Ventura presenta su encerrona madrileña

El rejoneador de la Puebla del Río convocó en el ruedo de Las Ventas a los aficionados para presentar los caballos estrella de su cuadra y comentar los pormenores de su gesto

04 sep 2018 / 11:24 h - Actualizado: 04 sep 2018 / 11:26 h.
  • Ventura presenta su encerrona madrileña

El ruedo de la Plaza de Toros de Las Ventas se llenó este lunes de aficionados, convocados por el rejoneador Diego Ventura. El éxito de convocatoria del jinete de la Puebla del Río marcó el interés que ha despertado su anunciado gesto de encerrarse con seis toros de tres ganaderías diferentes el próximo 6 de octubre en la Feria de Otoño. Ventura aprovechó el evento para presentar la cuadra que le acompañará en ese festejo, el primero en el que un rejoneador afronta el reto de fajarse con seis reses en solitario en el ruedo venteño.

El periodista Manuel Jesús Montes fue el encargado de conducir un acto que también contó con la presencia de los apoderados de Ventura, Pablo Lozano, padre e hijo y el gerente de Plaza 1, Nacho Lloret, entre otros rostros conocidos. Ventura comenzó evocando una tarde que marcó su carrera. Fue en octubre de 2005, también en el transcurso de una Feria de Otoño que cambió muchas cosas: “Aquella tarde conseguí llegar a la cima. Empecé con muchas dificultades porque vengo de una familia humilde y las cosas no salían, remontar era duro”, confesó Ventura admitiendo que pensó hasta en la retirada. “Estaba ahí y me costaba dinero, pensaba que no servía para esto. Tenía cerrada mi presencia en Zaragoza pero me ofrecieron Madrid. Hablé con mi padre y me dijo que tenía que ir a Las Ventas. Lo tomé como mi último cartucho. Me puse a portagayola en el segundo toro y entonces cambió mi vida. Salió todo muy bien, me vine arriba y aquel toro lo maté con el corazón. Lloré en aquella vuelta al ruedo con las dos orejas”, recordó.

Las cifras del rejoneador en el coso venteño cantan. Son dieciséis puertas grandes y en su último compromiso, en la pasada feria de San Isidro, se convirtió en el primer rejoneador que cortaba un rabo en esta plaza; ahora será el primero en encerrarse en solitario. Ventura rememoró aquella tarde sin poder evitar la emoción: “Me ha dado mucho; me ha dado una paz interior que siempre agradeceré. Ese día recuerdo a la plaza entera pidiendo el rabo. Me ha dado fuerzas para disfrutar de otra manera. A día de hoy sigo teniendo la capacidad de luchar por lo que creo por lo que mi techo está lejos”, añadió.

Ventura su agradecimiento a la plaza de Madrid y valoró algunos de los condicionantes del reto de enfrentarse a seis toros en solitario y con tres ganaderías diferentes: “Quería darle variedad a mi encerrona. Madrid se merece mucho y cada ganadería tiene la opción de traer dos toros que embistan. Madrid me quita el sueño todos los días y el público va a disfrutar, voy a sorprenderos”, señaló. A la conclusión del coloquio, Ventura presentó trece de los caballos estrella de su cuadra. Fueron Lambrusco, Bombón, Nazarí, Bronce, Guadalquivir, Dólar, Fino, Lío, Quillas, Gitano, Champán, Prestigio y Remate.