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La edad media y la electrónica

El Auditorio del Centro Cultural Conde Duque de Madrid ha servido como punto de encuentro para disfrutar de uno de los conciertos más agradables y, por qué no decirlo, sorprendente, de todo el ciclo JAZZMADRID 2018

11 nov 2018 / 12:02 h - Actualizado: 11 nov 2018 / 12:06 h.
"Música - Aladar"
  • Fotos: cortesía de JAZZMADRID 2018
    Fotos: cortesía de JAZZMADRID 2018
  • La edad media y la electrónica
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El guitarrista Antonio Bravo y el zanfonista Germán Díaz, componentes de Brigada Bravo & Díaz dejaban claro que el jazz es solo música y que sus contornos están dibujados con una línea finísima. Y me hicieron recordar que el año 1971, Miles Davis dijo: "¿Jazz, rock, underground, clásico? Me niego a compartimentar los géneros. No es así como contemplo la música. Parto de una base completamente diferente. Cuando alguien que se considera un aficionado al jazz me dice que ya no toco jazz, me quedo perplejo. Nunca decido qué tipo de música voy a tocar, sencillamente porque nunca he pensado que la música se divide en diferentes categorías. Además, ¿cómo es un aficionado al jazz? Por lo general es alguien que siempre quiere oír los mismos viejos tópicos. ¿Por qué? ¿Acaso siempre lleva la misma ropa? ¿Sale siempre con la misma mujer? ¿Va siempre con la misma gente?" Y esto es algo que debería tener presente un aficionado a la música. Nos empeñamos, muchas veces, en hacer trocitos lo grande para poder ejercer cierto control sobre ello, pero ese es un esfuerzo estéril puesto que las fronteras ni existen ni existirán.

Antonio Bravo y Germán Díaz, o dicho de otro modo Brigada Bravo & Díaz, se acomodaron en el escenario del Auditorio del Centro Cultural Conde Duque de Madrid y ofrecieron un repertorio fascinante. Las canciones incluidas en sus discos Músicas Populares de la Gran Guerra y Músicas populares de la Guerra Civil (trabajo, este último, deudor del Cancionero Popular de la Guerra Civil Española de Luis Díaz Viana), hablan de amor, de partidas y de regresos, de libertad, de miedos y de alegrías. Germán Díaz, muy divertido en sus intervenciones, explicó por qué esas canciones y, de paso, lo que es un cilindro de cera, cómo puede funcionar una cajita de música o cuál es la procedencia de la rolmónica (esto antes de escuchar las canciones en las que se utilizaban los diversos elementos). Y, una vez finalizada la introducción, los dos músicos se ponían a hacer música, de la de verdad, de la auténtica.

Escuchar actualmente un instrumento como la zanfona ya es extraño. Son más de mil años de antigüedad. Y hacerlo para disfrutar de versiones de canciones como When I send you a picture of Berlin, Kkkaty o el Himno de Riego, es un privilegio. El sonido del instrumento amplificado y distorsionado. La compañía de la guitarra de Antonio Bravo no hace más que agrandar la importancia de esta música. Y es que los dos componentes de Brigada Bravo & Díaz demostraron sentir un enorme amor y respeto por lo que hacen. Conciertos como este merecen la pena.

¿Dónde se encuentra el jazz en su música? En esos arreglos con espacio para la improvisación, en la absoluta libertad para interpretar con la que trabajan ambos músicos. Porque el jazz es música y poco más se puede decir. Es posible que alguien no avisado se preguntase cómo este concierto estaba programado en JAZZMADRID 2018. Se me ocurre decir que si hablamos de música, al final, solo encontramos el swing y el blues. Nos pongamos como nos pongamos, al final, siempre está eso y no otra cosa. Y lo demás son adornos y formas de colocar las cosas para poder entenderlas y controlarlas.