Especial cine de Terror

«Venganza»: Letalidad en microbikini

En el Festival de Cine de Sitges se pueden encontrar agradables sorpresas, espejismos y todo eso que puede encontrarse en la periferia. ‘Venganza’, la cinta de Coralie Fargeat, fue premiada y no tiene fácil explicación

23 oct 2020 / 19:34 h - Actualizado: 23 oct 2020 / 19:59 h.
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  • Matilda Lutz resulta mucho más creíble y letal en microbikini que empuñando una escopeta. / El Correo
    Matilda Lutz resulta mucho más creíble y letal en microbikini que empuñando una escopeta. / El Correo

Con título de telefilme para su distribución en español, se presentaba este «Venganza» («Revenge», 2017) que llegaba avalado por el premio al mejor director novel en el Festival de Sitges. Directora en este caso, pues la cinta la firma Coralie Fargeat convirtiéndose en una rara avis tanto por su condición de premiada como por dirigir una cinta del infragénero de «violación y venganza» derivado del género de acción.

Lo de novel se nota a los cinco minutos de visionado, ya que Fargeat se dedica a utilizar todos los recursos de manual básico de realización y montaje para demostrar que no se perdió ni un día de clase, lo que provoca que la narrativa visual resulte forzada y artificial con esos primerísimos planos de hormigas, esas cámaras lentas de gotas de sangre y esas superposiciones de planos eternos. La historia además no ayuda y sólo la calidad de grabación que otorgan las técnicas actuales impide que la película pase a ser una serie zeta. La violencia es inverosímil por exagerada, la manera en que ignora los límites fisiológicos del cuerpo humano queda ridícula y sin justificación. Aunque lo peor es que la película se toma en serio a sí misma cuando debería haber utilizado todo lo anterior para autoparodiarse en una comedia que habría resultado más efectiva y coherente.

«Venganza»: Letalidad en microbikini
La violencia en ‘Venganza’ es extravagante y el conjunto pierde credibiliadad. / El Correo

Fallos de racord, evolución psicológica de la protagonista totalmente absurda, personajes planos, y (y esto es lo más grave) un ritmo tan lleno de altibajos que parece ser intencionado como ejercicio de cine experimental.

Dos detalles. La espectacular Matilda Lutz resulta mucho más creíble y letal en microbikini que empuñando una escopeta. Por otra parte, unos retoques en el guión y en los diálogos nos habrían hecho pensar que estábamos ante una cinta memorable dentro de la comedia hardcore.

«Venganza»: Letalidad en microbikini