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Tecnología y zombis es una mezcla atractiva a priori. El resultado es otra cosa. / Netflix
«#Vivo»: Zombis y millennials
El Apocalipsis zombi es un pozo sin fondo para la industria cinematográfica. Siempre queda alguna propuesta por aparecer, siempre queda la esperanza de que alguien sea capaz de dar una vuelta de tuerca más. Pero, en realidad, eso es falso. Ya está todo contado y la originalidad en el punto vista no aparece hace tiempo por las salas de cine. ‘#Vivo’ es más de mismo, pero con protagonistas jovencitos
Il Cho es el realizador que firma «#Vivo» («#Alive», 2020). Es su primera película. También comparte el guion con Matt Naylor. Dirige con corrección y trata de encontrar fórmulas que parezcan nuevas aunque eso, actualmente, está al alcance de muy pocos. Ya está casi todo contando y de muchas formas. Por otra parte, el libreto contiene algunas cosas que ya están vistas como, por ejemplo, el querido familiar que tiene alguien en casa, atado y bien atado, porque le parece que sigue siendo el mismo ser adorable al que besaba y con el que reía.
Park Shin-hye. / Netflix
«#Vivo» es una película más en la que los humanos se infectan con un virus desconocido y se convierten en una especie de muertos vivientes que corren a todo correr, muerden a todo morder y se multiplican de forma asombrosa. Un joven queda atrapado en su apartamento. Un chaval que se maneja con las redes de maravilla y con todo tipo de tecnología. Esa es, tal vez, la gran aportación de esta cinta. Drones, móviles, redes sociales y suerte a raudales. Porque si a los personajes principales (una joven queda atrapada en el edificio de enfrente aunque su mundo es más analógico) no les muerden en esta película, todo hace pensar que es imposible que ocurra en cualquier otra.
Las interpretaciones son, sencillamente, patéticas. Histrionismo a espuertas; credibilidad nula. Y no creo que sea culpa del director. Es que los actores y actrices son muy malos.
«#Vivo» es un remake a la coreana de «Le Nuit A Dévoré Le Monde», película francesa dirigida por Dominique Rocher. El francés buscaba el fondo en su maravillosa película. El coreano busca el intimismo y le sale casquería y un tío con la cara de pasmo perpetua. Esta película está muy por debajo de productos parecidos que han llegado de Corea. Seguramente, el ejemplo más claro es «Train to Busan».
Yoo Ah-in en una escena de película. / Netflix
«#Vivo» es una de esas películas con las que pasas un buen rato (salvo los que no soporten la sangre, todo el mundo puede disfrutar), con las que olvidas que el mundo en el que vivimos es poco cochambroso.
Suelo intentar rentabilizar las películas mediocres intentando hacerme alguna pregunta que aporte algo de sentido al asunto. Después de «#Vivo» me viene a la cabeza (es posible que la traiga a la fuerza yo mismo) la siguiente cuestión: ¿Ser superviviente en una situación como un Apocalipsis zombi te convierte en el monstruo? ¿Una infección masiva, que convierta a las personas en una especie de devoradores de personas sin convertir, será la única forma de sacar partido a Internet?