«La frontera»: Droga, muerte y destrucción

El neoyorquino Don Winslow cierra un enorme círculo literario que le ha ocupado su tiempo durante los último veinte años. Arrancaba la trilogía sobre la droga con la tremenda e inquietante novela «El poder del perro». Siguió la atronadora «El cártel». Y, ahora, llega a las librerías «La frontera»; 957 páginas que no dan descanso al lector

04 mar 2019 / 09:47 h - Actualizado: 04 mar 2019 / 10:02 h.
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  • Don Winslow. / (Efe-Archivo / Quique García)
    Don Winslow. / (Efe-Archivo / Quique García)

Los lectores que han leído las dos novelas anteriores de la trilogía de Don Winslow saben que las casi mil páginas de esta nueva novela contienen escenas espectaculares, impactantes, dolorosas y retorcidas al máximo. En esta trilogía se habla de los narcos mejicanos, del problema de la droga que abarca todo el territorio de Méjico y de los Estados Unidos, de las personas que viven alrededor de una realidad absorbente y criminal y de la historia reciente de dos países vecinos que están condenados a convivir de la forma que sea.

Don Winslow utiliza técnicas de escritura antiguas que funcionan de maravilla en el siglo XXI. Aunque resulte llamativo y sorprendente, Winslow estructura su narrativa con el molde del folletín de finales del siglo XIX y debajo de algunos pasajes importantes de sus novelas encontramos a autores como Dickens. En «La frontera» se repite todo esto.

En cada parte en la que se divide la novela, vamos conociendo diversas historias que terminan encontrándose en un punto narrativo de clímax total. Para ello, el ritmo y la tensión narrativa van en aumento; los cortes de cada capítulo están estudiados y elegidos con cuidado y precisión; y el tono y los alientos del texto son más que asequibles. «La frontera» es una novela que gustará a cualquier lector aunque algunos momentos parezcan durísimos. Y gustará porque el relato está muy pegado a la realidad, porque todo es reconocible y porque es una novela que se lee, francamente, bien.

HarperCollins publica «La frontera». Las anteriores novelas de la trilogía fueron publicadas por dos editoriales diferentes. Son 957 páginas editadas con cuidado. Y no podrían haber acertado con más contundencia. Winslow arrastra a un ejército de lectores tras de sí.

«La frontera»: Droga, muerte y destrucción
Portada de ‘La frontera’ de Don Winslow. / El Correo

El personaje principal de «La frontera» es Art Keller, un viejo conocido para el lector puesto que con él comenzó todo en «El poder del perro». En los años 70 era un agente de la DEA norteamericana. En esta entrega se convierte en director de esa organización. La droga y sus consecuencias vuelven a ser protagonistas. Y la violencia es el vehículo sobre el que avanza la acción.

Es brutal, es cruel, es apasionante. «La frontera» es un relato atractivo. Si me preguntan si es literatura de gran calidad les diré que no. Pero es un libro que entretiene y no todos los relatos tienen que ser profundos y extraordinarios desde un punto de vista filosófico y literario. Este es estupendo y eso es más que suficiente.

Calificación: Bueno.

Tipo de lectura: A pesar de ser un libro de casi 1000 páginas, la lectura es fácil y amena.

Tipo de lector: Cualquiera. Desde luego los que ya leyeron las dos novelas anteriores de la trilogía no pueden faltar a la cita.

Argumento: Es el cuento de nunca acabar. Y la esperanza que deja es escasa.

Personajes: Bien perfilados. Art Keller se deja ver hasta las últimas consecuencias.

¿Dónde puede leerse?: Lejos de Sinaloa. Da miedito.