Cuatro libros que he podido leer estos días y de los que os cuento mi parecer. Todo muy raro y alternativo como corresponde a esta humilde sección.
«Gotas» de Elio Quiroga. Páginas:432. Dolmen Editorial. PVP: 18,95 €
Esta novela es un compendio de lo que en todos los cursos para escritores dicen que no se debe hacer: capítulos cortos que cortan el ritmo, detalles superfluos y que aportan poco a la trama principal, diálogos desnudos, descripciones de personajes dependientes de referencias externas, notas al pie que te sacan de la lectura, cambios de fuente constantes, incluso algún dibujo intercalado por si acaso no estabas lo suficientemente despistado (muy majos a cargo de Pc de la Fuente).
Ah, además se mete en cosas tan entretenidas y accesibles como la teoría de cuerdas, las partículas subatómicas o las composiciones químicas de la tabla periódica. Por último, tiene capítulos con léxico inventado y sin significado real, ya que no pretende crear un lenguaje propio, simplemente poner letras al azar para dar un poquito más de misterio a pasajes que ahondan en lo metafísico.
¿A que promete? Pues con todo esto la historia funciona. No sé si con tanto artificio Quiroga ha intentado dignificar las novelas de zombies al sustentar la suya con mimbres de ciencia ficción hard, pero lo que le ha salido es una cosa rara que lo mismo marcha en un vídeojuego, pero que filmada no creo que resultara; el espectador se iba a cansar mucho del escenario recurrente del hall del hotel.
El caso es que se nos ofrece una de terror de esas del infragénero de suvirval en entorno cerrado, con zombies raros que no son zombies y que salen cada treinta años por la cola de un cometa que abre un portal y que.... no me lo invento, en serio.
Hay malos muy malos de organizaciones secretas, un guiri bajito y súper fuerte y un protagonista que es como «el Notas» (así se soluciona el retrato del personaje, con dos faroles) que es científico y ex hippy, que va con su hija que es como Ellen/ Elliot Page en «Juno» (esto lo digo yo), pero que sabe hacer el pinopuente.
Lo mejor y más conseguido es el poso de denuncia, de crítica social en general y Canaria en particular, que se desvela como el origen de todos los males.
Como historia de zombies (que no son zombies) se lee muy bien y tiene algunos puntos originales y no vistos hasta el momento en negro sobre blanco. A nivel técnico y literario tiene más fallos que aciertos, esto lo tengo que decir para que se vea que presto atención a esas cosas, pero como lectora me ha entretenido bastante y me ha dado sed.
Eduardo y su hija van a pasar unas vacaciones en un exclusivo complejo turístico de Gran Canaria, pero el hotel no está emplazado en lugar adecuado.
«Ecos y murmullos» de Aitor Heras Rodríguez. Páginas:182. Arima Editorial. PVP: 15€
Quiero destacar la cuquísima edición de Arima editorial, en una presentación de 13x20, ennoblecida por solapas y de un diseño minimalista y moderno que no descuida detalles como letras capitales o las páginas de cortesía impresas a sangre. La ilustración de portada es de Alberto Góngora y casa con todo lo anterior a la perfección.
Comienza muy bien y muy fuerte esta historia con una clara pretensión de ser traducida al escoger fondos y argumento propio de la internacionalización yanqui. La sinopsis de contraportada es buenísima y un gancho tentador. Lo que ocurre es que el inicio, muy bueno, se va desinflando poco a poco y ante la exigua longitud del texto una ya sabe que esto no va a finalizar bien. No me refiero a la historia, es que la novela no está ni bien estructurada ni resuelta y se carga muchos de los puntos fuertes que había conseguido plantear. La conexión entre los dos protagonistas es uno de ellos: una relación de amistad de dos inadaptados sociales que se hacen querer mientras que no saben si se quieren entre ellos, ni así mismos. Me ha gustado mucho la caracterización del personaje de Lauren, alejada de cualquier conato de idealización masturbatoria de escritor primerizo.
Otro de los pros es la atmósfera que se consigue generar en el escenario rural, es un pueblo que parece normal, pero que no es normal, muy a lo «Twins Peaks», a lo «Wayward Pines», en el que sabes que bajo la pintura impoluta de las vallas de las casas y de los focos del centro comercial, hay algo raro.
Pero la explicación final no convence por demasiado manida y generalista, y la tensión del relato se pierde al precipitarse un final que te deja diciendo: «Ajá». Falla la consecuencialidad narrativa hasta el punto de que se convierte en problemas de racord.
