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miércoles, 27 septiembre 2023

«Mi lenguaje es fruto de investigar al ser humano»

Juan Dolores Caballero ‘El Chino’ es uno de los directores más prestigiosos de nuestro país. Nacido en Granada y formado en el Instituto del Teatro de Sevilla, su trayectoria abarca todo tipo de espectáculos y géneros. Actualmente trabaja en un proyecto revolucionario que verá la luz en octubre

28 jul 2023 / 19:13 h - Actualizado: 28 jul 2023 / 19:15 h.
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  • Juan Dolores Caballero ‘El Chino’.
    Juan Dolores Caballero ‘El Chino’.

Pocos lo conocen por su verdadero nombre. Para la gente del teatro —su gente— Juan Dolores Caballero es ‘El Chino’, uno de los directores capaces de poner en escena uno de los repertorios más eclécticos de la dramaturgia de los últimos tiempos. Nacido en Granada en 1958, y con una trayectoria brillante, ha impartido talleres y cursos para instituciones como el Instituto de Teatro de Sevilla y la Escuela de Dirección y Escenografía de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía. Ha dirigido espectáculos de teatro, danza y ópera para el Centro Andaluz de Teatro (CAT), Histrión Teatro y Teatro del Velador, compañía que fundó en 1990. Asimismo ha estrenado en escenarios tan prestigiosos como la Bienal de Flamenco de Sevilla, el Festival de Internacional de Teatro Clásico de Mérida y el Festival de Almagro.

Comencemos por el principio. ¿Qué te llevó a estudiar Arte Dramático y convertirte en director de escena?

Mi vocación empezó haciendo teatro aficionado en Granada, en la época universitaria. Abandoné la Universidad porque tomé la decisión de dedicarme a la escena y fui de los privilegiados que pude estudiar en el extinto Instituto del Teatro de Sevilla. Posteriormente, la dirección fue para poder tener el conocimiento y la implicación absoluta del mundo del escenario y de los lenguajes que lo conforman, no solo en el ámbito dramático sino en las diferentes artes de la escena, como la danza o la ópera.

Desde ‘El Recreo’, obra con la que conseguiste el Premio al Mejor Espectáculo en la Feria de Teatro en el Sur de 1993, a ‘Les Vieux’, que acaba de estrenarse en Sevilla, tu trayectoria abarca todo tipo de espectáculos y géneros. Sin embargo, posees la capacidad de imprimirles un sello que los hace únicos.

Mi lenguaje es fruto de un punto de vista, de un concepto del ritmo, de investigar al ser humano, mostrando sus deformaciones internas a través del cuerpo, elementos que hoy día son muy difíciles de exponer, pues estamos en una sociedad mucho más pacata y, lo que antes era merecedor de premio, hoy se convierte en razón de castigo, como la exclusión.

Volviendo a tus inicios, ¿hay alguna figura, nacional o internacional, que te haya influido a la hora de plasmar tus ideas?

Tadeusz Kantor, Lluís Pasqual, Giorgio Strehler y, fundamentalmente, el Festival Internacional de Teatro de Granada, que fue donde conocí las vanguardias que actualmente giran por España y Europa y que ahora me permiten hacer una propuesta para la nueva ópera de Diana Pérez Custodio, donde vamos a apoyar la puesta en escena y la narración de la historia en el diseño de vestuario de un gran diseñador, Pablo Árbol, que, junto con la dirección y la música, crearán las tres patas del equilibrio de este proyecto.

Muchos te conocimos a través de ‘Las gracias mohosas’, el clásico de Feliciana Enríquez de Guzmán que estrenaste con el CAT en 1997. ¿Qué queda de aquel ‘Chino’ que nos hizo reír, llorar y soñar a partes iguales?

Queda todo, está en continua evolución, en continua búsqueda. Queda la destilación y la esencia que ha sido y será el motor de mi propuesta estilística.

De todos tus proyectos, ¿cuál ha sido el que te ha supuesto una mayor dificultad y por qué?

Todos me han supuesto la misma y máxima dificultad, porque todos se han de enfrentar a un público, como ser vivo inteligente, con el que hay que contar para que la propuesta viva.

Más allá de la dirección, cuentas con una amplia trayectoria como docente. Háblanos de esa faceta.

Mi experiencia como docente, tanto en el Instituto del Teatro de Sevilla como en la Escuela de Dirección y Escenografía, desgraciadamente sepultados por la Junta de Andalucía, ha sido el acicate para el continuo aprendizaje y su posterior transmisión a los que compartían las clases, al igual que ocurre ahora en el curso del Master MAEV (Master de Artes del Espectáculo Vivo) que imparto en la Universidad de Sevilla. Aprender enseñando.

Ahora te hallas inmerso en ‘metAMORFosis’, la primera ópera de pasarela que se produce en España.

La partitura que ha llegado a mis manos hay que construirla en el escenario, construir la pasarela, la moda y todo aquello que aparecerá y formará el espectáculo. Por otra parte, intentaremos hablar de AMOR con su dolor y su alegría, en su belleza y en su fealdad, el amor religioso y el amor profano.

¿Qué hace distinta a Diana Pérez Custodio, la creadora de la partitura y el libreto de ‘metAMORfosis’?

Cada uno de los autores es distinto, es un mundo que hay que conocer y, en ese sentido, Diana es distinta, aparte de la larga y exitosa trayectoria que la acompaña. Para mí es un placer trabajar en este proyecto con ella.

¿Cómo crees que recibirán los espectadores esta ópera tan revolucionaria?

Mi trabajo es que la reciban, no el cómo. Que llegue, que la descodifiquen y, una vez recibida, que opinen.

¿Qué consejo le darías a los jóvenes que comienzan en las artes escénicas y aspiran a dirigir?

El conocimiento profundo humanístico y universal, la humildad y la ilusión. A partir de esto, vendrá todo.


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