Piotr Beczala en el Teatro Real o las emociones a flor de piel

Tarde mágica en el Teatro Real de Madrid. Una más. Y esta vez protagonizada por el tenor polaco Piotr Beczala, una de las mejores voces del mundo

02 may 2021 / 09:30 h - Actualizado: 02 may 2021 / 09:51 h.
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  • Piotr Beczala. / Fotografía Javier del Real
    Piotr Beczala. / Fotografía Javier del Real

Cuando el Teatro Real de Madrid se viste de gala es por algo. Ayer había motivos para que así fuese y Piotr Beczala hizo todo lo posible para que las cosas salieran bien, maravillosamente bien. El público del Real esperaba algo así y estaba preparado para recibirlo con generosidad al aplaudir y agradecer (en distintos idiomas, algunos de ellos difícilmente reconocibles) que el cantante diese todo de sí sobre las tablas.

Piotr Beczala es un tenor polaco de voz robusta, de timbre precioso y delicado. Piotr Beczala es uno de los mejores cantantes del mundo sin lugar a dudas y el Teatro Real ha querido cerrar el ciclo ‘Las voces del Real’ ofreciendo este concierto mágico y de belleza aplastante.

La Orquesta Titular del Teatro Real, dirigida por Lukasz Borowicz, comenzó interpretando la «Obertura» de Halka de Stanislaw Moniuszko. Borowicz se mostraba ya chispeante, daba entrada a los metales con una suavidad aterciopelada que convertía en algo precioso el conjunto y alargando los tempos mínimamente aunque de forma suficiente para que la Orquesta pudiera ofrecer lo mejor de sí misma. Un arranque perfecto que tenía continuidad con la primera aria que cantaría Beczala durante la tarde-noche, la preciosa «Come un bel di di maggio» de «Andrea Chénier» (Umberto Giordano). Todo se dibujaba perfecto y así fue hasta el final. De principio a fin, el tenor mostró una técnica impecable con la que los tonos medios enlazaban con los extremos que llegaban entre algodones, sin un mínimo conato de saturación, afilándose con finura. Piotr Beczala es un cantante fascinante capaz de emocionar y de pegar al público a sus asientos para que tenga que claudicar desde la primera nota. El que escribe no se emocionaba tanto con un concierto desde hacia mucho tiempo.

Piotr Beczala en el Teatro Real o las emociones a flor de piel
Piotr Beczala. / Fotografía Javier del Real

Todo lo que cantó el tenor polaco sonó de maravilla aunque destacaron las dos arias de Giacomo Puccini que formaban parte del repertorio preparado por el cantante. «Donna non vidi mai» de «Manon Lescaut» y «Nessun Dorma» de Turandot.

La magia invadió el Teatro real durante las dos horas que Piotr Beczala acompañado por un director de orquesta que le supo arropar con sumo cuidado y una orquesta dispuesta a entregar interpretaciones de factura impecable.

Otra tarde de música maravillosa en época de pandemia. Otro milagro que demuestra que tomando las medidas necesarias y trabajando duro se puede conseguir que la cultura no deba estar condenada al ostracismo.