Agatha Christie «parle français»

«Diez Negritos», la célebre novela de Agatha Christie, cuenta con nueva adaptación televisiva. Pascal Laugier («Ghostland») se hace cargo de la dirección, y su título, «Eran diez», ha dado pie a una encendida polémica

07 nov 2020 / 23:15 h - Actualizado: 07 nov 2020 / 23:23 h.
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  • Parte del reparto de ‘Eran diez’. / El Correo
    Parte del reparto de ‘Eran diez’. / El Correo

Dentro del ingente repertorio de adaptaciones que de las obras de Agatha Christie se han realizado a lo largo del tiempo, sin duda cabe destacar las de And Then There Were None (Y no quedó ninguno), titulada originalmente Ten Little Niggers (Diez Negritos) y modificada posteriormente en Estados Unidos por las connotaciones peyorativas de la palabra nigger en inglés. Publicada originalmente en Reino Unido el 6 de noviembre de 1939, la primera versión cinematográfica data de1945, y fue dirigida por René Clair, siendo bastante fiel a la novela policiaca, aunque con un final distinto al de aquella. Poco después, en 1949, la BBC volvería a interesarse por ella, incluyendo en su reparto al actor Arthur Wontner, quien había interpretado al detective Sherlock Holmes hasta en cinco ocasiones, no volviendo a adaptarse hasta la década de 1960. En este caso fue George Pollock el responsable de llevarla a la gran pantalla, aunque alterando el título, la ubicación —en la obra de Christie esta tenía lugar en la isla de Devon— y por supuesto el final. Ten Little Indians o Los diez condenados, ambientada en los Alpes austríacos, pasó sin pena ni gloria, destacando únicamente una estrella en su reparto, el legendario Christopher Lee, quien puso voz al misterioso señor U. N. Owen. De ese mismo año, 1965, es también la versión realizada en la India con el título de Gumnaam (Desconocido o Anónimo).

Aunque probablemente la adaptación más popular es la de 1974, titulada directamente Diez Negritos y con un reparto internacional que incluía figuras del cine británico como Oliver Reed y Richard Attenborough, y de la música, como el gran Charles Aznavour. La cuota española estaba representada por la actriz de Igualada Teresa Gimpera, quien curiosamente protagonizaba una historia paralela, inexistente en la obra de Agatha Christie. Esta vez el escenario elegido fue un desierto de Irán, mientras que de la voz de Owen se encargó nada menos que Orson Welles.

Agatha Christie «parle français»
Una escena de la serie. / El Correo

Pero la lista no acaba aquí. A lo largo de los ochenta, Diez Negritos contó con hasta tres nuevas versiones (1981, 1987 y 1989), sobresaliendo la segunda de ellas, que aunque fue rodada en la Unión Soviética, se mantuvo completamente fiel al texto original. Otras tantas llegarían en el siglo XXI, comenzando por Identidad (2003), versión libre del director James Mangold (responsable de Lobezno y Logan); Aduthathu (2012), rodada en idioma Tamil (India y Sri Lanka); y Aatagara, versión hindú de 2015. En cuanto a la televisión, de 2015 data la última incursión de la BBC, que homenajeaba a la escritora en el 125 aniversario de su nacimiento con una puesta en escena deslumbrante y un reparto lleno de estrellas donde sobresalían Aidan Turner, Miranda Richardson, Sam Neill y Charles Dance. Aunque, quizás, tanta parafernalia y estatismo le restó frescura al invento.

La última de las producciones inspiradas en la famosa novela es francesa y acaba de estrenarse en el canal Sundance TV precedida de una importante polémica por el cambio de título. Y es que, a petición de la familia de la célebre escritora británica, Diez Negritos ha pasado a llamarse Ils étaient dix (Eran diez), por la connotación racista del término. Del aclamado clásico —es la novela policiaca más vendida de la historia— esta toma la esencia de la trama, aunque alterando varias piezas. Por ejemplo, no respeta el nombre de los personajes, aunque sí algunas de sus profesiones. Tampoco se ambienta en Inglaterra, pero sí en un rincón exótico y apartado del mundo llamado Devil Island. Y por encima de todo, rehúsa utilizar el poema o canción que vertebra el argumento creado en 1939 y que comienza diciendo: «Diez negritos se fueron a cenar; uno se asfixió y quedaron nueve». Más allá de esto, la producción contiene numerosos ingredientes atractivos, como el hecho de tratar temas de actualidad a través de los flashbacks con los que presenta a los personajes, o ese punto de naturalidad que suele acompañar a las producciones francesas y que suele echarse de menos en las versiones anglosajonas de la novela, casi siempre tendentes a la teatralidad. Otro aspecto a su favor es el hecho de contar con seis episodios de cincuenta minutos cada uno, lo cual permite a su director, Pascal Laugier (conocido a nivel internacional por el film Ghostland), profundizar en la psicología de los personajes, infinitamente más de lo que se hace en el material original, más inclinado a los clichés. Este es, quizás, el punto fuerte de Eran diez, junto al correcto casting y la ambientación, más cercana al terror que al habitual suspense. En suma, Eran diez respeta las reglas del juego creadas por Christie en las que el lector (en este caso espectador) nunca sabe más que los personajes; combina tensión y drama de manera notable, y nos mantiene en vilo hasta el último minuto.