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Nirvana. / El Correo -
The Clash. / El Correo -
David Bowie. / El Correo -
Radiohead. / El Correo -
The Rolling Stones. / El Correo
Todos adolescentes. Todo música
Los temas propios de lo que llamamos adolescencia, todo lo inherente a esa fase de la vida, están escritos en las partituras de cientos de canciones. Aquí se recuerdan cinco de los mejores temas de toda la historia que podrían servir para que un adolescente entendiese mejor la realidad que vive y para que los adultos recordasen que ellos también tuvieron una edad peligrosa en la que todo se retuerce sobre sí mismo. Sentirse acompañado por la música es un clásico notablemente terapéutico.
Hay una etapa en la vida en la que cuerpo, mente y entorno, caminan por separado. Y eso da lugar a cantidad de conflictos internos que terminan salpicando a quien esté alrededor. Parece increíble, pero el ser humano termina saliendo vivo y, la mayoría de las veces, cuerdo de esta época, que tiene su lado bonito, romántico, lleno de primeras veces, de sentimientos a flor de piel, de rebeldía. Resumiendo, vida en estado puro. En la adolescencia uno siente que va a terminar comiéndose el mundo, vive y muere por amor, nada es relativo, todo es absoluto y el adulto es el enemigo, un ser que nunca entiende, que nunca se ha enamorado, que nunca ha tenido aspiraciones o ha hecho alguna locura. Pero todos fuimos adolescentes. Algunos lo siguen siendo incluso más allá de lo biológico.
Esta es una lista de tan sólo cinco canciones que cualquier adolescente debiera oír para sentirse acompañado. Es una lista totalmente subjetiva, pensada y elaborada con criterios totalmente subjetivos; los míos. Quizá muy rock and roll, pero la adolescencia en sí es muy rock. Hay mil temas más que podrían estar aquí, puede que algunos de mejor calidad, pero tal vez esta sea la esencia. No hay temas en castellano, son todos en inglés, porque creo que estas canciones son más universales. Las cinco canciones elegidas ya forman parte de la historia de la música; ninguna tiene menos de veinte años. Esto no es azar, queridos adolescentes del mundo; vuestros padres y abuelos también fueron jóvenes, pero con la ventaja de que antes todo era mucho más rebelde y rompedor de lo que es ahora. Estos artistas fueron pioneros. Disfrutad.
1. In Bloom, Nirvana (1991). Literalmente, Floreciendo; nada más adolescente. En esta canción se alternan estrofas calmadas con un fuerte y pegadizo estribillo. La banda escribió esta canción como crítica a sus fans de los buenos tiempos, los que les escuchaban cuando ya habían triunfado, saltaban y cantaban sus canciones en los conciertos, pero que, en realidad, no entendían de qué iban, no profundizaban en las letras: He´s the one who likes all our pretty songs, and he likes to sing alone, and he likes to short his gun, but he don´t know what it means.. (Es el que le gusta cantar todas nuestras canciones bonitas, y cantarlas solo y disparar su pistola, pero no sabe lo que significa). Nirvana fue el grupo precursor del movimiento grunge, caracterizado por querer reflejar la apatía y el desencanto, la búsqueda de la libertad o la marginación social, mostrando su disconformidad con la sociedad, sus prejuicios. In Bloom, de una forma irónica, invita a todos los que están floreciendo a no quedarse sólo con lo bonito, a profundizar algo más en lo que está pasando alrededor. A escuchar.
2. Death or Glory, The Clash (1979). Dejémonos llevar por el lado punk. Muerte o gloria, pero siempre defendiendo los ideales. Nada de morir joven y maldito; seguir, seguir toda la vida aunque el ideal y la propia persona vayan madurando. Crecer no significa renunciar, sino evolucionar. Esta canción es una rara avis dentro del punk. No arenga por el no future, ni por la rebelión violenta y la destrucción, aunque recuerda que hay que seguir protestando por lo injusto toda la vida si hace falta; pero de una manera calmada y madura, basada en una anterior reflexión. No se trata de aburguesarse, ni de venderse al sistema, más bien construir desde dentro otra forma justa de vivir. La canción es para escucharla y reflexionar. We gonna march, a long way, fight, a long time. We got to travel, over mountains, got to travel over seas. We gonna fight, your brother, we gonna fight, ´till you loose. We gonna raise, trouble, we gonna raise, hell. No olvidéis ese espíritu luchador, ni cuando dejéis de ser jóvenes, solamente tiene que madurar. Es una canción memorable, marcada por riffs de guitarra y acordes que la hacen pegadiza al oyente. El disco entero London Calling, una joya.
