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El diestro José María Manzanares en una imagen de archivo. /Jero Morales (Efe)
Es la noticia inesperada del mes más taurino del año. José María Manzanares se ve obligado a cortar la temporada por una peligrosa lesión cervical –una auténtica espada de Damocles- que le obligará a pasar por el quirófano a la mayor brevedad posible. El diestro alicantino será operado el próximo lunes en Sevilla, ciudad en la que también ha sido sometido a la resonancia magnética que ha determinado el alcance de una lesión que le produce un desplazamiento severo de un disco intervertebral en la región cervical. Un desplazamiento brusco podría causarle lesiones irreversibles.
Así lo adelantaba ayer, al filo de la medianoche, la edición digital de El Mundo. Manzanares presentaba un cuadro de continuas molestias en el cuello que se habían hecho extensivas al brazo izquierdo. La persistencia de esos dolores le terminó obligando a acudir a la revisión que ha determinado la urgencia de esa operación quirúrgica que dirigirá el doctor Trujillo, que ya intervino al torero de una hernia de disco anterior.
El diagnóstico ha determinado que uno de los discos vertebrales –entre el la vértebra C-5 y la C-6- oprime de tal forma la médula espinal que cualquier movimiento brusco podría llevar al matador a una silla de ruedas. El desplazamiento medular afecta al movimiento de los miembros superiores aunque ahora es más patente en el izquierdo. Los plazos de recuperación de esta lesión son aun absolutamente indeterminados y obligan, al menos de momento, a cortar la temporada.
El diestro alicantino será sustituido hoy mismo por el matador extremeño Antonio Ferrera en la plaza de El Puerto de Santa María, en la que tenía previsto actuar también el próximo domingo. Manzanares también era uno de los nombres más rutilantes de la feria de Colombinas en la que estaba anunciada este sábado en unión de Morante de la Puebla y Andrés Roca Rey.