Estilo pasable con sus excesos de verbos débiles esperables, reiteraciones y expresiones recurrentes. Heras tiene un problema con los sujetos. Por ejemplo, tuve que leer tres veces el capítulo X para enterarme de quién realizaba la acción hasta que me dí cuenta que la omisión no era intencionada y es que, simplemente, se había olvidado de decir quién hacía qué. Creo que esto se debe a falta de atención al texto y no de talento, porque luego tiene alardes como el de la descripción de una hamburguesa que, literalmente, te obliga a pedir una aunque ya hayas cenado.
Como el desenlace final no es más que un «continuará», se podría lograr remontar una historia prometedora con unos personajes muy bien planificados.
Jeremy no se adapta a su nuevo hogar. Con unos padres ausentes, sin amigos y nada que hacer su rutina cambia cuando atropella a un hombre accidentalmente.
«Welcome to the Freak Show» de Mar Goizueta. Páginas:148. Apache Editorial. PVP: 14€
No había acabado yo de quedar convencida con la aclamada «Reina en el mundo de pesadillas», anterior trabajo de Goizueta, pero bueno, como las pelirrojas son muy listas, lo mismo era cosa mía.
Pues iba a ser que sí (por lo de ser rubia y tal) ya que este Freaks Show me ha ganado desde la cancioncilla o poema con el que se inicia.
En realidad no es una novela ni pretende serlo, son una serie de cuentos ubicados en un mismo escenario y con personajes recurrentes. Esto permite a Goizueta lucirse en distintos tonos, tiempos y tipos de narradores, mimar el detalle al no tener que cuidar una trama general lo que le permite espolvorear ideas brillantes con prolijidad. Genial el muñeco de ventrílocuo confeccionado por un taxidermista, delicioso el punto de vista subjetivo de la sirena en su contemplación de los humanos, fascinante el hombre que se esconde dentro de una serpiente de ojos marrones.
Me ha encantado, es precioso, pero no con el concepto de cursi, es simplemente que consigue trasmitir sentimientos con toda facilidad y las historias que cuenta enternecen, sorprenden y asustan. Una forma sobresaliente que combina una gramática de apariencia pueril con la crudeza léxica justa para lograr la reminiscencia de cuento clásico al tiempo que se dirige a un lector adulto.
Nueve relatos que a pequeños sorbos o de un trago se disfruta igual porque consigue embelesarte en su atmósfera de magia decadente, extraña y bizarra a la francesa.
¿Le pongo algún pero? Quizás se pedía algún final más sonoro, o puede que se eche en falta algo de lazo en algún capítulo, pero el conjunto es muy notable.
Contiene ilustraciones de Celia González que no están a la altura de las palabras que pretenden adornar, y el título en inglés es una chapuza que no pega con la poesía de una prosa en un castellano tan bien utilizado que despierta mi envidia profesional.
Poco a poco Apache Libros está consiguiendo un catálogo muy interesante.
Entrad a conocer las historias que esconden los integrantes de este circo de monstruos.
«Plata Pura» de Nuria C. Botey. Páginas: 250. Ediciones t&t. PVP: 15€
Sí, sé que ya he hablado de esta novela por aquí , pero es que llega con nueva edición y con campaña de Verkami para su sufragación, así que os invito a que invirtáis en este montoncito de páginas.
¿Qué vas a recibir a cambio de vuestro bien ganado dinero? Una historia original, terrorífica, excitante y que os escandalizará en muchos momentos. A esta obra se le han dedicado calificativos como excesiva, violenta o hipersexualizada, y me descubrí diciendo: «Jo, qué bruta es esta nena» ante las frases sin censura de Botey.
Pero esto no es sólo porno y gore, carnicería y orgasmos, es una historia de suspense con muchos elementos de fantasía que de desliza sin bandazos entre el género negro de chulos y macarras y el folclore más siniestro. «Plata Pura» es visceral, primaria y por eso no apta para lectores sensibles, aunque esconde una segunda lectura que plantea hasta qué punto es lo artificial de la naturaleza humana lo que pervierte los instintos animales por brutales que estos puedan parecernos.
Personajes de esos que los relamidos llaman «no normativos», un buen montón de filias y escenas muy impactantes en un argumento absorbente y muy bien llevado.
Os dejo este enlace para que os hagáis con esta nueva edición que propone Ediciones t&t.
Como extras o recompensas para los mecenas trae prólogo de Carlos Sisí, lámina exclusiva de Daniel Jimbert y descuentos en la pre compra.
Max despierta una noche convertido en un hombre; su naturaleza de depredador se adaptará a la perfección a las calles de Madrid.
«La Cara Oculta» vuelve en siete días.
Besos de carmín, nenas y nenes.