La Cara Oculta - Cuento

Variado y bueno.

Baba Yaga. Textos: Maria Zaragoza. Arte: Rubén Jiménez. Tapa dura. Páginas:100 P.V.P:19€ Aristas Martínez

Preciosa edición a tapa dura y medidas de 17x24, con láminas y detalles de impresión a color, financiada por la Junta de Extremadura y editada con exquisito gusto por Aristas Martínez.

Las ilustraciones corren a cuenta de Rubén Jiménez ‘el Rubencio’, artista madrileño de solvencia probada y que se escuda aquí en un estilo personal ynaif para ofrecer una veintena de láminas que, si bien acompañan el texto, aportan poco a la obra. Las únicas que encuentro destacables son las correspondientes a los capítulos «Sangre de lobo» y «Sangre Negra».

Luego está el texto de María Zaragoza. Zaragoza escribe todo lo que quiere y más, su forma es perfecta y aquí se sujeta de las riendas ella misma para mantenerse en una escala más o menos juvenil y no dejarse llevar por otros derroteros.

En otros de sus trabajos no me había convencido ni su tono ni sus ideas, pero en esta composición breve me ha atrapado desde el principio. Con la elegancia y sencillez (en la que hasta perdono la acomodaticia utilización de los gerundios) plantea en dos páginas un escenario y que homenajea y al tiempo desmonta la idea preconcebida de versión de cuento popular ruso, para plantear una distopía de hielo, naturaleza mecánica, hambre e inquietante atmósfera.

En una pequeña aldea una joven que aún no es mujer va a intentar hacer algo que supere a todas las heroínas que han llevado antes su nombre: Matar a Baba Yaga y acabar así con los sacrificios de carne de niño que exige la misteriosa bruja. Pero ¿y si todo lo que conoce y han contado las ancianas fuera un engaño?

Mezcla de fantasía y ciencia ficción muy recomendada y para lectores de un amplio abanico de edades.

Titanic. El buque de los sueños. Texto: Antonio Puente Mayor. Arte: Iván Zambrano. Cartoné. Páginas:34 P.V.P: 14,94€ Editorial Gunis

Me surgieron ciertas dudas acerca de cómo se podría plantear una tragedia marítima, en la que se contaron más de mil quinientas víctimas mortales, de forma que fuera digerible para un público infantil, aunque he encontrado algunos precedentes con ISBN asignado. Lo cierto es que el reto está muy bien solventado por los textos de Puente que logra, en párrafos cortos, sintetizar la historia del navío, la atmósfera del mismo y las expectativas que levantó en su momento. Me ha llamado especialmente la atención cómo de forma sencilla y apta para niños consigue no descuidar los datos de documentación sin hacerla nada pesada ni cargante. Esto se me antoja complicadísimo y debo decir que resulta muy didáctico incluso para un público adulto. La inclusión de los nombres de pasajeros ilustres o el de el número de españoles que se embarcaron, que me han parecido detalles brillantes.

Otros me han chirriado; como esa frase calcada de «Soy el rey del mundo», y otras referencias demasiado evidentes (incluso como homenaje) al guión de James Cameron para su archiconocida versión cinematográfica de 1997.

La parte gráfica a cargo de Iván Zambrano, también peca de demasiados referentes a la película, lo que resta originalidad a su trazo vistoso y colorido dibujo, algo estático y de clara influencia cartoon. Es potente, es bonita y conseguirá captar la atención visual del publico objetivo del libro que se presenta en formato de veinte por veinte.

Edita Gunis en su colección infantil dedicada a historias reales del pasado, una acertada propuesta para que los jóvenes lectores se interesen por las letras y las cosas del ayer.

Pan con Aceite y Miel. Textos:Ianire Doistua Arte:Patricia González . Tapa dura. Páginas: 60 P.V.P:20 € Libros.com

Bajo este poético título Ianire Doistua y Patricia González se proponen algo tan complicado como explicar la muerte de un ser querido a los más pequeños. La idea toma una especial relevancia en los días que nos ha tocado vivir y en la que la realidad de muchas familias es la de afrontar la desaparición repentina de un miembro de la familia.

Mientras los adultos nos preguntamos sobre el porqué y nos adentramos en preguntas de calado existencialista de difícil respuesta, las autoras han optado por el método de la navaja de Ockham y exponer sin ambages algo tan natural e irremediable como el final de la vida.

Sin paños calientes, pero con frases y dibujos amables y sencillos ambientado todo en un entorno completamente reconocible y cercano, se trata la pena, el luto y también el recuerdo.

Todo sintetizado a la perfección, quizás demasiado sublimado en la idealización de los recuerdos, pero efectivo para el objetivo fijado.

Una herramienta útil como texto instructivo que ha contado con el asesoramiento de la pedagoga Ana Muñoz, para el trabajo conjunto de Doistua y González. Todo presentado en una bonito álbum cuadrado de veinte por veinte que alberga ilustraciones a blanco y negro de trazo limpio y resaltadas con toques de colores planos.

Financiado por el método de micromecenazgo y con la participación del sello Libros.com

El cielo Imaginado. Textos: Pablo A. Mastro. Arte: Ana Suárez . Tapa dura. Páginas: 36. P.V.P:16€ A buen paso

Formato de álbum apaisado para esta obra que no debería pasar desapercibida. En ella se expone una sencilla descripción de las principales constelaciones y cuerpos celestes, para pasar luego a realizar un recorrido sobre las diversas leyendas y mitos que de distintas culturas generaron en base a la astrología.

Así se describe la cosmogonía de esquimales, indios navajo, incas, japoneses, kazajos o sumerios, de forma muy breve, lo que puede resultar un aliciente para que los jóvenes lectores vean azuzada su curiosidad y esto les lleve a buscar más datos en otros libros.

Llama la atención de selección de culturas elegidas, alejadas de las principales y cuyo imaginario es poco conocido incluso por un público más formado.

Además de este factor educativo, hay poesía en los párrafos Mastro, algo no difícil de lograr por el tema que trata y todo el simbolismo inherente en el mismo. Destaca la capacidad de síntesis sin olvidar la exactitud de las bases de documentación ni descuidar la forma. Con una simple lectura superficial, cualquiera puede percatarse de que en el gran imaginario popular de la Humanidad existen muchas coincidencias a la hora de crear explicaciones sobre aquello que vemos en el firmamento, aunque hablemos de pueblos muy distantes y distintos entre sí, algo que no deja de resultar sorprendente.

Todo esto se complementa con las ilustraciones de Suárez que no esconde la influencia de los Simbolistas en su amalgama de técnicas, que si bien terminan por pasar por el tamiz digital, incluyen formas de trabajo tradicionales como collage, lápices, acuarela para jugar con contrastes de claros y oscuros y generar así una narrativa propia con la imagen. Sus motivos pueden resultar demasiado abstractos y poco definidos, pero son sin duda evocadores y cumplen su función.

Nada más, nenas y nenes, os traeré más cosas interesantes en siete días. Hasta entonces... besos de carmín.