La estación de los libros

Cualquier momento es bueno para leer. Y es que, como acertó a decir el escritor irlandés Richard Steele, «la lectura es a la inteligencia lo que el ejercicio es al cuerpo». Asimismo, al margen de sus beneficios, disfrutar de un buen libro es uno de los mayores placeres que puede proporcionarnos la vida. Por eso, independientemente de la época del año en la que nos encontremos, basta con tomar un ejemplar de la estantería, llevárnoslo hasta aquel lugar donde nos sintamos más cómodos y dejarnos llevar por su magia. Aunque, si existe una estación del año donde la lectura cobra aún más sentido, esa es el otoño. La razón es que, coincidiendo con el inicio del curso, las temperaturas comienzan a descender, los días se hacen más cortos y apetece estar más tiempo en casa. A ello hemos de sumar las muchas novedades editoriales, el retorno de las actividades literarias y la celebración de no pocas ferias del libro. En esta ocasión, y coincidiendo con el estreno de «la estación de los libros», os proponemos una serie de títulos con los que reencontrarnos con la lectura o seguir gozando de la misma tras decir adiós al verano. Ahí van nuestras sugerencias.

El libro de los árboles

¿Existe mejor plan para el otoño que salir a pasear y dejarse embriagar por la belleza de lo natural? Especialmente si el paisaje está salpicado de especies cautivadoras, de esas que nos invitan a elevar los ojos y contemplarlos con delectación. Desde un plátano de sombra a un roble pedunculado, adentrarse en el misterio de estos grandes seres vivos siempre resulta atractivo, especialmente si lo compartimos con la familia —en este caso nuestros niños—. Con El libro de los árboles, la nueva apuesta de la editorial Errata Naturae, la experiencia se vuelve doblemente interesante, pues su compromiso con el medio ambiente es tan importante como su devoción por la cultura; algo que se manifiesta con los materiales empleados para imprimir sus obras, 100% eco sostenibles. Pero es que, además, el libro, escrito por la periodista especializada en temas de naturaleza y medio ambiente Nathalie Tordjman e ilustrado de manera preciosista por Isabelle Simler y Julien Norwood, llama la atención ya desde su portada, dado que, junto a representaciones de árboles tan literarios como el baobab, podemos encontrar algunas de las preguntas planteadas en su interior: ¿Cómo nacen? ¿Cómo crecen? ¿Cuáles son sus superpoderes? ¿Cómo se defienden? Obviamente, estas cuestiones encuentran respuesta a lo largo de sus setenta páginas; material al que hemos de sumar actividades didácticas, tests y curiosidades que harán las delicias de los aficionados a la botánica, y, por qué no, de todos aquellos peques con ganas de aprender divirtiéndose.

La niña santa

Tras quedar finalista del Premio de Novela Ateneo de Sevilla con Como era en un principio —uno de los mejores domestic noir de 2020— y recorrer media España impartiendo conferencias y realizando actividades literarias con jóvenes, Daniel Blanco Parra vuelve a las librerías con La niña santa, una de esas obras que no se escriben con las manos sino que nacen en las entrañas. Dotada de un estilo personalísimo que bebe de grandes autores como Unamuno, Delibes o García Lorca, y ambientada en escenarios cercanos aunque indeterminados, la obra es un recorrido por la España del último siglo a través de la historia de Consuelito, la pequeña de cuatro años cuya vida vertebra el relato tras salvar a su familia de un bombardeo en la Guerra Civil. En consecuencia, desde 1940 a 2022, el lector descubrirá las particularidades del entorno de la niña —una familia matriarcal propia de la España del nacional catolicismo—, se emocionará con sus vicisitudes a lo largo del tiempo, y se asombrará con su progresión como personaje hasta el mismísimo día de su muerte. Además de esto, La niña santa, publicada de manera encomiable por la editorial Algaida, funciona como un espejo, obligándonos a mirarnos detenidamente hasta hallar las múltiples conexiones con nuestro propio pasado o el de nuestra familia. No en vano, la psicología volcada por el autor nos ofrece la posibilidad de explorar dudas, insatisfacciones o secretos al tiempo que caminamos junto a los protagonistas.

