«El enigma de la habitación 622»: El extraño caso del timo literario

Relato mal armado, peor rematado, que supone un auténtico insulto al lector. Una estafa literaria como otra cualquiera

17 ago 2020 / 10:02 h - Actualizado: 17 ago 2020 / 11:42 h.
"Libros","Literatura","Libros - Aladar","Literatura - Aladar"
  • Joël Dicker. / EFE
    Joël Dicker. / EFE

Lo peor que le puede pasar a un escritor es que el lector pueda imaginarle intentando colocar un truco barato, ordenar una simpleza para que parezca algo sorprendente e imaginativo o pensando en una patraña que se pueda colar de rondón en un relato cualquiera. Dicho de otra manera, cuando se le ve el cartón a una novela todo se desmorona aunque lo haya construido un escritor famoso y millonario.

Joël Dicker vende libros a patadas. Escribe best sellers que se leen con gran facilidad y que se deslizan hacia el territorio en el que se perdona casi todo para poder disfrutar de la historieta que nos cuentan. Sabemos que el autor no es Faulkner y no se le exige grandes cosas, perdonamos lo mal que escribe. Pero esta vez, al bueno de Dicker se le ha ido la mano. «El enigma de la habitación 622» es una novela penosa. Mal escrita, resulta una falta de respeto absoluta al lector. Todo el relato se llena de trucos que no se atrevería a utilizar el peor alumno del peor taller literario. Es previsible desde el primer párrafo y provoca vergüenza ajena pensar que alguien trate de usar baratijas literarias tan infames sin despeinarse.

«El enigma de la habitación 622»: El extraño caso del timo literario

Lo único que puede interesar es conocer la veneración que el autor sentía por su editor. El resto es una novela mil veces contada; los personajes son tan planos que resulta imposible no saber qué van a hacer en cualquier situación planteada (su simpleza es irritante), los diálogos son un desastre literario (si a este autor alguien le dijera que el diálogo consiste en hacer que los logos de los personajes friccionen entre sí, creo yo que le provocaría daños cerebrales irreparables).

«El enigma de la habitación 622» es una novela espantosa. Dicker trata de construir una trama con cierta carga de suspense y provoca un rechazo absoluto en el lector porque se le ve venir en cada línea. Además, el autor debe creer que esto de los libros va de peso neto o algo así. No se entiende de otra forma que escriba tantas páginas inútiles.

Calificación: Horrible

Tipo de lectura: Aburrida, previsible, prescindible.

Tipo de lector: Masoquista.

Argumento: Inverosímil.

Personajes: Vacíos

¿Dónde puede leerse?: No se me ocurre un solo lugar en la Tierra que pueda justificar algo así.