George Lazenby: El 007 despistado

Una de las películas más discutidas de la serie 007 es ‘On her majesty’s secret service’. Superar el mito Connery era muy difícil. Las críticas fueron demasiado duras con un trabajo mucho mejor de lo que muchos han dicho que era.

12 oct 2018 / 10:22 h - Actualizado: 12 oct 2018 / 10:49 h.
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  • George Lazenby. / El Correo
    George Lazenby. / El Correo
  • Diana Rigg fue una de las más bella e interesante ‘chica bond’ de la historia. / El Correo
    Diana Rigg fue una de las más bella e interesante ‘chica bond’ de la historia. / El Correo
  • El 007 de Lazenby es algo soso, pero merece la pena volver a ver la película. / El Correo
    El 007 de Lazenby es algo soso, pero merece la pena volver a ver la película. / El Correo

Esta entrega de la serie Bond (estrenada en 1969 siendo la película número seis) es, posiblemente, la más amada por unos y de las más repudiadas por otros.

Por primera vez, se producía un cambio de cara en el actor principal. Sean Connery dejaba su puesto a George Lazenby (la edad no perdona y el aspecto de cuarentón del primer actor que encarnaba al espía no casaba con el aspecto del agente británico). Lazenby no tenía experiencia delante de la cámara (era modelo) y esto es algo que se deja notar en algún episodio de la película. Eso sí, porte no le faltaba. Y, además, estupendo. Es difícil no hacer el ridículo cuando te pones un traje escocés y estás frente a la cámara rodando con bellas señoritas. Ese porte, también, ayudó mucho a que las coreografías de las escenas violentas luciesen verosímiles. Aunque a decir verdad, este 007 era algo sosito, algo despistado.

En cualquier caso, Lazenby es más risueño que su antecesor y defiende un papel que se ajusta al personaje de Ian Fleming (la película es adaptación de la novela On her majesty’s secret service), lo que significa que aparece el personaje en plenitud. 007 siente tristeza, pena, se enamora, es irónico, valiente aunque temeroso cuando es necesario. Y, ni siquiera, utiliza gadgets. El resultado es, a pesar de las eternas discusiones, mucho más completo de lo que algunos dicen que es. Es verdad que la interpretación de George Lazenby estuvo por debajo de la de Diana Rigg, pero, lejos de ser un problema, aporta un toque desconocido a la saga. Rigg es la chica Bond más valiente, intrépida y fascinante. Tal vez sea porque encarna a la hija de un criminal. Tal vez por ser capaz de enamorar locamente a James Bond. Su personaje, Tracy, es muy completo. Igual que el trabajo de la actriz. La pareja Tracy-007 funciona a la perfección y, por suerte, la importancia de ambos queda a la par.

007 Al servicio secreto de su majestad, nos presenta a un Bond rechazado por M. Termina aliándose con un criminal (Marc Ange Draco, padre de Tracy, interpretado por Gabriele Ferzetti) para que le facilite el paradero del villano más buscado. A cambio, Draco le pedirá que salga con su hija porque incluso los mafiosos y criminales tienden a cuidar de sus hijos.

El objetivo es acabar con las maldades de Ernst Stavro Blofeld, líder de Spectre. Telly Savalas encarnaba este personaje y lo hizo más que bien. Le acompaña como villana su inseparable Irma (Ilse Steppat). En esta película, los villanos corren riesgos al participar de forma activa en las persecuciones y atentados.

La trama de la película se desarrolla con buen ritmo. La fotografía es excelente y busca distintos planos para realzar las características de los personajes con acierto o generar sensaciones ajustadas al momento narrativo (sobre todo planos cenitales).

La partitura de John Barry es espléndida e incluye la última canción que grabó Louis Armstrong (We have all the time in the world).

Los efectos especiales y visuales son de gran nivel. Del mismo modo, los efectos de sonido convierten cada escena violenta en un momento de gran brutalidad.

Moneypenny vuelve a ser Lois Maxwell (la mejor de la historia); Q. fue Desmond Llewelyn; y M. Bernard Lee. Peter R. Hunt, a pesar de su falta de experiencia en ese momento, hizo un excelente trabajo. Quizás, el único borrón importante es la escena en la que Bond comparte mesa con un grupo de chicas en la clínica de Blofeld.

007 Al servicio secreto de su majestad es una de las mejores películas de la saga. Un buen 007, una chica Bond extraordinaria, un villano malo malísimo, Moneypenny llorando, una trama bien tratada, una música exquisita, un final nada convencional. Una película que ha envejecido mucho mejor que otras que no han sido tan criticadas siendo peores.