149 días después, Tejerina aterriza en la Doñana chamuscada

La ministra de Agricultura realizará este lunes una visita al Espacio Natural. El PP defiende que trae «un millón para zonas degradadas»

19 nov 2017 / 20:47 h - Actualizado: 19 nov 2017 / 22:44 h.
"Medio ambiente","Agricultura","Balance del incendio en Doñana","Isabel Tejerina"
  • Zona afectada por el incendio de Doñana, unos días después del suceso. / Txetxu Rubio
    Zona afectada por el incendio de Doñana, unos días después del suceso. / Txetxu Rubio

Mientras Doñana crepitaba de forma inmisericorde, el andaluz de a pie, absorto en la pena de ver desvanecerse a un reducto ecológico del que presumir, al menos, si es que sirviera de consuelo, veía a algún que otro político con el típico chaleco sin mangas de emergencia haciendo el particular acto de presencia. Ora el ministro Zoido, con el subdelegado Sanz, ora la ministra Báñez. De la Junta, el titular andaluz de medio ambiente, Pepe Fiscal, su compañera Rosa Aguilar –recién nombrada al frente de Justicia e Interior– y cómo no, la presidenta Díaz, muy pendiente, en todo momento, del desastre.

En el trajín de políticos se añoró, y mucho, a la responsable del asunto a nivel nacional, la titular de Agricultura y Medio Ambiente del Ejecutivo Rajoy: Isabel García Tejerina. Ahora, cuatro meses y medio después, la friolera de 149 días, Tejerina visitará el estertor que el incendio legó, aún sin llegar a Parque Nacional, en nada menos que el espacio natural más importante de Europa.

Y la realidad es que lo que Tejerina verá en el frondoso pinar del Asperillo –por citar una de las zonas– distará sobremanera con la horripilante visión que sí se tragaron sus colegas: negrura dominante y suelo yermo. Pese a que han sido exiguas las lluvias desde entonces registradas, el sustrato del enclave estará más regenerado, se perciben brotes verdes y sobre todo, harán efecto sobre el paisaje –y la percepción visual– las obras de emergencia que la Junta emprendió desde el mismo verano.

Al menos, la ministra no llega con las manos vacías. Tejerina aterriza –por fin– en Doñana con un millón bajo el brazo, que el Gobierno central dirige a la regeneración de zonas damnificadas. Así lo defiende el PP, que destaca y vanagloria el viaje de la ministra.

De hecho, este montante de un millón ya está sumado a los fondos que la administración andaluza derivó para las llamadas obras de emergencia, esto es, la retirada de pies quemados, la limpieza de zonas y el desbroce de otros ejemplares afectados y que entrañaban peligro de desprendimiento, que en apenas unos días ya consiguieron que Doñana luciera con menor rango de luto. A día de hoy siguen ejecutándose obras de índole forestal como tratamientos selvícolas, de control de plagas y de cauces afectados por la erosión, que paulatinamente consiguen que el Espacio gane, aunque aún está lejos de sus mejores tiempos, parte de la vistosidad que se le reconoce.

El PSOE onubense, por su parte, aprovechó la llegada de la ministra para recordarle «los deberes» que, a su juicio, «tiene pendientes». Los socialistas critican que la esperan «desde marzo», para que atendiera a los daños causados por el temporal en El Portil, las balsas de fosfoyesos en Huelva capital y al enquistado problema de regadíos. Reclamaciones que en Huelva ven desatendidas en Madrid, por parte de una cartera, la de Agricultura y Medio Ambiente, en la que la provincia tiene fija su mirada: el 90 por ciento del PIB del territorio depende de sectores primarios.