Rebekka Bakken: Historias de todos

Rebekka Bakken es una cantante poderosa, sólida. Una vez en el escenario sabe que es ella la que manda sobre las tablas. E invita a un viaje no exento de pasión por la vida sostenida por un pentagrama

29 nov 2019 / 15:19 h - Actualizado: 29 nov 2019 / 16:22 h.
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  • Rebekka Bakken. / Álvaro López-JAZZMADRID19
    Rebekka Bakken. / Álvaro López-JAZZMADRID19

Rebekka Bakken es una cantante especial. Además de moverse con elegancia, de regalar su voz sin cicatería y entregar un repertorio multicolor y fascinante; Bakken no deja de buscar matices desde el primer compás. Por ejemplo, interpreta un tema de Tom Waits, hace de Tom Waits y, esta es la gracia, nos enseña otra cara inesperada que protagoniza ella misma. A esto le llaman algunos ‘hacer la canción suya’. Creo yo que Bakken hace la canción suya y, de paso, al propio Waits. Bakken suena a música de entreguerras, a puro Berlín años 30. Cuenta historias muy universales, muy de todos y para todos. El pop coquetea claramente con todo el jazz que hace. En definitiva, Bakken es una cantante que descubre y se descubre y que hace feliz al que encuentra y se la encuentra.

Acompaña a la cantante noruega (de nacimiento y muy teñida de cultura norteamericana) una buena banda. Dos bateristas que junto al bajista configuran una base rítmica de gran poderío y rebosante de colores, muy chispeante. El guitarrista Ola Gustafsson, un buen músico, resulta algo frío al pasarse con la sutileza en unos monólogos algo planos y ensayados en exceso. La frescura de la improvisación suele llevar a lugares desconocidos y Gustafsson sabía exactamente el lugar en el que estaba. En ese mismo registro se encontraba el teclista Eirik Knutsen. Nada de alardes, nada de errores.

Rebekka Bakken: Historias de todos
Rebekka Bakken demostró ser una artista poderosa e importante. / Álvaro López-JAZZMADRID19

Aunque Bakken interpretó temas de distintos trabajos, algunos de ellos pertenecían a su nuevo disco «Things you leave behind». El tema que da nombre al CD fue uno de los que mejor sonó en este concierto. Bakken tuvo tiempo de hacer un guiño con un delicado tema titulado «Korset vil jeg aldri søke og So Ro» que pertenece al ámbito popular noruego. En realidad, la cantante se pasó la tarde noche haciendo guiños a distintas formas musicales.

Las mujeres han sido especialmente importantes en esta edición del Festival Internacional de Jazz de Madrid que llega a su fin este próximo sábado. Han sido muchas las que han protagonizado unos conciertos excelentes. Y el jazz ha sonado en femenino como nunca antes en este festival. Bakken ha sido la última representante de las mujeres que hacen música jazz.

Al salir del Fernán Gómez de Madrid, el frío se mantenía distraído, ausente. Las luces navideñas (en Madrid son espectaculares y maquean la ciudad como ninguna otra cosa podría hacerlo) lucían perezosas, mecidas por una ligera brisa. Después de un buen concierto, cada imagen se dibuja con mayor belleza. Esa es la magia de la música: transforma la realidad al ritmo que marca una melodía, un fraseo quebrado, una voz rota. Hoy al de la de Rebekka Bakken.