Adolescer 2055

«Año 2055. Un grupo de adolescentes entra en una casa (aparentemente normal). A pasar un fin de semana (aparentemente normal). Tienen una cosa en común: todos buscan una oportunidad para salir del centro de menores en el que viven. Ese día, uno de ellos será elegido para ser adoptado. Una última cosa antes de empezar. Mi nombre es Teresa. Tengo dieciséis años. Y estoy muerta. Pero de eso ya hablaremos más adelante». Este es el argumento de Adolescer 2055, la nueva propuesta del escritor, director de cine, guionista y dramaturgo Roberto Santiago, cuyos trabajos suelen ser sinónimo de calidad. En esta ocasión, el madrileño abandona la faceta infantil que tantas alegrías le ha proporcionado —más allá del incontestable éxito de Los Futbolísimos fue finalista del Premio El Barco de Vapor con su primera novela, El ladrón de mentiras, y ganó el Premio Edebè de Literatura Infantil con Jon y la máquina del miedo— y se atreve con una obra de teatro de estilo distópico cuyo objetivo es concienciar a los jóvenes sobre el futuro que nos espera si las desigualdades continúan aumentando. Con un lenguaje cercano y cinematográfico que concede un gran ritmo a la acción (se nota que el autor lleva años vinculado al séptimo arte), lo más destacado de Adolescer 2055, que acaba de llegar a las librerías publicada por la editorial SM en su colección Teatro en Gran Angular, es la inclusión de una narradora que, además de ponernos en situación, aporta el tono lírico necesario en todo espectáculo teatral.

Las otras vidas de don Quijote

Cuando parecía que todo estaba escrito sobre la novela más importante de la historia, aquella con la que Cervantes consiguió la inmortalidad y traspasó las fronteras de nuestro idioma, surge una nueva iniciativa en forma de ensayo con la firma del investigador y cervantista Javier Escudero. Publicado por Ediciones B, Las otras vidas de don Quijote plantea una de las grandes cuestiones sobre el icono universal: ¿quién fue realmente? O lo que es lo mismo, ¿se basó el autor de las Novelas ejemplares en una persona de carne y hueso? Siendo así, ¿quién era y dónde vivía? Cuenta Javier Escudero, licenciado en Derecho, doctor e Humanidades y actualmente Técnico de Archivos, que la inspiración para escribir su libro le llegó en el año 2005, durante la celebración del IV Centenario de la publicación de la primera parte del Quijote. Por aquel entonces, el autor se dedicó a comprar en mercadillos de viejo «todos los libros antiguos que pude localizar sobre la Ruta del Quijote, de los años sesenta, setenta, incluso alguna revistilla que otra del Ministerio de Información y Turismo que encontré en los archivos». Tras analizarlos en profundidad, Escudero concluyó que ninguno de los autores justificaba por qué escogían un pueblo u otro para situar la cuna de Alonso Quijano, lo que le llevó a centrarse en El Toboso, un pueblo que, según el narrador, «está muy cerca del suyo». A partir de entonces, el trabajo de investigación se convirtió en un viaje apasionante que ahora es posible disfrutar con la lectura de este libro.

Por un poder andaluz

La historia del Partido Andalucista forma parte de la historia más reciente de Andalucía. El partido de «la manita abierta, el del olivito verde y el corazón por bandera, el que defiende su tierra del paro y la emigración», como bien cantara Carlos Cano, tuvo su origen en la necesidad y compromiso político y social con una tierra en la que imperaban la injusticia y la desigualdad. Por un poder andaluz, ensayo del abogado y profesor de Derecho Constitucional José Luis de Villar, ahonda en esta y otras muchas cuestiones, siendo un retrato de los orígenes del partido así como una crónica, vivida y documentada, sobre la excepcional aventura política que surgió espontáneamente en Andalucía allá por los años sesenta del siglo XX. Publicada por la editorial Almuzara, la obra, que se presenta como el primer capítulo de un proyecto que tendrá continuidad —este se titula Los años de la clandestinidad (1965-1976)— es un interesante recorrido por la tramoya del extinto proyecto político donde no faltan las conferencias, las primeras campañas, el compromiso o la ilusión, y que alcanza su cénit con la celebración del primer Congreso del Partido Socialista de Andalucía de 1976. En total, por sus 600 páginas repletas de citas, extractos de prensa y cuidadas biografías —a lo que hemos de sumar un excelente apéndice documental— desfilan nombres clave para entender la idiosincrasia del PA, como Alejandro Rojas-Marcos, Fundador del partido, Juan Carlos Aguilar Moreno, Diputado en el Congreso y miembro de la Comisión Redactora del primer Estatuto de Autonomía de Andalucía, o Nicolás Salas, inolvidable periodista de El Correo de Andalucía y ABC que participó activamente en la campaña electoral de Rojas-Marcos al Ayuntamiento en 1966.