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«Ariadna (al hilo del mito)»: La mitología en clave flamenca

Gracias al programa ‘Ellas Crean’ del Instituto de la Mujer, se ha podido disfrutar de un espectáculo de danza estupendo que dirige y coreografía la bailaora Rafaela Carrasco

19 jul 2020 / 19:17 h - Actualizado: 19 jul 2020 / 19:43 h.
"Cultura","Danza"
  • Mujeres minoicas. / El Correo
    Mujeres minoicas. / El Correo

En Madrid, el verano parece estar reservado para la canícula, para un sofoco silencioso o la dureza de un paseo obligado. Poco más parece que sea posible entre tanto asfalto y tan poco niño correteando por las calles, entre los sonidos perdidos condenados a la falta de eco. Sin embargo, todo esto se puede teñir hasta convertirse en una fantasía que arropa de arriba abajo, que envuelve a los pocos afortunados que podrán decir, pasado el tiempo, que ellos estuvieron allí, en ese lugar en el que pasó algo importante.

El Museo Nacional del Prado de Madrid es un lugar excepcional. En una de sus salas, la que se conoce como la de Las Musas, el pasado día 17 de julio, se escucharon los sones flamencos, se pudo oler la esencia andaluza más genuina, se vio uno de los espectáculos de danza que más han gustado al que escribe de los últimos meses. «Ariadna (al hilo del mito)» es una obra coreografiada y dirigida por Rafaela Carrasco, una bailaora exquisita que es capaz de dibujar con trazo fino, en cada uno de sus movimientos, las ideas y lo que siente. La dramaturgia y las letras son de Álvaro Tato, textos preciosos en busca de ese sentido que tanta falta hace en los tiempos que corren.

En un espectáculo, no se puede más con menos. Rafaela Carrasco, baila. Antonio Campos (en la grabación de la petenera) y Roberto Lorente en directo, cantan. Rafael Ramírez, acompaña en la danza a Rafaela. El escenario es la propia sala y sus musas que parecen escuchar y mirar atentas lo que sucede a sus pies. La única pega que se puede poner es que la acústica del lugar no es la mejor y el sonido llegó algo distorsionado por lo que las letras de los cantes no se escuchaban como merecían. Y en esos cien metros cuadrados aparece una Ariadna feminista que reivindica su importancia y que lleva a cuestas su ‘hamartia’ (en la poética de Aristóteles se le llama así al error fatal) sabiendo que los varones se lo harán pagar aunque sin que Ariadna sienta, por ello, miedo alguno, una Ariadna que pelea con un amor que se escapa y que cuanto más pelea más se enreda hasta que decide declinar y postrarse ante su propia soledad, ante su propio destino. Peteneras, tientos y tangos, milongas... Los palos flamencos en pleno e intenso diálogo. Y Rafaela Carrasco robusta en su danza, alzando los antebrazos para que las mujeres minoicas tomen protagonismo en nombre de todas las mujeres que han tenido que vivir bajo el yugo patriarcal. Y Rafael Ramírez que es un bailaor elegante, serio, fino como el tacto de piel enamorada con piel enamorada, que acompaña de maravilla a Rafaela Carrasco con la arrogancia propia del que sabe que tiene a sus pies a la que ya se ha convertido en su presa. Eso lo dice con el baile y eso es algo que está al alcance de pocos.

Una obra en la que se recuerda que los laberintos imposibles son la muerte, el mar y el primer amor, no puede fallar porque se llena de sentido con cada frase, con cada poema, con cada corchea (la guitarra de Jesús Torres una maravilla).

Los clásicos no son fáciles de fusionar y menos con el flamenco. En «Ariadna (al hilo del mito)» se consigue con elegancia y coherencia. Es un privilegio asistir a un espectáculo en el que la danza, la forma de comunicar y expresar más ancestral del ser humano, se eleva hasta que entendemos que el centro del universo es Ariadna y cada uno de nosotros, que no podemos dejar pasar las cosa porque todas son importantes. Si la reflexión que despierta un espectáculo es esta, ahora entenderán porque decía que es de los mejores a los que he asistido en mucho tiempo.

Habrá que esperar que los programadores de los distintos teatros fijen la atención en esta obra para que se pueda disfrutar en el mayor número de escenarios que sea posible.

«Ariadna (al hilo del mito)»: La mitología en clave flamenca
Rafaela Carrasco. / Fotografía cortesía de Rafaela Carrasco