María Toro: La vida entera sonando en una pandereta

María Toro es una flautista y compositora gallega que ha tenido la enorme fortuna de poder viajar por buena parte del mundo buscando ‘la música’, su música. Participaba en JazzMadrid19 para presentar Araras, un trabajo grabado en Brasil que va del jazz al flamenco para terminar inmerso en las raíces vitales y musicales de la artista

10 nov 2019 / 09:41 h - Actualizado: 11 nov 2019 / 12:10 h.
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  • Antonio Miguel y María Toro. / Fotografía cortesía de JazzMadrid19
    Antonio Miguel y María Toro. / Fotografía cortesía de JazzMadrid19

Me muevo por la ciudad utilizando el transporte público. Me gusta ir de un lado a otro en los autobuses. Puedo mirar por la ventanilla para inventar la historia de esa mujer que camina con paso firme y que regresa a casa después de dejar claras las cosas en su puesto de trabajo. Porque la injusticia no se puede consentir. Puedo mirar por la ventanilla para inventar la historia de esa mujer que espera de pie a que un niño termine de columpiarse bajo una llovizna incómoda y fría. Sonríe y aguanta sin moverse porque solo una madre puede desarrollar un amor tan puro como el que siente por sus hijos. Puedo mirar e inventar un universo entero en el que puedo corregir aquello que no me gusta.

María Toro: La vida entera sonando en una pandereta

Algunos dicen que eso del feminismo es una moda, que es injusto dejar fuera a los hombres porque hay que hacer un hueco a las mujeres, que se están sacando las cosas de quicio. Es falso. Eso que algunos creen que es una injusticia es, en realidad, lo contrario. Ya ha llegado el momento de escuchar a las mujeres, el momento de saber cómo hacen las cosas, el momento de reconciliar a unos con otros. Por eso, que el 40 por ciento de los conciertos programados en JazzMadrid19 estén protagonizados por mujeres líderes de su propia banda o solistas, es una noticia excelente. La moda es escuchar, conocer, apreciar y disfrutar del trabajo de las mujeres. Y si es una moda, la reivindico sin ocultarlo.

María Toro es una flautista estupenda que ha viajado por buena parte del mundo intentando encontrar su forma de expresión. Ella misma lo afirma. Ayer, poco antes de finalizar su concierto, hablaba de su esencia gallega. Y es que siempre se encuentra la forma de expresión en la esencia personal. Lo más emocionante que escuchamos sobre las tablas del Auditorio Caja de Música fue precisamente lo más relacionado con la esencia de la artista. Cuando se lanzó junto a su banda (Andrés Litwin a la batería, Antonio Miguel con el contrabajo y David Sancho al piano) a contarnos cómo entiende el universo con la pandereta en la mano, el mundo se concentró en cada uno de sus movimientos de muñeca, en cada golpe sobre el parche. La música, como cualquier otra cosa, si es verdadera es infalible.

Arrancó María Toro con «Microcentésimas» el tema que más flamenco arrastraba. Un excelente tema que fusiona el jazz y el flamenco con naturalidad y acierto. Otro emotivo y precioso tema, en el que se mezclan distintos sones y un enorme puñado de matices, es «Que te ven los pájaros».

La flauta de María Toro suena limpia, busca territorios que ella ya ha explorado y que nosotros necesitamos conocer. Escuchando a María Toro se entiende esa afirmación tan conocida que habla de lo bien que casa el jazz con cualquier otro tipo de música del mundo. Las partituras que firma esta flautista arrastran, sin remedio, a territorios evocadores, a lugares en los que la música ordena una realidad hostil que se amansa con cada compás.

David Sancho, siendo un excelente instrumentista, no terminó de convencer. Algo frío, tal vez tenso en exceso. El baterista y el bajista estuvieron a muy buen nivel. María Toro, como líder de la banda, es muy generosa y deja que los tres nos enseñen de lo que son capaces de expresar con la música.

Una mujer más y otra tarde de jazz deliciosa. Es de lo que se trata. Y eso hace mejor el Festival Internacional de Jazz de Madrid. Mucho mejor. No se le hace la faena a nadie.