3. Heroes, David Bowie (1977). He aquí una canción de amor. Bowie la escribió durante su etapa en Berlín, la más productiva. Cuenta la historia de una pareja que se enamora a través del muro de Berlín. Dos mundos distintos y separados, comunismo y capitalismo, este y oeste, todo dentro de la misma ciudad y con un mismo sentimiento. Es un amor imposible, pero lejos de todos los convencionalismos. La pareja se encuentra, se besan mientras les disparan para que cada uno vuelva a su mundo, pero son héroes por un día, el rey y la reina. Más romántico no puede ser. Y rebelde. Lucha por lo que quieras y triunfa aunque sólo sea por un día, porque va a merecer la pena. En la línea de el amor puede con todo, la vergüenza la tienen que tener ellos. Es una magnífica canción con regusto optimista. I can remember standing, by the wall and the gnus shot above our heads. And we kissed, as though nothing could fall. And the shame was on the other side. We can beat them, for ever and ever. Then we could be héroes, just for one day.
4. Creep, Radiohead (1992). Esta es una canción depresiva, para perdedores. Pero ¿quién no se ha sentido así siendo adolescente? Está inspirada en una chica de la que el cantante se enamoró, pero que nunca fue capaz de decirle nada porque no llegó a tener la confianza necesaria para acercarse a ella. El amor platónico, en silencio, romántico y enfermizo. Seguro que habrá quien la escuche y se sienta inmediatamente identificado con este tema. Aquí no hay ningún impedimento exterior para que triunfe el amor, el problema es interno, la falta de confianza que uno siente cuando todavía está sin hacer, cuando el obstáculo son los propios complejos. Y por eso mismo se tiende a idealizar al otro, llegando a un círculo vicioso difícil de romper pero capaz de minar la autoestima por años. ¿Y la otra persona? Bueno, la otra persona... en realidad, no sabe que existes... I don´t care if it hurts. I wanna have control, I wanna a pefect body, I wanna a perfect soul. I want you to notice, when I´m nor around, you´re so fuckin´ special. I wish I was special. El riff de guitarra es perfectamente reconocible, los cambios de ritmo asombrosos. Y eso que a los componentes de Radiohead nunca les gustó esta canción. Si no ¿qué hubiera pasado?
5. Waiting on a friend, The Rolling Stones (1972). La amistad intensamente vivida. El grupo de amigos es mucho más que eso, es una tribu con señas de identidad y códigos propios. En la adolescencia por un amigo se hace de todo, no siempre bueno. Como en el vídeo de esta canción, a un amigo se le espera en el portal el tiempo que haga falta, aunque sean horas. Los amigos comparten alegrías y triunfos, pero también penas y desamores. Tardes muertas hablando de esa persona que no sabe que existimos o de la que no queremos que exista; música, guitarra, las primeras cervezas, la exaltación de la amistad. Nadie se puede meter por medio, ni siquiera una chica... Si hasta Mick Jagger se puso cariñoso a la hora de hablar de la amistad dentro de su banda, sus Satánicas Majestades. Don´t need a whore. I don´t need no booze, don´t need a virgin priest. But I need someone I can cuy to, I need someone to protect (...) I´m no waiting on a lady, I´m just waiting on a friend.
Crecimiento, rebeldía, ideales, amor imposible, desamor, lucha de sentimientos, amistad... Temas inherentes a la adolescencia. Todos hemos tenido que pasar por eso, las canciones lo demuestran, aunque no sea música escrita para adolescentes. No, la música no tiene porque ser ñoña y lacrimógena para expresar un sentimiento. Y los sentimientos no son exclusivos de un tiempo, aunque en ciertos momentos de la vida estén mucho más a flor de piel.