Cazadoras de libros

Pasamos la tarde hablando de libros, cerca del Congreso de Buenos Aires, en el barrio llamado Montserrat. Hablamos de lugares donde una se encuentra bien, de la vida y de platos de comida. Bárbara Belloc y Teresa Arijón, además de ser grandes poetas, dirigen una colección muy peculiar: Nomadismos, de ensayo y pensamiento de escritores y artistas latinoamericanos. Ellas mismas seleccionan los textos. La entrevista es a tres voces.

23 jun 2018 / 08:10 h - Actualizado: 20 jun 2018 / 22:50 h.
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  •  Bárbara Belloc y Teresa Arijón. / Fotografía de Concha García
    Bárbara Belloc y Teresa Arijón. / Fotografía de Concha García
  • Bárbara Belloc. / Fotografía de Concha García
    Bárbara Belloc. / Fotografía de Concha García
  • Teresa Arijón. / Fotografía de Concha García
    Teresa Arijón. / Fotografía de Concha García

Dicen: «Armamos libros que son únicos —esa reunión de artículos es excepcional, solo para nuestros libros— y nos asociamos con editores de otros países para poder publicarlos. También contamos con el apoyo del Programa Sur (de Argentina) y la Fundação Biblioteca Nacional do Brasil (en Brasil). Estos apoyos son importantes: son apoyos a la traducción de los países que quieren difundir sus literaturas».

El ensayo académico se aleja de los intereses de quienes leen por el placer del conocimiento sin las trabas de una jerga que acaba siendo un engranaje de tropiezos en la lectura.

Bárbara Belloc: «El ensayo académico, que se proponía como conocimiento disponible para la comunidad/sociedad, con el final de la década de 1960 y la irrupción en los años 70 de las dictaduras en Latinoamérica, perdió su sentido y su valor. Creo que desde entonces funciona como material de archivo y contrapartida a los beneficios de las becas de investigación que mantienen en marcha el aparato académico. Pero no llegan a los lectores, no profundizan en los saberes; son teoremas, carpetas a archivar entre tantas otras carpetas».

Teresa Arijón: «Por eso apuntamos al ensayo de artista, y dentro de esa definición englobamos los escritos de artistas visuales, escritores, músicos y otros creadores que han reflexionado sobre su actividad o sobre la cultura en general. O incluso sobre cualquier cosa: precisamente porque estos ensayos que reunimos, además de cumplir una función intelectual, son luciérnagas, fuegos repentinos, gritos de chajás en los esteros en plena noche».

¿Nació esta colección como una postura política ante las imposiciones del mercado?

TA: «Nació en respuesta a una falta. Nació por placer, y por pasión, de lectura. Por necesidad de trazar nuevos caminos sobre una misma geografía».

BB: «Y todo lo que acaba de decir Teresa es político...»

Hay muy buenos artistas que además de producir sus obras son pensadores o pensadoras que escriben y comunican desde la corporalidad de sus creaciones.

BB: «En nuestro continente tenemos la suerte de contar con una enorme cantidad de artistas (del pasado y el presente) que; además de ser notables, si no geniales, en su propio campo de producción artística; además tienen una reflexión propia y original con respecto a su quehacer y, además, pueden escribirlo de manera excelente. Esto suma dimensiones a sus creaciones artísticas y también humanas».

TA: «Por mencionar solo algunos de los que publicamos en la colección Nomadismos: Hélio Oiticica, Ferreira Gullar, Oscar Niemeyer y Ana Cristina Cesar (Brasil), María Moreno, Arturo Carrera y Alfredo Prior (Argentina), Eduardo Milán (México). Y la lista sigue y seguirá».

Es una buena idea publicar libros de pensamiento relacionado con lo artístico acerca del acto de crear, la originalidad es que son los propios autores quienes reflexionan.

TA: «Precisamente. Y no es una práctica poco común. Los escritores son, por naturaleza, autores de manifiestos. Se mueven a solas o en conglomerados, pero siempre han pensado sobre su arte, oficio o quehacer. Los visuales también. Siempre el pensamiento está detrás, delante, al costado».

