2022, un año desolador en Doñana con récord de calor, mínimas lluvias y escasez de aves

«La preocupación social por la conservación de Doñana es grande y hoy en día, afortunadamente, las distintas administraciones se han puesto a trabajar», afirma el director de la EBD-CSIC, Eloy Revilla

02 feb 2023 / 04:00 h - Actualizado: 02 feb 2023 / 04:00 h.
"Lince ibérico","Doñana","Cambio climático","Sequía","Sostenibilidad","Agua"
  • En la imagen de archivo, patos reales en vuelo. EFE/Juan J. Negro
    En la imagen de archivo, patos reales en vuelo. EFE/Juan J. Negro

El Espacio Natural de Doñana cerró el año 2022 con récord de temperatura máxima, mínimas de lluvias y escasez de aves acuáticas invernantes, según los resultados del Programa de Seguimiento de Procesos Naturales presentados por la Estación Biológica de Doñana (EBD-CSIC).

La presentación se ha realizado en un acto celebrado en el Centro de Visitantes de La Rocina en Doñana (Huelva) con motivo del Día Internacional de los Humedales, al que han asistido el director de la EBD-CSIC, Eloy Revilla, y el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco.

Revilla ha apuntado que el año hidrológico 2021-2022 "ha sido uno de los peores" desde que iniciaron su trabajo en la década de los 70 del pasado siglo; "la intensa y prolongada sequía causada por el cambio climático, y la presión que la actividad humana ejerce en el exterior del área protegida dejan notar su huella en los distintos indicadores del estado de la biodiversidad de Doñana".

"Nuestro papel como centro de investigación está en obtener la información y ponerla a disposición de las administraciones y de la sociedad en su conjunto. La preocupación social por la conservación de Doñana es grande y hoy en día, afortunadamente, las distintas administraciones se han puesto a trabajar conjuntamente para conseguir que Doñana siga siendo un valor de futuro", ha afirmado.

Inversión de 15,4 millones para la restauración de humedales

Por su parte, el consejero ha anunciado que el Gobierno andaluz renovará el actual Plan Andaluz de Humedales (PAH) y ha asegurado que su departamento invertirá 15,4 millones de euros para la restauración de humedales en 2023 y 2024, con cargo a fondos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR).

"Ya se hace necesario actualizar este plan para adaptarlo a los cambios acaecidos tanto en la normativa como en los compromisos y responsabilidades en materia de humedales a nivel regional, nacional e internacional", ha señalado Fernández-Pacheco.

En cuanto a los resultados del programa de seguimiento, el vicedirector de la EBD-CSIC, Javier Bustamante, ha destacado que el ciclo hidrometeorológico que va de septiembre del 2021 a septiembre de 2022 se caracterizó como "seco y cálido, siguiendo la tendencia observada durante la última década".

Respecto a las temperaturas, se ha tratado del ciclo con la mayor temperatura máxima (46,30°C) y la mayor temperatura media anual (18,53°C) registradas.

La memoria 2022 enfatiza que las lagunas de Doñana, especialmente aquellas que dependen del agua subterránea y tienen hidroperiodos largos, han sufrido este año "un acortamiento del mismo muy acusado". La laguna del Sopetón se secó a primeros de julio y la Dulce a primeros de agosto; además, la de Santa Olalla se llegó a secar casi por completo finalizando agosto, pese a ser una laguna de carácter permanente que no había sufrido una desecación tan intensa ni con ocasión de los periodos de sequía anteriores.

Asimismo, el tiempo que la marisma de Doñana permaneció inundada fue muy corto, con una anomalía (diferencia con la media anual) muy negativa, debido a las escasas precipitaciones, lo que provocó que la invernada de aves acuáticas fuera muy escasa.

En el censo de enero de 2022, el número de aves censadas fue de solo 80.880, un número bajo al ser la segunda peor cifra de toda la serie histórica de censos de enero, teniendo que remontarse ha 1975 para encontrar una cifra más baja.

La temporada de reproducción de aves acuáticas de Doñana fue también mala debido a la sequía.

El conejo, especie clave para numerosos depredadores -incluidos el lince ibérico y el águila imperial-, registró en 2022 uno de los valores de densidad más bajos de la serie histórica.