Giovanni Guidi / Mina Agossi: El jazz y el punto de vista

Sesión doble en JazzMadrid19. El Fernán Gómez de Madrid recibía dos formas de hacer jazz muy distintas. Del arrebato romántico y clásico de Giovanni Guidi a la libertad absoluta envuelta en ritmos negros de Mina Agossi

22 nov 2019 / 17:38 h - Actualizado: 22 nov 2019 / 19:10 h.
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  • Giovanni Guidi. / Álvaro López-JAZZMADRID19
    Giovanni Guidi. / Álvaro López-JAZZMADRID19

Modificando el punto de vista es imposible contar lo mismo sobre la misma cosa. Es decir, lo que yo voy a decir sobre la doble sesión que disfrutamos ayer los que asistimos al Fernán Gómez de Madrid será esencialmente distinto de lo que diga cualquier otro crítico sobre los conciertos de Giovanni Guidi y de Mina Agossi. Mismo concierto, relato distinto. Ese es el punto de vista (la figura del narrador si lo prefieren), ese es el artefacto que ordena el arte desde que el ser humano puebla el planeta Tierra.

Giovanni Guidi y Mina Agossi aportaron su forma particular de ver el jazz y dejaron un sabor de boca inmejorable.

Guidi es un pianista (el concierto fue a piano solo) de notable formación clásica y un improvisador que no necesita ambages. Durante todo el concierto, el romanticismo aparecía y se ocultaba con una belleza apabullante. Pero, también, el expresionismo de Satie estaba por debajo de lo que el pianista nos iba contando. Así quise sentirlo, así me asaltó la música. Ay, esa forma de interpretar, esa forma de sentir la música, ese ejercicio con el que el piano se convierte en una extensión de las manos del músico. Con cada compás, Guidi se retorcía sobre la butaca y acompañaba la música con un levísimo rugido provocado con su garganta que no sabe o no quiere controlar.

La música de Guidi se instaló, desde la primera nota, en la búsqueda de frases que se construían desde la intuición, desde los colores , desde la búsqueda de la novedad sorprendente para el músico y para el que escucha y, además sin solución de continuidad. Entre otros títulos, sonó una versión emocionantísima de «Over the rainbow». Creo yo que a esas alturas del concierto, casi todos ya andábamos de viaje por los recuerdos, por las fantasías, por las alegrías y por las miserias. Escuchando «Quizás, quizás, quizás» de Osvaldo Farrés ya no quedaba nadie sin postrarse ante el cetro de la belleza y del asombro. No ocultaré que escuchar «Bella ciao» interpretado por Giovanni Guidi me encantó de forma especial.

Tal vez sea el concierto más bello al que asistamos durante este festival.

Giovanni Guidi / Mina Agossi: El jazz y el punto de vista
Mina Agossi. / Álvaro López-JAZZMADRID19

Llegaba el turno de Mina Agossi. Divertida, siempre en busca de las raíces más negras de su música, pero desordenada y algo caótica al desarrollar el concierto y algunas de las ideas con las que asaltaba consciencias.

La voz de esta mujer es poderosa, su puesta en escena rompedora, se acompaña de un excelente baterista, Simon Bernier, y de un teclista que anduvo algo perdido, Arnaud Vilquin; y hace un jazz muy moderno que se cimenta sobre los standars de todos los tiempos.

Tras cantar a capella «Aquellos ojos verdes» el precioso bolero de Adolfo Utrera y Nilo Menéndez y que tan bien cantaba Antonio Machín, el concierto arrancaba con «I Don't Want To Be Alone» y quedaba claro que Agossi venía dispuesta a dejar claro que los matices son los que aportan esa mirada exclusiva que tanto ansía un artista, que los matices son el punto de vista. El jazz de esta cantante es la brutalidad expresiva que doblega voluntades, la diversión que reposa sobre una estética extraña y atractiva. El jazz de Agossi es el jazz de hoy que busca en el pasado para sostenerse por siempre jamás.

Cómo me gusta el jazz.

Giovanni Guidi / Mina Agossi: El jazz y el punto de vista