BB: «Los artistas más audaces, si se los mira bien, tienen 1000 caras».

¿Tan solo vais a publicar pensamiento y ensayo latinoamericano?

TA: «Por el momento sí. Estamos tirando líneas, rastreando huellas, en este continente nuestro inmenso e inexplorado. Desconocido incluso para nosotros, que lo habitamos. Un continente exuberante, donde los recorridos se van haciendo al andar. Un continente que nunca fue descubierto».

¿Qué países están involucrados en el proyecto?

TA: «Hasta el momento: Argentina, Brasil, Ecuador, México».

BB: «Y no descartamos ir sumando, de a poco, otros países de habla hispana e incluso los angloparlantes de América del Norte. Hasta ahora, al menos para mí, Nomadismos es un tránsito/tráfico americano, de Alaska a la Tierra del Fuego, fuego y hielo, pensamiento y sensación».

Tengo entendido que entre los países latinoamericanos también se desconocen las producciones de artistas.

TA: «Los países latinoamericanos estamos empezando a conocernos. A reconocernos. Después de un largo período, colonial diría yo, de desconocimiento. Los caminos se abren, y el océano nos envuelve para que podamos recuperar eso que aún no conocemos. Una identidad fluctuante, un enigma, una zafra. Un huracán también».

BB: «Y aunque suene cursi, también un abrazo».

¿No es el arte algo demasiado reducido a un territorio, a una lengua?

TA: «El arte es lo menos reducido a nada. El arte es lo que derroca, contraviene, salta muros, rompe paradigmas, hace mirar, pensar, sentir sin que medie el preconcepto».

BB: «Para nada reducido. El arte atraviesa lenguas, lenguajes artísticos e incluso el túnel del tiempo. Pensemos en que hoy podemos leer, vívidos, los poemas de los líricos griegos, o que podemos reconocer en ciertas ceremonias africanas anticipos de lo performático o que la ópera estonia contemporánea puede sernos comprensible, más allá del lenguaje, por la expresividad universal del drama».

Viajar es una manera de leer los territorios que se atraviesan, sois viajeras, y permítanme que os haga la pregunta a ambas.

TA y BB: «Somos viajeras, somos lectoras, vivir es viajar, viajar es leer, leer es vivir».

Cazadoras de libros y grandes lectoras, así os denomináis.

TA: «Yo diría que soy un perro de Artemisa: instinto, olfato y dientes fuertes a la hora de cazar».

BB: «Yo lo digo de manera más pedestre: lectora de notas al pie, caminadora de índices temáticos, onomásticos y bibliografías sugeridas, errante de referencia en referencia. Soy esencialmente andariega en la vida y en los libros».

Como poeta, Bárbara, dime qué piensas de la poesía.

BB: «Libertad. Esa zona donde todo es posible, también (o especialmente) cuando la vida se presenta en forma de poesía. Lo dice Teresa en un poema: como escribir un poema en la mañana fría / como no escribirlo y dejar que suceda».

Y tú Teresa

TA: «Lo que dijo pensar Gombrowicz sobre el amor: La poesía es un puente verde sobre un precipicio azul».

Hemos hablado de que antes, en los noventa, la competencia era por la excelencia y no por publicar como es ahora.

TA: «En los noventa se competía por publicar: ahí empezó la poesía como instrumento o juguete nuevo del mercado. Antes era terra incognita. Para algunos la hermana pobre de una familia rica o la loca en el ático. La poesía es y siempre será la aventura. El descubrimiento. La libertad».

BB: «En Argentina los noventa fueron años de gran frivolidad, además de en la política, en el arte. Fue entonces cuando surgió la competencia por publicar, figurar y demás. Creo que la búsqueda de excelencia fue decayendo con el final de los setenta, cuando poco a poco fue imponiéndose el silencio... Al precio de arriesgar la vida, que muchos arriesgaron.