Un país dentro de una ciudad

Con «El sonido de tu cabello», XXI Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones, Juan Ramón Biedma nos sumerge en el lado más oscuro de Las Tres Mil Viviendas, escenario sevillano poco explorado por la literatura convencional, que aquí se convierte en protagonista absoluto

05 jul 2020 / 11:56 h - Actualizado: 05 jul 2020 / 11:59 h.
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  • Portada de la novela. / Fotografía Antonio Puente Mayor
    Portada de la novela. / Fotografía Antonio Puente Mayor

Si Juan Ramón Biedma hubiese nacido escultor, habría competido con Rodin; si músico, con Kilar; y en caso de gustarle la pintura, tal vez habría alcanzado la fama de Munch. Pero prefirió recrear con palabras el universo excéntrico que bulle en su interior, utilizando para ello una fórmula que asusta, paraliza y conmueve a partes iguales, y que lo convierte en un creador único, vigoroso y libre. Basta con echar un vistazo a su trayectoria para comprobar que su prosa trasciende la literatura común. No se adscribe a ningún estilo, ni es esclavo de modas, corrientes o clichés. Es puro, como lo fueron Goethe, Kafka o Joyce, y al mismo tiempo condensa lo mejor de las corrientes culturales de nuestro siglo. Por eso, acercarse a cada nuevo trabajo salido de su ordenador (lo de escribir a mano es romántico, pero poco práctico), es un desafío para los lectores, ya que, tras su lectura, lo más probable es que no vuelvan a ser los mismos.

Si el año pasado se propuso robarnos horas de sueño con Autofobia, una colección de relatos donde reflexionaba sobre problemas como la ansiedad, la desesperación o la nostalgia —aquel estimable proyecto contenía ecos de Borges, Maupassant o Poe—, esta vez se coloca el traje de faena para ofrecernos una novela rotunda que marcará un antes y un después en su brillante producción.

Se titula El sonido de tu cabello y gira en torno a una serie de crímenes cometidos entre Sevilla y Ciudad Juárez, cuya característica común es la brutalidad, así como el hecho de no haber sido resueltos. Merecedora del XXI Premio Unicaja de Novela Fernando Quiñones, podríamos definirla como una novela de personajes —hay muchos y de una calidad enorme—, aunque son los escenarios los que cobran un mayor protagonismo en conjunto, ya que están localizados, en su mayor parte, en Las Tres Mil Viviendas de la capital hispalense. De este suburbio, uno de los más peligrosos de Europa, se podrían escribir infinidad de líneas, pero el modo en que lo hace Biedma es prácticamente insuperable. Un buen ejemplo es el arranque del primer capítulo, donde el autor declara con convicción: «Aún no ha amanecido en Las Tres Mil Viviendas. Un país dentro de una ciudad. Sevilla queda a unos minutos, a miles de kilómetros de allí».

La parada de los monstruos

Pero El sonido de tu cabello, título delicado para una novela implacable y no apta para todas las sensibilidades, va más allá de descripciones, giros argumentales y discursos ásperos y tajantes. Pues, por debajo de su superficie oscura, lúbrica y violenta, se esconden las almas de unas criaturas profundamente indefensas, unos monstruos de aspecto humano (o humanos con instinto monstruoso), cuyo método de supervivencia raya lo atávico. Es el caso de Set Santiago, el abogado ex convicto al que la vida otorga una segunda oportunidad pese a su innata capacidad para autodestruirse; la irresistible Mento, cuyas heridas de guerra reflejan el drama callado de no pocas mujeres; o la inefable Luisa Orujo, con un perfil descarnado que corta la respiración en cada escena y cada párrafo. Aunque si hay un personaje que traspasa los límites de nuestras expectativas, y al mismo tiempo conecta con obras maestras de la ficción de todos los tiempos, esa es sin duda Perpetua Carrizo, la inspectora a cargo de la investigación, que bien podría haber salido de la inventiva de Jim Thompson o los hermanos Coen. No hay más que echarle un vistazo a su presentación para descubrir que estamos ante una perfecta antiheroína cuyos usos, discursos y modos de proceder son imposibles de olvidar.

Más allá de los protagonistas, la novela contiene unos secundarios dignos de encabezar cualquier spin-off: desde el comisario a la piromántica; del pastor evangélico al prestamista; del curandero a la vendedora ambulante. Todos ellos forman parte, a su vez, de un inmenso auto sacramental profano, donde se dan cita la locura, la venganza, la soledad o el abandono; y donde, al contrario que en las obras de Calderón, el dios supremo es el miedo, aquí encarnado en el muló, el fiero espectro de los gitanos.

Por último, hemos de destacar los diálogos, elaborados con destreza y personalidad, los cuales complementan el dibujo de los personajes para trascender el papel. Un elemento vital para dotar a la trama de agilidad, cercanía y verdad, lo cual no es fácil de hallar en la novela negra. Bueno, negra por decir algo, ya que El sonido de tu cabello rompe los códigos para inaugurar un nuevo género en el terreno de las letras.