El maravilloso mundo de las sirenas

La editorial SM lanza al mercado «Atlas de sirenas», un delicioso volumen que nos permite conocer el origen y las particularidades del mito subacuático de un modo original y divertido. Con textos de Anna Claybourne e ilustraciones de Miren Asiain, gustará a mayores y pequeños por su innegable calidad

27 jun 2020 / 21:15 h - Actualizado: 27 jun 2020 / 21:19 h.
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  • Interior de la obra. / Fotografía Antonio Puente Mayor
    Interior de la obra. / Fotografía Antonio Puente Mayor

Todos han oído hablar de La Sirenita de Copenhague, el célebre monumento de Edvard Eriksen que desde 1913 luce en el paseo de la costa Langelinie, próximo al mar Báltico. Su creación se debe al encargo de un empresario cervecero, Carl Jacobsen, que pretendía homenajear a la bailarina danesa Ellen Price, tras su notable éxito interpretando al personaje de Hans Christian Andersen. Más de un siglo después de su instalación, la escultura de bronce, de poco más de un metro de alto y 180 kilos de peso, puede considerarse el símbolo de Dinamarca, atrayendo a miles de turistas cada año; e incluso de la cultura internacional, dando lugar a varias réplicas en el mundo, como la del parque Europa de Torrejón de Ardoz (Madrid).

Dicho esto, ¿qué llevó a Andersen a escribir la historia de una hermosa mujer con cola de pez en lugar de piernas? Desde luego, no fue el primero en hablar de las sirenas, un mito originado en la Antigüedad clásica que adquirió su mayor auge durante la Edad Media —Cristóbal Colón, tras descubrir América, anotó en su diario que había avistado algunas frente a la costa de Haití (1493)—. Pues, sin duda, el famoso cuentista se dejó llevar por la poderosa corriente romántica, en la que se recuperaban leyendas e historias clásicas y medievales, para crear nuevas tramas, en este caso destinadas a los niños. Concretamente el de La Sirenita fue el octavo de su colección de uentos de hadas, viendo la luz en 1837. Pero, ¿en qué sirena concreta pudo inspirarse el autor? ¿Pudo ser, tal vez, alguna de Escandinavia? No tiene por qué, ya que en cualquier lugar del mundo, dondequiera que haya agua, existen testimonios de la existencia de estos seres curiosos y fascinantes.

El maravilloso mundo de las sirenas

De las «amables tejedoras» a las «Mondao comehombres»

Por ejemplo, ¿sabía que el símbolo de la capital de Polonia, Varsovia, es también una sirena? Esta se llama Syrenka, y a diferencia de su compañera danesa, está ligada a un río, el Vístula, donde unos pescadores se cautivaron de su canto mágico y le perdonaron la vida tras ser capturada. Otro país europeo que cuenta con sirena propia es Francia. En este caso vive en un arroyo situado en la provincia de Poitou y se llama Melusina. Su historia con Raymond, señor de aquellas tierras, merece la pena conocerse, ya que está repleta de ingredientes que la convierten en un verdadero melodrama. Lo mismo que el relato de las Jiaoren, las amigables tejedoras chinas; unas sirenas famosas por sus tejidos mágicos cosidos con hilo de dragón, que sorprende a propios y extraños.

Pero no todos los seres híbridos que viven bajo el agua poseen un rostro hermoso y son amables con los humanos. En Zimbaue, por poner un ejemplo, tenemos a las Mondao comehombres, unas sirenas de cabello largo y negro, inquietantes ojos rojos y dientes afilados, a las que les gusta llevarse a los lugareños a las profundidades de sus lagunas para poder devorarlos. Y aunque los lectores no lo crean, las sirenas no son exclusivamente femeninas. Tal vez hayan oído hablar de Tritón, el hijo de Poseidón, dios del mar, que nació con cola de pez y aletas. Un mito de la Antigua Grecia que dio lugar a otros personajes similares, como los Ningyo, o «peces humanos» de Japón; o los clanes de los tritones de la cultura potawatomi, en la región norteamericana de los Grandes Lagos.

Un viaje alrededor del mundo

Para conocer en profundidad a estas criaturas subacuáticas, la editorial SM acaba de lanzar al mercado Atlas de sirenas, un maravilloso volumen escrito por la reconocida escritora británica Anna Claybourne, e ilustrado por Miren Asiain, artista navarra de proyección internacional, que nos invita a recorrer los cinco continentes en busca de ellas. De inicio, la obra, encuadernada en tapa dura y con unas calidades de lujo, nos introduce en el propio concepto de la sirena y nos advierte sobre sus aspectos positivos y negativos —algunas son encantadoras, pero otras pueden lanzar conjuros e incluso hundir barcos—. Seguidamente sus páginas nos llevan de tour por Europa, visitando países como Escocia, Alemania, Rusia o Inglaterra (¡España también tiene su propia sirena!), para seguidamente dar el salto a Nigeria, Sudáfrica y otros países del continente negro. Tampoco faltan Turquía, India, Corea y otras naciones de Asia; y por supuesto Oceanía, donde también cuentan con sus propias leyendas de sirenas y tritones —gracias a la dupla Claybourne-Asiain conoceremos a las residentes en Nueva Zelanda, Fiji o las Islas Cook—. Un viaje alrededor del globo que culmina en América del Norte, con las «sirenas niña» de Maine y otras sorpresas; y del Sur, con curiosos ejemplares en Chile, Perú o la Patagonia.

Para completar el trabajo, original y exquisito de principio a fin, las autoras han introducido una serie de capítulos técnicos en los que podremos descubrir cómo viven las sirenas, cuáles son las más antiguas recogidas en los libros, o donde han tenido lugar los principales avistamientos. Sin duda, un volumen que encandilará a grandes y pequeños y que no debe faltar en ninguna biblioteca.