«La cultura del esparto es un patrimonio colectivo, fruto de la aportación de muchas personas que han utilizado este recurso natural desde hace miles de años. El gesto ancestral de las manos se repite generación tras generación, las manos que trenzan, las manos de nuestros antepasados; las gentes del Neolítico, de la Edad del Bronce, íberos, andalusíes, valencianos, manchegos....». Así arranca ‘El esparto, sus técnicas, su cultura’, libro con el que José Alfonso Mansanet Serrano (Simat de la Valldigna, Valencia) ha sorprendido a crítica y público por su capacidad para divulgar la historia de un material tan popular como escasamente reconocido, que desde hace siglos forma parte de nuestro día a día. Publicado por la editorial Punto Rojo Libros, la obra cuenta con la colaboración de numerosas personas, sobresaliendo José Fajardo Rodríguez, doctor en Ciencia e Ingeniería Agraria por la Universidad de Castilla-La Mancha y profesor de la Sección de Naturaleza en la Universidad Popular de Albacete, y Lucía Hernández Cristancho, maestra artesana del esparto de Cerinza, Boyacá, Colombia, quienes firman unos excelentes textos al inicio de la obra.
Su importancia en la economía
Y es que esta fibra natural, sin la cual es imposible imaginarse el mundo, fue declarada en el año 1940 la más importante para la economía española, pese a lo cual experimentó un enorme declive con la llegada del plástico. Corrían las décadas de 1950-1960, y ni su historia ni sus múltiples aplicaciones podían frenar lo que parecía inevitable, que la sociedad lo relegase a un segundo plano e incluso llegase a desaparecer. Afortunadamente, y como señala José Alfonso Mansanet, «gracias al esfuerzo y al afán de muchos artesanos en la divulgación y fomento de este arte, podemos albergar la esperanza de que el esparto y su cultura no se pierdan y se les tenga en la consideración que merecen». Buena parte de culpa de su pervivencia la tiene el aumento de su divulgación a través de los medios de comunicación, en la calle y en los comercios. No en vano, y como recuerda el autor del libro en su prólogo, «El mundo del esparto está presente en mercadillos, ferias medievales, tiendas de artesanía —físicas y virtuales—, en exposiciones y museos, que son una ventana de presentación de los trabajos de los artesanos y de posibilidad de compra, y difusión, de objetos para el público».
De Andalucía a las Islas Baleares
En el caso de Andalucía, el esparto está muy presente en la provincia de Almería —con Pulpí, Níja, Vícar, El Ejido o Carboneras como principales productores—, así como en las de Granada —Benamaurel, Cúllar, Fonelas, Dehesas de Guadix, Gorafe, Galera, etc.—, y Jaén —Cabra del Santo Cristo, Jódar, Huesa—. En el resto de localidades aún seguimos viéndolo a diario, tanto en el interior de nuestras casas como en diversos comercios, teniendo una especial presencia en la moda (bolsos, calzado, complementos) y durante la Semana Santa —aún se utiliza para fabricar cinturones de nazareno—. Fuera de nuestra comunidad, la fibra halla sus escenarios principales en poblaciones de Aragón —como San Lorenzo del Flumen—, Madrid —Villarejo de Salvanés— o Navarra —Sesma—. Por último está presente en municipios de la Comunidad Valenciana, Murcia, Castilla-La Mancha o las Islas Baleares.
En ‘El esparto, sus técnicas, su cultura’, Mansanet Serrano, que desarrolla su actividad profesional en el campo de la música, explica que se trata de una planta perenne, vivaz y de gran tamaño, de la familia de las gramíneas Poaceae, que es «capaz de vivir con menos de 200 l/m2 anuales» y «prefiere los suelos calizos, pedregosos o rocosos». Asimismo, el autor destaca su escasa resistencia al frío y las grandes alturas —suele darse en zonas cálidas y normalmente asentadas sobre sustrato calizo—, y el tamaño de sus hojas, las cuales son largas y estrechas, «enrollándose sobre sí mismas, con estípulas plumosas».

Premio a la Divulgación
El libro, que se presenta en dos volúmenes con abundantes fotografías y ya alcanza su segunda edición, aborda no solo la historia y la arqueología del esparto —según Mansanet, el nombre procedería de Espartón, personaje mitológico del que podría derivar el topónimo de Esparta, una de las polis griegas más importantes de la antigüedad—, sino también su utilización en la artesanía, la caza, la xerojardinería e incluso la industria del motor —el Ecoespartiflex es un material compuesto al 50% por esparto y polipropileno reciclado que se utiliza en los salpicaderos de los vehículos—. En cuanto a sus implicaciones socioculturales, Mansanet hace un interesante recorrido por la relación del esparto con la música, la religión o la literatura. De hecho la obra incluye relatos, poemas y videos relacionados con la fibra natural —a estos últimos puede accederse a través de códigos QR—. También hay espacio para la Asociación Cultural ‘Tierra de Esparto’, creada en 2012 en la localidad de Zurgena (Almería) para dar cabida a las inquietudes culturales de sus vecinos, así como para exposiciones temáticas —caso de la muestra creada por Federico Artés en Llocnou de Sant Jeroni (Valencia)—.
Aunque si hay un apartado curioso este es el dedicado a las técnicas del esparto picado y crudo así como el montaje de las piezas. Esto forma parte del segundo volumen, el cual complementa de manera brillante al primero, dando como resultado la obra definitiva sobre este material. Por esta razón, la comisión organizadora de Letras en Off, el Encuentro Nacional de Nuevas Voces de la Literatura que tuvo lugar el pasado mes de abril en la Fundación Valentín de Madariaga y Oya de Sevilla, decidió concederle el Premio a la Divulgación. Un merecido reconocimiento para un trabajo en el que su autor ha empleado años y que debe servir para que las nuevas generaciones conozcan la importancia del esparto en nuestro pasado y presente, y por supuesto en el futuro.
