino Martín. Pero hubo otras noticias, como la encerrona de Sebastián Castella con un combo de adolfos que incluyó un ejemplar de pastueña embestida al que toreó como sueña. En la misma feria -hablamos de la Vendimia de Nimes- saltó un corridón de Núñez del Cuvillo que acabó con el cuadro. Vamos a hacer un juego para desmontar algunas falacias del torismo más demagógico. Si el ejemplar de Adolfo Martín hubiera llevado un hierro distinto -pongan el de Juan Pedro si quieren- lo habría calificado de babosa. Pero... ¿y si la corrida de Cuvillo hubiera lucido la marca de Cuadri, Palha o el mismo Adolfo? Las campanas aún repicarían a rebato. ¿O no?

La temporada toca a su fin en la Maestranza

Y la semana entrante nos lleva de cabeza a la recompuesta feria de San Miguel. Se echará de menos a Roca Rey pero hay que celebrar la colocación de dos matadores -Jiménez y Ureña- obligados a dar el paso. No sabemos que esconderá la chistera de Morante, que encara el final de un año en el que han pesado más las simas que las cimas aunque tampoco podemos olvidar que fue el autor del trasteo más luminoso de la campaña hispalense. En la segunda tarde brilla el nombre de Manzanares, que ha escogido la plaza de Sevilla para clausurar su particular temporada después de recuperar sus mejores fueros en aquel faenón antológico de la Beneficencia madrileña. El nombre de Castella despierta relativas ilusiones y el de López Simón, obligado a una temporada destajista que le ha quitado más que le ha dado, ha perdido algunos brillos.

Fuerza José Manuel Soto

Ése será el fin del abono pero la plaza de la Maestranza no cerrará sus puertas hasta el 12 de octubre. El festival en homenaje y beneficio de José Manuel Soto ocupará la emblemática fecha. El cartel está a punto de salir del horno y no está exento de alicientes. No es momento ni lugar para señalar con el dedo a los que no han sabido estar a la altura del acontecimiento apoyándose en absurdas miserias de política taurina; ellos sabrán. Sí hay que hacer un llamamiento para que la plaza se llene hasta los topes. El fin lo merece. Por cierto: la feria de Écija concluyó el pasado domingo sin que se abrieran las puertas de su histórica plaza de toros. Nadie ha dicho ni mu. Ahí es donde se puede empezar a morir el toreo. Cuidado.