Los termómetros aún no han marcado el ascenso que dará salida a la campaña de verano. Sin embargo, la Unidad Militar de Emergencia (UME) ya se encuentra preparada para actuar cuando sea requerida su rápida intervención. Esta semana han realizado unas prácticas reales con el objetivo de tener todo a punto cuando reciban una llamada solicitando su actuación.

Córdoba, Barbate y la Isla de la Palma han sido escenarios de incendios durante los últimos días. Las llamas azotan estos tres lugares mientras, en la base aérea de Morón de la Frontera la UME, controla los tres focos de manera minuciosa. Aunque son maniobras militares, desde la instalación de Morón se plantea el ejercicio como si fuese real.

Dentro de unas semanas comienza la campaña de verano contra los incendios forestares y el II Batallón de la UME –que tiene sede en Morón de la Frontera y Canarias– ha preparado estas maniobras, que se realizan anualmente, bajo el reto de «mejorar la preparación, disponibilidad y capacidad de la unidad, ante los incendios forestales y urbano-forestales que pudieran afectar a la zona sur de España», detalla Joaquín Zozaya, capitán del II Batallón de la UME, mientras no pierde detalle de las maniobras que finalizaban el pasado 25 de mayo.

En Morón de la Frontera se activa el puesto de mando que controla los incendios situados en las instalaciones de la Brigada de Infantería de Córdoba (Cerro Muriano), el Campo de Adiestramiento de la Armada Sierra del Retín en la localidad gaditana de Barbate y la isla de La Palma. La situación planteada para el ejercicio, tres incendios puramente forestales simultáneos, supone la circunstancia más «exigente para el batallón ya sea a nivel de mando como de distribución a la hora de gestionar los recursos o para atender a tres dispositivos de extinción».

Mientras en el campo se activa el incendio, en la base se controla con detalle los incendios desde la activación y proyección a la zona de emergencia. Todos están en alerta tal y como requieren los fuegos que se han declarado en los tres municipios.

En total, 640 militares y más de un centenar de vehículos han participado en las maniobras que comenzaron el lunes 21, aunque no fue hasta el miércoles 23 cuando activaron las llamas.

En estos tres escenarios se realizan los ejercicios de preparación de lo que se pueden encontrar estos efectivos de la UME. En estos tres lugares se desarrollan trabajos con herramienta manual y maquinaria pesada de limpieza de cortafuegos, descargas de agua con hidroavión, despliegues de unidades en una línea de control y asesoramiento y adiestramiento al personal que trabaja en los campos de maniobras.

La UME se activa a solicitud de las autoridades competentes. Es por ello que en estos ejercicios también se han preparado para «poder integrarse en los dispositivos de extinción de incendios forestales y de interfaz urbano-forestal llegado el caso, y a solicitud de las autoridades». La coordinación es la clave del éxito en la lucha contra los incendios, como se puso de manifiesto «durante la pasada campaña en los grandes incendios en Doñana y Riotinto, o el de Tejeda en la isla de Gran Canaria», explica Zozaya.

Concretamente, se ha trabajado en el procedimiento de activación, movilización de recursos, actuación y, también, el mando y control de los recursos desplegados. Un ejercicio que ha sido dividido en dos fases: la primera donde la compañía hace sus actividades de preparación y el desarrollo del supuesto. Posteriormente, las incidencias comenzaron el miércoles con la activación del incendio para pasar a dimensionar la cantidad de recursos necesarios. El primero de los incendios activos fue Cerro Muriano, para, poco tiempo después, activarse el de Retín y, por último, la Palma. El ejercicio fue tan real que incluso montaron el puesto de mando avanzado en la Base de Morón, tal y como se haría en un incendio real a los mismos pies de las llamas.

Físicamente este II batallón de la UME se encuentra en Morón y Canarias, sin embargo, tienen como zona de actuación preferente Andalucía, Canarias, Ceuta y Melilla. El personal preparado en la base de Morón para esta campaña asciende a 300 militares intervinientes, a los que hay que sumar una centena de efectivos que actúan en misiones de apoyo logístico, mando, comunicaciones y sanidad. Se da la circunstancia que la UME tiene autonomía logística, por lo que cuando se activan ante un incendio montan sus camastros y el propio personal de la UME cocina.

El año pasado fue «una campaña dura» con tres importantes incendios en Huelva (Doñana), Granadilla de Riotinto y Tejeda en la isla de Gran Canaria. Otras intervenciones realizadas fueron en Almería, Cerro Muriano, Minas de Riotinto, Las Navetas, Portugal y Galicia, a este último acudieron como refuerzo al batallón desplegado en la zona. Y aunque es imposible prever la campaña que se avecina este verano, la UME se encuentra preparada para actuar siempre que se requiera su servicio.