«La font amagada», nombre original de este cuento, narra cómo Pol hace que su padre busque esa fuente que todos llevamos dentro y sirve de inspiración, de combustible para felicidades o alimento de almas tristes; esa fuente que llamamos imaginación, fantasía y, a veces, felicidad. Su padre se ve obligado a rebuscar en el pasado, en lo que abandonó en algún momento para volver a sentir que esa fuente brota si uno lo desea y es capaz de accionar el grifo olvidado. Pero Pol también puede desconectar y el juego que propone al padre para que conecte le sirve más adelante para hacerlo él.
Miriam Tirado propone, al final del libro, recortar una página en la que aparecen las pistas que llevan a la fuente de todos. Y, hasta llegar a ese punto, utiliza unos textos envolventes y sutiles que pueden comprender los más pequeños sin problema alguno. Acompañan estos textos ilustraciones de Marta Moreno que matizan con elegancia y sutileza el relato de Tirado.
«La fuente escondida» habla de lo fácil que resulta perderse en este mundo y de lo necesario que resulta seguir conectado a uno mismo, a tus sensaciones, a lo que se piensa y lo que somos. Porque todo se puede perder por el camino salvo la esencia personal.
Calificación: Entrañable.
Tipo de lectura: Interactiva (si quieres), amena y amable (quieras o no).
Tipo de lector: Niños de 7 a 10 años. Adultos que tengan ganas de reencontrarse.
¿Dónde puede leerse?: En casa. Al amanecer si estás solo. Tal vez encuentre pistas por toda la casa.
