Un caleidoscopio cofrade con la firma de Roldán

Desde que en 1975 la editorial madrileña Alpuerto publicase Semana Santa en Sevilla del Padre Federico Gutiérrez —probablemente el mejor referente escrito sobre la celebración religiosa para los nacidos en los setenta y ochenta—, la bibliografía cofrade ha experimentado un cambio espectacular en la última década. De publicarse apenas tres o cuatro libros al año, pasaron a engrosar las listas de novedades títulos para todos los gustos, pudiendo encontrarse en la actualidad iniciativas en formato cómic, cuento, novela juvenil y adulta, ensayo divulgativo y académico, álbum ilustrado, etc. En suma una oferta que, si bien nos permite ahondar en determinados temas e introducir a las nuevas generaciones en la lectura semanasantera, tiene como contrapartida el saturar un mercado ya de por sí sobredimensionado. Por esta razón, cada temporada resulta más difícil separar el trigo de la paja, y en consecuencia, localizar aquellas propuestas que merece la pena leer y atesorar en nuestra biblioteca personal.

Uno de los autores a los que podemos calificar de ‘infalible’ es Manuel Jesús Roldán, historiador del arte, profesor de secundaria y de la Universitas Senioribus de la Fundación CEU San Pablo así como colaborador en numerosos medios de comunicación. Gran conocedor de la Semana Santa y autor de clásicos modernos como Iglesias de Sevilla, Conventos de Sevilla, Gran Poder o Esperanza Macarena, desde hace más de un lustro, y coincidiendo con la campaña de Navidad, viene regalándonos un título anual dedicado a la fiesta, siendo el responsable de joyas como La Semana Santa de la Transición o Historias de la Semana Santa que nunca te contaron, que ya alcanzan varias ediciones en el sello El Paseo. Todos tienen en común el rigor documental y un punto de vista original que convierten a su autor en un miembro destacado del círculo de divulgadores de la ciudad.

Lo último de Roldán se titula Estampas de la Semana Santa que nunca te enseñaron y, al igual que sus títulos anteriores, se ha convertido en un éxito local nada más ver la luz. A ello contribuye la solidez de sus capítulos, narrados con pericia, agilidad y un punto irónico que los convierte sin duda en únicos —muchos de los textos recuerdan al estilo desplegado por su autor en ABC de Sevilla—, y por supuesto la excelente colección de fotografías que ilustran sus páginas, algunas de ellas inéditas para el gran público. Ya desde la portada, diseñada a partir de una curiosa instantánea de José Antonio Zamora, podemos intuir lo que atesora el trabajo en su interior: un compendio de historias, curiosidades, apuntes sobre arte y artistas, y un apartado final que incluye vivencias y reflexiones personales que no dejan indiferente.

Para comenzar, Manuel Jesús Roldán inicia su recorrido de manera cronológica, remontándose al siglo XVII para contextualizar la creación de una de las mayores devociones de la cristiandad: Nuestro Padre Jesús del Gran Poder. Dicho periplo le lleva a dibujar un mapa en el que tienen cabida desde Francisco de Quevedo a los puritanos del Myflower, pasando por Diego Velázquez, Pedro Pablo Rubens o el escultor Bernini. Dicha estampa, en cuya materialización gráfica podemos observar al Señor con la túnica persa, sirve de prólogo a capítulos encomiables, como el referido a la epidemia de peste de 1649, la invasión napoleónica de 1810 o la sublevación de Riego de 1820. En todos ellos, el docente hace gala de una enorme facilidad para sintetizar conceptos, permitiendo al lector sumergirse en el asunto en apenas unas líneas. Más adelante, el autor de Historia de Sevilla o Retrato de una dama nos introduce en el siglo XX con estampas dedicadas a las hermandades de Las Cigarreras, Los Gitanos o La Macarena, deteniéndose en los años de la posguerra, las Misiones Generales de 1965 o el surgimiento de corporaciones como La Sed. Son especialmente interesantes los capítulos dedicados a la Virgen de las Lágrimas de La Exaltación —resulta imposible no establecer un paralelismo con el cabildo celebrado en Las Siete Palabras en junio de 2021—, y a la Salud de San Gonzalo, así como el que recoge la historia de Gracia y Amparo desde el encargo al escultor Fernández-Andes en 1945. En todos ellos, Roldán demuestra valor, agudeza y una mirada crítica no exenta de elegancia. Todos estos textos, ricos en datos y perfectamente diseñados, vienen salpicados de imágenes salidas de los objetivos de César López, Juan Antonio Rodríguez Vicente o Antonio Sánchez Carrasco, aunque la mayoría pertenecen a los archivos de las propias hermandades.

En cuanto al arte y sus creadores —raro es el libro de Manuel Jesús Roldán que no dedica un buen número de páginas a esta materia— por Estampas de la Semana Santa que nunca te enseñaron desfilan desde Juan Bautista Vázquez el Viejo a Fernando Marmolejo Camargo, pasando por genios de la pintura costumbrista como García Ramos, o de la fotografía, como Serrano, Brassaï o Martín Cartaya —. Es de agradecer el espacio que el profesor dedica a nombres como Antonio Gracia, pintor saucejeño recuperado para la Semana Santa en 2012, o a aquellos que luchan por refrescar el panorama pictórico y gráfico, caso de Jesús Zurita, Alberto Sánchez Rufo, Manolo Cuervo o Santi León.

En el último acto, el responsable de títulos como Historia del Arte con nombre de mujer o Eso no estaba en mi libro de Historia del Arte deja de lado su traje de erudito y posa de manera informal para ofrecernos las estampas más personales y heterodoxas del conjunto, aquellas en las que conviven, de manera natural y hasta provocadora, Núñez de Herrera con Paco Robles, Valdés Leal con Agustín Israel, y Virgen de los Reyes con El Pali. Un caleidoscopio cofrade repleto de sorpresas donde Roldán ejerce de rapsoda y caricaturista, de cronista y tertuliano, de filósofo y pregonero, y en el que cada renglón y cada letra no son fruto del azar. Es lo que tiene poseer voz propia, que te permite pisar firme en cualquier terreno, ya sea en la Carrera Oficial, en un barrio del extrarradio o a las puertas de un templo.