Una cena china

No solo la pintura moderna occidental revienta los precios, el poderoso mercado asiático, con los grandes especuladores chinos a la cabeza ha adelantado a mercados tradicionales como Londres, Ginebra o Nueva York

11 sep 2020 / 11:56 h - Actualizado: 11 sep 2020 / 12:00 h.
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  • The Last Supper. / Zeng Fanzhi
    The Last Supper. / Zeng Fanzhi

En 2013, un óleo de Zeng Fanzhi -«The Last Supper (La última cena)»- alcanzaba en Sotheby´s de Hong Kong la cifra asombrosa de 23,3 millones de dólares. Una cantidad impensable hace una década para un autor vivo y además oriental. Una fotografía del israelí Adi Nes, de una edición de cinco, de la serie Nes´s Soldiers, inspirada también en el fresco de Leonardo llegaba a los 377.000 dólares en Nueva York. Había ocupado la portada del New York Times cinco años antes. Ambas obras demuestran el poder de trascendencia de las grandes composiciones clásicas.

Nes la aprovecha para denunciar la endogamia machista del ejército de su país y añade un personaje adicional con lo que deja de ser una última cena, adviértase la ironía. Una reflexión sobre la perpetuación de los roles en la geografía y en el tiempo. Destaca el erotismo de la mirada sobre el ambiente cuartelero.

Una cena china

Zeng no. Lo de Zeng es lo que entendemos en castellano, con perdón del artista, el comprador y los 23 millones, un mamarracho. Más allá de su marca indeleble de autor y de las consabidas máscaras que le hicieron famoso, no hay nada. Es una carísima impostura de la que se debe estar riendo todavía el chino, los vendedores suizos –Guy y Mariam Ullens- y los invitados a las cenas del nuevo propietario.